En una escalada diplomática que complica la relación bilateral, el gobierno de Israel objetó hoy el comunicado de la cancillería argentina, que ayer condenó al Estado hebreo por “la reciente operación militar desplegada por la Fuerza Aérea de Israel en la Franja de Gaza, que provocó la muerte de civiles palestinos, incluyendo mujeres y niños, y numerosos heridos”. El comunicado, que se solidariza con “las familias de las víctimas y al gobierno y al pueblo palestino”, no menciona el lanzamiento previo de más de 500 cohetes, lanzados desde esa zona por la agrupación terrorista Jihad Islámica.
“El Estado de Israel ve con preocupación y tristeza el comunicado emitido por la Cancillería Argentina el miércoles 10 de mayo. El mismo no expresa los muy buenos lazos de entendimiento mutuo que caracterizan el fuerte vínculo bilateral desde hace 75 años”, comienza el comunicado de la Cancillería israelí.
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“En los últimos días la Yihad Islámica lanzó 543 misiles desde la Franja de Gaza. Los mismos tenían como objetivo atacar zonas civiles. Durante más de 72 horas la población israelí, al sonido de sirenas incesantes, ha tenido que ir a refugios anti bombas, en algunos casos con sólo 15 segundos para llegar a lugares seguros. Se suspendieron las clases y toda la región austral de Israel limitó su vida económica habitual”, destaca el comunicado, que define a la Jihad Islámica como “organización terrorista financiada y apoyada por Irán que busca la destrucción del Estado de Israel”.
En el texto, de inusual dureza, el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu afirma que “ninguna democracia del mundo dejaría pasar en silencio el lanzamiento de misiles contra sus ciudades y habitantes. Las operaciones llevadas adelante por el Ejército de Defensa de Israel contra objetivos terroristas han intentado ser criteriosas a fin de evitar daños a los no implicados, mientras que el método de acción de la Yihad Islámica expone un doble crimen: lanzan misiles contra la población civil utilizando al unísono a los habitantes de la Franja de Gaza como escudos humanos”, destacaron.
Desde la Cancillería explicaron a LA NACION que el comunicado cuestionado, que también “reitera a Israel la imperiosa necesidad de respetar el derecho internacional humanitario, en especial los principios de distinción y proporcionalidad”, se alinea con los pedidos de Naciones Unidas. De hecho, en otra parte del texto, la Cancillería hace un “urgente llamado a las partes para evitar un mayor nivel de confrontación que empeore la dramática situación humanitaria en esa zona”.
Estos conceptos no fueron compartidos por organizaciones judías, como la DAIA, la Organización Sionista Argentina y el Centro Simón Wiesenthal, entre otros, que habían repudiado la condena argentina, por considerarla parcial. “Una vez más la Cancillería mira sesgadamente la historia, y recorta los antecedentes del conflicto. No se puede confundir a una organización terrorista cuyo único objetivo es asesinar civiles con el pueblo palestino”, afirmaba el comunicado de la DAIA, firmado por su presidente, Jorge Knoblovits.
Los buenos vínculos entre Israel y la Argentina tienen, con todo, otro tema pendiente. Luego de la salida del ex embajador Sergio Urribari, condenado por hechos de corrupción hace poco más de un año, el cargo de embajador argentino en Israel continúa vacante. La postulante del Gobierno, Cristina Caamaño, tiene su pliego sin aprobar en el Senado desde hace meses.