“Se terminó, los camiones chilenos no pasan más”, advirtió en las últimas horas el intendente electo de Bariloche, Walter Cortés, al adjudicar el deterioro de la ruta 40 a la circulación de los vehículos trasandinos. Sus dichos no sólo encendieron las alarmas en la Argentina: también alertaron a las autoridades del país vecino. Sin embargo, desde el gobierno advirtieron que lo que plantea el jefe comunal electo no es legal: “Si la Argentina quisiera impedir el paso tendría que violar un acuerdo bilateral que existe y está vigente”.
Las fuentes oficiales consultadas por LA NACION, explicaron que si Cortés llegase a cumplir con su advertencia, y tras asumir el cargo el 10 de diciembre decidiera cortar la ruta federal, estaría haciendo un piquete, probablemente uno de los primeros que debería afrontar el próximo presidente electo. “Entendemos que está pateando el tablero para que se mire el problema”, aclararon, desestimando, por el momento, un conflicto comercial y diplomático con Chile.
“Es importante que se haya tomado nota, pero en la vida todo tiene un límite y nosotros no podemos seguir aguantando la burocracia constante, sufriendo los problemas que tenemos con nuestras rutas”, expresó por su parte Cortés a LA NACION.
“Nosotros vivimos del turismo y ponemos todo el esfuerzo para que cuando la gente venga a la zona pueda ver un lugar apreciable. No puede ser que los camiones chilenos nos vivan rompiendo la ruta, mientras que a nosotros del otro lado nos fumigan el auto, nos multan, y si llevamos una manzana nos hacen un acta. Además, cada 30 km. tenemos que pagar peaje. No hay un contrapartida en nuestra zona”, se quejó el intendente electo, quien desde hace más de 30 años está al frente de la Asociación de Empleados de Comercio (AEC) en la ciudad.
Cortés estuvo al frente del sindicato que preside el histórico sindicalista Héctor Cavalieri, en Bariloche, y fue legislador del Partido Justicialista (PJ). En 2016, el dirigente fue condenado a 4 años de prisión junto con el exintendente Omar Goye y los sindicalista Ovidio Octavio Zúñiga y Víctor Ricardo Carcar por fraude en el manejo de subsidios, de una causa que databa de1999, y luego un fallo de la Corte Suprema los sobreseyó y recuperaron su libertad.
El 3 de septiembre, Cortés enfrentó a la actual gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, que se postulaba para la intendencia de Bariloche y le ganó con el 19,61%. Ahora, a dos meses de asumir el nuevo cargo, el sindicalista encendió algunas alarmas con sus recientes declaraciones acerca del mal estado de la Ruta 40, puntualmente del tramo que va de Bariloche a El Bolsón.
Si bien Cortés admite que el deterioro de la ruta es un conflicto de larga data que concierne al estado argentino, también advirtió que los pozos y el estado de esta se ve aún más perjudicado por los más de 100 camiones que cruzan diariamente la frontera a través del paso Cardenal Samoré.
“Si nadie hace nada, nosotros tenemos que hacer algo más allá de los convenios bilaterales y de un gobierno federal que para algunas cosas es federal y paras otras no. Porque en el interior a veces las cosas no llegan”, apuntó.
“Si no lo hace nadie, lo vamos a tener que hacer nosotros, si las rutas están rotas hay que empezar a tomar determinaciones”, amenazó el dirigente sindical, que en las últimas horas se reunió con otros jefes comunales de la zona para abordar la problemática.
“Los intendentes están de acuerdo que empecemos a movilizarnos con esta situación, a todos nos compete. Nosotros esperamos que el Gobierno nacional haga algo antes que yo asuma y sino nosotros vamos a tener que tomar cartas en el asunto inmediatamente”, completó Cortés.
Acuerdo bilateral
Las declaraciones de Cortés llegaron hasta suelo trasandino donde la cancillería de Chile emitió un comunicado el que se indicó que “no es posible impedir el paso” de los camiones chilenos en la frontera, ya que el tránsito de los vehículos chilenos y argentinos está normado por el ‘Convenio Argentino-Chileno de Transporte Terrestre en Tránsito”.
“El país tiene un acuerdo bilateral de tránsito que es el 74′ y es muy claro: dice que para Chile el tránsito es sin restricciones, por lo cual la Argentina si quisiera impedir el paso tendría que violar un tratado que existe y está vigente”, señalaron fuentes del Gobierno.
“Ningún intendente puede detener el paso de camiones por una ruta nacional que la gestiona el estado. Es lo mismo que hacer un piquete”, puntualizaron. Por otro lado confirmaron que si bien el encargado de negocios de Chile consultó al Gobierno sobre los dichos de Cortes, por el momento no implica un conflicto diplomático. “No están muy preocupados por la declaración de un intendentes, por una acción puede ser. Por ahora, sólo preguntaron”, precisaron.
“Es evidente que hay un problema que atender y que requiere de la participación de varios actores vinculados con el área de infraestructura y con otras cuestiones que se deberán definir”, sostuvo, por su parte, Gabriel Fuks, subsecretario de Asuntos de América Latina de Cancillería.
“En este momento no hay un conflicto, sino un problema regional que se debe atender. En las fronteras permanentemente tenemos estas situaciones”, resaltó Fuks al ahondar en la importancia de abordar una mesa de trabajo entre las partes involucradas y en la posibilidad de una serie de iniciativas, como la conclusión de la ruta 23, para descomprimir la situación.