El gobierno porteño inició conversaciones con la empresa Magic Software Argentina (MSA) para anular la licitación que ganó esa firma para proveer máquinas de votación, ya que Horacio Rodríguez Larreta decretó que en las elecciones del 22 de octubre se utilizarán boletas de papel por las demoras y desperfectos técnicos que tuvieron lugar en las PASO.
“En base a lo resuelto ayer sobre la nueva modalidad de votación, se iniciaron reuniones y conversaciones con MSA para resolver ese tema”, dijo a LA NACION una fuente del gobierno porteño, que no pudo precisar el motno ya abonado a la firma.
En junio pasado, el la Ciudad adjudicó a la empresa MSA la puesta en marcha del voto electrónico en las elecciones porteñas. El contrato de licitación preveía pagar 21 millones de dólares al tipo de cambio oficial por la realización de las PASO y las generales, y 5 millones de dólares más, en caso de ballottaje. La empresa fue la única oferente y ganó la licitación.
El contrato original es por seis meses y preveía que MSA cobraría un 15% de anticipo, otro 15% en el momento de la entrega de las máquinas para las capacitaciones y un 10% cuando terminara la instrucción. Del 60% restante, la mitad la recibirá después de las PASO y el resto, tras la finalización de las elecciones generales, a fines de octubre.
La Ciudad no informó qué suma ya se pagó. De acuerdo con el contrato, deberían haberse abonado a esta altura 8,4 millones de dólares, sin contar la parte que le corresponde inmediatamente después de las PASO.
MSA, radicada en el distrito tecnológico de Parque Patricios, fue la proveedora del sistema en 2015, cuando se usó el voto electrónico por primera y única vez en la Ciudad, y también resultó ganadora de las licitaciones en Salta y en Neuquén.
Larreta decidió que no volverá a utilizar la Boleta Única Electrónica en las elecciones del 22 de octubre y que, en cambio, se utilizará la boleta de papel tradicional, pero separada de la papeleta que ese mismo día se empleará para elegir presidente, legisladores nacionales y diputados del Parlasur.
“No obstante el carácter simultáneo de las elecciones, resulta conveniente establecer, a fin de reafirmar la autonomía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que las boletas de sufragio de las autoridades locales estén separadas de aquellas de las autoridades nacionales, conforme la facultad que surge del artículo 60 del anexo I, de la Ley N° 6.031, Código Electoral de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, señala el decreto que se conoció este martes.
La intención de la Ciudad es que, además de votar con boletas separadas, también se utilice un biombo y una urna separada de la nacional en la elección porteña.
De todos modos, en el decreto aclaró que esa decisión está sujeta a lo que defina la jueza federal con competencia electoral María Servini. “A partir de la adhesión al régimen de simultaneidad, el sistema de votación será determinado por la jueza federal con competencia electoral, aunque se mantendrá el esquema de boletas separadas para las autoridades locales”, afirmó.
El decreto es consecuencia de la decisión de Servini de dejar sin efecto el acuerdo entre ese juzgado, el Tribunal Electoral de la Ciudad y el Instituto de Gestión electoral (IGE), por los problemas ocurridos con las máquinas de votación en la PASO de agosto pasado, con largas colas y máquinas con dificultades técnicas.
La decisión de Larreta se conoció luego de que la Cámara Nacional Electoral confirmara el criterio de Servini.