PUERTO MADRYN.– Las empresas, al igual que los inversores internacionales, adoptarán una actitud de wait and see (esperar y ver) antes de invertir en sus negocios en los próximos meses. “Estamos a las puertas de un trascendental acto electoral que absorbe nuestra atención en un entorno de extrema incertidumbre, ansiedad y nerviosismo. Sin dudas, la Argentina necesita llevar adelante un difícil proceso de estabilización y un plan de crecimiento adecuadamente integrados”, dijo Diego Cazorla, presidente del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), que agrupa a los gerentes de empresas de distintos sectores, en la apertura de la 44° Convención Anual.
Como todos los años, la consultora EY presentó la encuesta sobre financiación e inversión de las empresas, en la cual participaron 70 ejecutivos de finanzas. De allí se desprende que solo el 30% de las empresas prevé aumentar sus inversiones el año próximo, mientras que el 50% contestó que las mantendrán constante.
Este año, las inversiones estuvieron enfocadas principalmente en activos fijos, incorporación de tecnología y aumento de capital de trabajo, según se desprende de las respuestas. El 56% de los ejecutivos afirmó, sin embargo, que esas inversiones no generaron la necesidad de nueva mano de obra.
En tiempos de alta inflación, se volvió una constante que las empresas aumenten sus ventas (el 64% dijo que crecieron), pero sin que ello derive en una mayor rentabilidad (para el 53% empeoró y solo el 36% respondió que mejoró). Para 2024, los ejecutivos creen que la situación no cambiará, ya que el 62% proyecta un aumento de sus ventas, pero tan solo un 30% cree que la rentabilidad crecerá, mientras que el 33% considera que disminuirá y el 37% restante contestó que se mantendrá constante.
“Las respuestas nos indican que la inflación y la inestabilidad económica generan una expectativa incierta a la hora de proyectar nuevas inversiones”, explicó Pablo De Gregorio, socio de EY Argentina.
Acerca de las fuentes de financiamiento que utilizaron las compañías para sus proyectos, el 28% se autofinanció, el 23% lo hizo a través de los bancos y el 17%, con los proveedores. El resto lo hizo con la casa matriz (15%), el mercado de capitales (10%) y entidades financieras del exterior (5%).
La simplificación tributaria y administrativa y un acuerdo entre gobierno, sindicato y empresas surgen como las principales acciones del Estado, que los ejecutivos afirman que mejorarían la competitividad y facilitarían su plan de inversiones. En otras palabras, el presidente del IAEF dijo que “la Argentina necesita urgentemente liberar las fuerzas de la actividad privada tanto como sea posible, centrar la intervención del Estado solo allí donde sea estrictamente necesaria y potenciar la colaboración y la construcción de redes sólidas entre el sector público y el sector privado”.
“Tenemos la urgente necesidad de abrirnos al mundo, integrándonos de manera inteligente a la nueva multipolaridad, porque mientras dedicamos tiempos y recursos a temas que ya deberían estar resueltos, una combinación extraordinaria de fenómenos geopolíticos globales y de potencialidades propias, definen como quizás nunca ha sucedido, cuál es la inserción que la Argentina podría tener en el concierto global”, agregó Cazorla.
La visión es compartida por los ejecutivos de Finanzas. “El nuevo contexto geopolítico que enfrentamos, tanto a nivel internacional como local, es visto como una gran oportunidad, y parece haber consensos sobre lo que hay que cambiar para aprovecharlo”, dijo De Gregorio, sobre la base de las respuestas de la encuesta.
Los agronegocios, la energía y la expansión de la infraestructura continúan siendo los sectores con mayor potencial para impulsar el crecimiento y las exportaciones, dijeron en EY. “Tenemos los recursos naturales y humanos que el mundo necesita, solo necesitamos pensar y actuar en red para lograr los consensos que nos permitan consolidar nuestro potencial en desarrollo concreto”, agregó De Gregorio.
Sobre las medidas que podrían favorecer la confianza para decidir una inversión, los ejecutivos piden un plan económico claro y sustentable (32%), una política cambiaria estable (23%) y una reforma tributaria que estimule la inversión (20%).
En la encuesta, los ejecutivos manifestaron cuáles son las tendencias globales que los afectan para planificar una inversión y las principales respuestas fueron el avance de los populismos o nacionalismos extremos (32%) y el crecimiento de la pobreza y de la desigualdad en los países emergentes (21%).
Finalmente, el presidente de la IAEF dijo que “la cantidad y complejidad de los desafíos (inflación, salida del cepo, déficit fiscal, reforma fiscal, laboral, educación, seguridad y otros) requieren que, una vez resuelto el proceso electoral, las fuerzas políticas establezcan mecanismos de diálogo y consensos básicos para darle sustentabilidad a las medidas a adoptar”.
“No necesitamos estar de acuerdo en todo, ni tampoco pretender acuerdos perfectos, pero sí que sean razonables y privilegien el bien del conjunto por sobre los intereses particulares y las diferencias a la hora de pensar distinto”, concluyó.