La conectividad desempeña un papel fundamental en la expansión de los horizontes de conocimiento y es un pilar indispensable para el desarrollo económico, social y cultural de las zonas rurales. No obstante, en la Argentina, los residentes de estas regiones se enfrentan a notables desventajas en el acceso a Internet y los servicios digitales en comparación con aquellos que viven en áreas urbanas, lo que puede generar una brecha que alcanza hasta el 70%.
Sin embargo, es alentador destacar que luego que en 2020 alrededor del 65% de la población rural en la Argentina, equivalente a aproximadamente 2,3 millones de personas, carecía de acceso a una conectividad significativa, las mediciones realizadas en 2022 muestran un crecimiento cercano al 30% en el acceso.
Todo esto surge de un informe elaborado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), que analizó los datos del Censo Nacional 2022 publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Durante una presentación del informe, en el IICA explicaron que estos datos sobre conectividad del Indec están discriminados por provincia y eso permite ver la brecha entre las ciudades y los departamentos que son mayormente rurales. “El acceso a la conectividad y contar con habilidades digitales incide en las oportunidades para fomentar el arraigo rural, mejorar el bienestar de la población que reside en el campo y alentar el desarrollo de la agricultura. El acceso a Internet y el uso de la tecnología digital constituyen hoy en día un piso básico que permite el crecimiento productivo y abre oportunidades para el mejoramiento de las condiciones de vida rural”, destacaron.
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En el organismo reconocieron que, en términos comparativos, la Argentina se encuentra entre el grupo de países de la región con conectividad significativa rural alta en esas zonas. No obstante, presenta amplias disparidades internas en materia de acceso a la conectividad en las viviendas particulares. “Hay una diferencia de 28,5% puntos porcentuales en el acceso a Internet entre los hogares con mayor y menor acceso. En algunos departamentos del norte del país el acceso a Internet en las viviendas llega a un piso mínimo del 10%”, indica.
Lista
Las provincias que encabezan los primeros lugares en conectividad a nivel general se concentran en la Patagonia: Santa Cruz, con un 86%, Chubut, con el 79% y Neuquén, con un 78,7%. Siguen La Pampa (85,8%), Buenos Aires (con un 80,9%), San Luis (78,9%) y Córdoba (78,7%).
En tanto, el norte del país presenta los indicadores más bajos en materia de acceso a Internet, distanciándose notoriamente de las provincias anteriores. Las provincias con menores niveles de conexión son: Corrientes (59,1%), Formosa (57,5%) y Santiago del Estero (49%).
Por otro lado, en el promedio país hay 39,5 puntos porcentuales de diferencia en la conectividad entre las zonas rurales y las urbanas. En ese sentido, la situación de las provincias es muy heterogénea. Algunas provincias presentan diferencias de hasta 19 puntos porcentuales respecto a la brecha, como Santa Cruz (10,4%) y San Juan (13,6%).
En el rango de 20 a 39 puntos se encuentran Mendoza (21,9%), San Luis (23,4%), Entre Ríos (24,8%), Buenos Aires (25,4%), Salta (30,1%), La Rioja (30,6%), Santa Fe (30,7%), Neuquén (31,6%), Tierra del Fuego (35,2%), Misiones (35,2%), Chaco (38,4%) y Chubut (39,2%).
En el rango de 40 a 59 puntos se ubican Catamarca (45,4%), La Pampa (45,6%), Corrientes (50,3%), Formosa (56,2%) y Río Negro (58,6%). Por último, en el rango de 60 puntos o más se destacan Córdoba (61,6%), Tucumán (65,1%) y Jujuy (69,1%).
En cuanto a los dispositivos, los teléfonos móviles se posicionan como el medio más utilizado para acceder a Internet en la actualidad. Según se desprende del informe, existe una diferencia de aproximadamente 15 puntos porcentuales entre las provincias con mayor y menor acceso a este servicio.
En las provincias del noroeste y nordeste de la Argentina, aproximadamente el 80,1% de los hogares cuentan con teléfonos celulares, mientras que en la región patagónica este porcentaje supera el 90% y alcanza el 95,2% en Tierra del Fuego.
“La expansión de la telefonía móvil en todo el país da cuenta de la diseminación de una tecnología que puede ser ampliamente aprovechada para traccionar su utilización para la producción y es un recurso beneficioso para otras actividades en los ámbitos rurales: para acceder a información, realizar trámites, tareas preventivas de salud, usos educativos, etc”, destacaron en el IICA.
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En tanto, las computadoras y tablets tienen una presencia menor que los teléfonos móviles en las viviendas. “Las provincias con mayores niveles de acceso a las computadoras en las viviendas presentan un poco más de 43 puntos porcentuales de diferencia con respecto a las que poseen menos recursos de este tipo. De modo que hay una preferencia por la adquisición de teléfonos móviles con Internet por sobre la incorporación de computadoras y tablets”, se detalló en el informe.
En este marco, alertaron que “las disparidades que se registran en el país en materia de acceso a Internet amplían las distancias existentes entre las regiones”. Remarcan que el acceso a los dispositivos digitales es central considerando el largo camino que resta para formar a la población en habilidades digitales.
Desde 2020, el IICA ha venido realizando una serie de estudios sobre el estado de la conectividad rural en América Latina y el Caribe. Los datos más recientes, correspondientes a 2022, revelan que aproximadamente 72 millones de personas que residen en zonas rurales de 26 países de la región no cuentan con acceso a una conectividad que cumpla con los estándares mínimos de calidad, según el Índice de Conectividad Significativa Rural elaborado en dicho estudio. Este informe se envió recientemente a la Secretaría de Agricultura y el Enacom.
El estudio propone varias recomendaciones en términos de políticas públicas para desarrollar las habilidades digitales en la población rural y aprovechar al máximo las oportunidades que brinda la conectividad en estas áreas. Las recomendaciones incluyen: garantizar una conectividad asequible y significativa para fines educativos, junto con abordar la brecha de acceso y el uso de las nuevas tecnologías en la población.
Tambien recomiendan abordar las habilidades digitales segmentando los destinatarios de las iniciativas, brindando estrategias de formación diferenciadas para jóvenes en edad escolar y la población económicamente activa. Instan a crear oportunidades de inmersión en tecnologías y diseñar experiencias personalizadas para los usuarios, con el objetivo de mejorar las condiciones para la adopción de habilidades digitales necesarias.
Además, proponen brindar formación acorde a los procesos de digitalización en la educación de jóvenes que se especializan en la formación agropecuaria. También impulsar la llegada de la tecnología digital a través de la educación formal. “Se requiere alentar a los Estados en el sostenimiento de políticas TIC como motor de impulso en el ámbito rural, para la formación de recursos calificados entre la población joven que favorezca el arraigo y como incentivo para la adopción de estas tecnologías entre los adultos”, indican.
Por ultimo, aconsejan incluir capacitación digital para jóvenes rurales en los programas educativos, desde la escuela primaria hasta la educación superior, y garantizar el acceso universal a Internet en las escuelas rurales para impulsar la digitalización. Además de apoyar estudios sobre habilidades digitales en la región como base para el diseño de políticas e iniciativas que fomenten su desarrollo.