Hallan muerto en Colombia a un miembro de la seguridad de Petro que iba a testificar sobre el “escándalo de la niñera”

BOGOTÁ.- El escándalo por las denuncias de financiación ilegal de la campaña electoral del presidente colombiano Gustavo Petro tomó un nuevo giro este viernes con el aparente suicidio de un policía miembro del equipo de Seguridad de la presidencia, que se había ofrecido a testificar sobre el hecho, conocido como el “escándalo de la niñera”.

Petro anunció este sábado en su cuenta de Twitter que el teniente coronel de la policía Óscar Dávila, adscrito a la seguridad de la Presidencia de la República, “ha muerto por suicidio”, y expresó su “solidaridad” con los familiares del fallecido.

Lamentamos la muerte del señor teniente coronel Óscar Darío Dávila Torres. Nuestra solidaridad con sus familiares en este difícil momento.

— Mayor General William René Salamanca Ramírez (@DirectorPolicia) June 10, 2023

“Cerca de su casa mandó a su conductor por una botella de agua, ste dejo su pistola en el asiento y cuando regresó, delante de él se suicidó. No hay más disparos en el lugar”, apuntó Petro en Twitter.

La Fiscalía colombiana informó la apertura de una investigación sobre Dávila, quien trabajaba en la seguridad de la Presidencia, y aparentemente se quitó la vida el viernes con una pistola después de que se retrasara una declaración que quería realizar en relación con el caso de la presunta financiación ilegal.

Una carta

La crisis comenzó en mayo pasado tras la filtración de unos audios del exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, enviados a la exjefe de gabinete de Petro, Laura Sarabia. En las grabaciones se escuchan afirmaciones que sugieren, según políticos opositores, la financiación ilegal de la campaña política que llevó al poder en el 2022 al mandatario. El exembajador aseguró que los audios fueron manipulados.

Paralelamente, una niñera que trabajaba para Sarabia, Marelbys Meza, fue interrogada en la sede presidencial, con uso de polígrafo, por sospechas del robo de un maletín con miles de dólares en la casa de su jefa. La fiscalía determinó que las conversaciones telefónicas de la cuidadora fueron interceptadas ilegalmente con base en un informe falso de la policía que la vinculaba con narcotraficantes del “clan del Golfo” al servicio de alias Siopas, entonces jefe del grupo armado ilegal.

En esta situación, el teniente coronel Dávila dijo en su escrito que quería dar su versión sobre las supuestas vinculaciones de la Jefatura para la Protección Presidencial con las escuchas ilegales.

“El día de ayer me reuní con el coronel Dávila quien me buscó para manifestarme que de la fiscalía lo estaban amenazando. Le advirtieron que no se detendrían ‘hasta que corriera sangre’. Hoy se quitó la vida con su arma de dotación. Lo de la Fiscalía es una persecución infame”, declaró su abogado Miguel Ángel Del Río.

Dávila era uno de los citados a declarar por el caso de la exjefe de gabinete y el uso del polígrafo contra su exniñera del que se desprende una investigación sobre la presunta financiación irregular de la campaña de Petro.

El policía había pedido ser escuchado a través de una carta fechada el 2 de junio, que se ha conocido después de su fallecimiento. “Solicito se me informe mi vinculación como indiciado, y reitero mi disponibilidad de presentarme en fecha y hora que se señale para ser escuchado en interrogatorio”, dijo.

En el documento, el coronel se presenta como coordinador de protección anticipativa de la jefatura de protección presidencial y se pone en completa disposición para contribuir al esclarecimiento de los hechos investigados.

En concreto, Dávila solicitó ser escuchado el 5 de junio, al día siguiente recibió las amenazas y el 9 de junio se suicidó. ”Todo lo anterior tiene su génesis en las denuncias y publicaciones presentadas que tratan sobre el caso de la jefe del Despacho Presidencial Laura Sarabia, en los que presuntamente vinculan a la Jefatura”, apunta.

El fallecido dejó sus datos de contacto al final de la carta para ser localizado para cualquier requerimiento, la misma dirección en la que fue encontrado muerto por investigadores de la Fiscalía.

La zona en donde vivía el coronel está muy cerca de la Fiscalía General. Dávila le habría manifestado a algunas personas que se sentía muy presionado por la entidad.

Dávila pertenecía al grupo de inteligencia de la Casa de Nariño -sede de la Presidencia colombiana-, donde trabajaba inspeccionando los lugares que iba a visitar Petro.

Agencia Reuters y El Tiempo/GDA

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