BRASILIA.– El expresidente brasileño Jair Bolsonaro ingresó hoy a la sede de la Policía Federal en Brasilia para ser interrogado sobre su supuesto rol de instigador del intento de golpe de Estado contra el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva perpetrado el 8 de enero pasado con el asalto de sus seguidores a la sede de los tres poderes del Estado.
El exmandatario fue incluido en la investigación del Supremo Tribunal Federal, por la cual se detuvo a 1390 personas por haber invadido y financiado el asalto a los poderes con el objetivo de que el Ejército le diera un golpe al presidente Lula, desconociendo la elección de octubre de 2022 ganada por el líder del Partido de los Trabajadores.
Bolsonaro forma parte de la megacausa luego de haber publicado en redes sociales un video que hablaba sobre fraude en las elecciones de octubre, supuestamente avalando el intento de golpe contra Lula del 8 de enero, en el que cientos de sus partidarios vandalizaron el Palacio del Planalto, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal.
Bolsonaro se preparó durante cuatro horas el martes con su equipo de abogados y asesores para declarar este miércoles, aunque tiene el derecho de negarse a hacerlo.
En estos meses, el expresidente, de 68 años, dijo que no estaba de acuerdo con los destrozos pero pidió la liberación de los detenidos por considerarlos “personas de bien”.
El exmandatario es presidente de honor del Partido Liberal y vive en una casaquinta alquilada por esa fuerza política, que le paga un salario mensual de unos 7000 dólares.
El ultraderechista cuestionó a la justicia electoral por el resultado de la elección y sus movimientos son investigados para determinar si fue el autor intelectual de los campamentos frente a los cuarteles del Ejército que derivaron en el asalto a los poderes el 8 de enero, una después de la asunción de Lula de su tercera presidencia.
Bolsonaro fue el primer presidente brasileño en perder una reelección y antes de entregarle el poder a Lula abandonó el país el 30 de diciembre, para pasar una temporada de tres meses en Orlando, Estados Unidos, en la casa de un empresario amigo.
Este caso está siendo instruido por el juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal, que también lo investiga en la megacausa de las fake news iniciada en 2020.
Menos de 10 personas, supuestos seguidores, esperaban a Bolsonaro en la sede de la Policía Federal.
Es la segunda declaración del exmandatario en menos de un mes luego de haber acudido a la misma sede policial a ofrecer su versión en el caso del supuesto contrabando de joyas otorgadas a Brasil por el gobierno saudita y que Bolsonaro guardó para sí como si fueran regalos personales.
Agencias AFP y ANSA