BANGKOK.– El líder de la oposición de Tailandia, Pita Limjaroenrat, reivindicó este lunes la victoria del partido progresista Move Forward (”Avanzar”, en inglés), que podría formar una coalición para apartar del poder a los generales que gobiernan el país desde hace casi 10 años.
“Soy Pita Limjaroenrat, el próximo primer ministro de Tailandia”, afirmó el candidato reformista, de 42 años, en una rueda de prensa en Bangkok.
Move Forward registró un resultado histórico en las elecciones legislativas del domingo, en las que concurrió con un programa reformista en línea con las manifestaciones masivas de 2020, que reclamaban una reforma de la monarquía.
“Era el momento idóneo, la gente ha aguantado demasiado. […] Hoy es un nuevo día, y espero que aporte sol y esperanza”, lanzó, en inglés, el candidato, graduado en Harvard.
Pero sus posiciones a favor de enmendar el controvertido artículo sobre el delito de lesa majestad o de eliminar el reclutamiento obligatorio podrían causar roces con la élite monárquico-militar, muy influyente en las instituciones.
Los comicios registraron una participación récord del 75%. El movimiento Move Forward obtuvo 151 de los 500 escaños de la Cámara Baja, según las últimas estimaciones, por delante del Pheu Thai (141 diputados), la otra gran fuerza de la oposición.
El partido de la Nación Tailandesa Unida (UTN) del primer ministro saliente Prayut Chan-O-Cha quedó muy por detrás, en el quinto puesto, con solo 36 diputados, tras haber permanecido nueve años en el poder a raíz de un golpe de Estado en 2014.
Romper la dinámica
Las complejas normas electorales obligan a los partidos de la oposición a formar una gran coalición para poder acceder al poder, por lo que todos los escenarios están sobre la mesa.
La historia reciente de Tailandia, que vivió una docena de golpes de Estado desde el fin de la monarquía absoluta en 1932, ha estado marcada por una sucesión de intervenciones del ejército y de la justicia en nombre del respeto a la instituciones. Una dinámica con la que Move Forward quiere terminar.
Pita Limjaroenrat le tendió la mano a su homóloga de Pheu Thai, Paetongtarn Shinawatra, para formar una alianza de seis partidos. La hija del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, exiliado, respondió favorablemente, abriendo la vía a constituir una mayoría con algo más de 300 escaños.
Ambos coinciden en que la economía tailandesa requiere reformas, pero disienten en varias cuestiones sociales, como el artículo que contempla severos castigos al delito de lesa majestad, un texto del que, según sus detractores, se ha hecho un uso perverso para reprimir cualquier voz disidente.
El nuevo primer ministro será elegido conjuntamente por los 500 diputados electos de la Cámara Baja y los 250 miembros del Senado designados por la junta de Prayut, lo que favorece al ejército.
Así las cosas, la oposición necesita 376 escaños para poder contrarrestar la influencia de los senadores, mientras que el bando promilitar tendría la mayoría asegurada con solo 126 diputados.
Gracias a este sistema, juzgado parcial por las organizaciones de defensa de los derechos humanos, el exgeneral Prayut (69 años) pudo mantenerse en el poder en las elecciones de 2019, al frente de una compleja coalición multipartidista.
Pero, tras esta derrota, su futuro político parece incierto.
Preguntado por el Senado, el candidato reformista respondió que todas las partes debían respetar el resultado de las elecciones y que era inútil ir contra él. “No estoy preocupado, pero tampoco desprevenido”, declaró en rueda de prensa. “Habrá que pagar un precio bastante alto si alguien piensa en desacreditar el resultado electoral o formar un gobierno en minoría”.
Agencias AFP y Reuters