CÓRDOBA.- El secretario de Comercio, Matías Tombolini, culpó a los almaceneros de la suba de la inflación y la reacción fue inmediata. Desde la Confederación General Almacenera nacional directamente plantearon ante LA NACION que el funcionario “debería renunciar; le queda grande el puesto”. Ratificaron que el comercio de cercanía no integra el programa Precios Justos por una “decisión” oficial.
Después de que se conociera la inflación de 7,7% en marzo, Tombolini apuntó a los comercios chicos: “Estamos viendo que el comportamiento de estos formadores de precios en términos del cumplimiento en los hipermercados es correcto, pero incumplen en los comercios de cercanía, allí adonde transita más del 60% del consumo de nuestros compatriotas”.
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“Mientras que en los programas de precios estos se movieron un 5,1% en los comercios de cercanía, los precios se movieron 11,8%. Está claro que los formadores precios no están cumpliendo con los acuerdos que hemos celebrado de manera voluntaria”, agregó.
Adrián Morales, titular de la entidad empresaria, firma el documento en el que la Confederación sostiene que “nadie más interesados” que ellos en “tener los mismos productos con ‘precios justos’ que dicen tener los grandes supermercados para proveer a los vecinos que abastecemos en todo rincón de la patria y no solo donde hay mayor poder adquisitivo”.
El texto añade que les interesaría también “poder mantener nuestros pequeños stock de mercaderías que por causa de la inflación descontrolada a la que asistimos se deteriora permanentemente”.
Héctor Paván, tesorero de la Confederación y presidente del Centro de Almaceneros de Entre Ríos, dijo a este diario: “Es un disparate, otro más que escuchamos. Nunca fuimos convocados para el programa. Le queda grande el puesto. Tendría que renunciar. El 80% de lo que compramos lo hacemos en mayoristas y los aumentos son una diaria; un híper se abastece directo, nosotros pasamos por otras cadenas. Los Precios Justos en el interior los conocemos por foto”.
Desde la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), Fernando Savore, subraya que en el país estos locales suman unos 60.000 y están “todos muy enojados”. “No estamos en el formato”, insiste y recuerda que dos meses antes del lanzamiento del programa fueron a una reunión con Tombolini y plantearon que hubiera una lista de precios de a cuánto debían comprar y que fuera pública.
“Los mayoristas no quisieron y él tampoco. Les sugerimos que nos hicieran un descuento por compra de bulto cerrado, buscamos alternativas. Pero fue no. Nunca más tuvimos contactos”, señala y advierte que lo invitaron al lanzamiento y no quiso ir, precisamente, porque el sector no forma parte.
LA NACION consultó a la Secretaría de Comercio por estos planteos de los minoristas y, hasta el momento, no hubo respuesta.
Desde el Centro de Almaceneros de Córdoba, su presidente Germán Romero, firmó un documento en el que enfatiza que ese sector es el “último eslabón” de la cadena de comercialización y que recibe “los montos de sus proveedores naturales, cargan el margen de utilidad y venden directamente al consumidor”.
“Por decisión unilateral de la Secretaría de Comercio de la Nación no integramos Precios Justos y no podemos abastecernos de mercadería con precios regulados -añade-. La culpa de la inflación no es del sector productivo, ni mucho menos del comercio de proximidad. Es la economía,
lini”.
Cuando en febrero los almaceneros reclamaron por no estar integrados a Precios Justos, desde Comercio indicaron a este diario que el programa “opera con supermercados mayoristas y minoristas de las diferentes cadenas” y que, debido a la “diversidad de los llamados negocios de cercanía” (almacenes, autoservicios, supermercados chinos), para ellos se acuerda con mayoristas para que mantengan subas del 3,2% mensual para que esos locales tengan una “referencia de precios”. Esa fue la explicación oficial de porqué no están.
Paván sostiene que, una vez más, los comercios chicos “miran desde la vidriera” lo que hace el Gobierno. Savore añade que el funcionario “parece que no tiene la menor idea de lo que es un ‘formador de precios’. Tiene que haber acopio, ¿qué aguja podemos mover con dos cajas de aceite si las conseguimos?”, se pregunta.
El sector reclama “herramientas” y Savore menciona, por ejemplo, la Cuenta DNI del Banco Provincia con descuentos de hasta $1.500. “Los días que está vigente duplicamos las ventas -dice-. Tombolini nos faltó el respeto. ¿Por qué no nos sentamos las tres partes, minoristas, mayoristas y el Gobierno con el periodismo presente y sacamos los trapitos al sol?”.
Morales enfatiza en el documento en que “nunca” obtuvieron respuestas a las propuestas que hicieron: “Los minoristas de proximidad nunca fuimos formadores de precios, sin embargo, asistimos al deterioro del poder adquisitivo y a la devaluación de nuestra moneda a la par de nuestros clientes”.