Guillermo Francos llegó de Washington el último fin de semana tras renunciar como representante de la Argentina ante el BID. Desde que aterrizó en Buenos Aires no pudo verse personalmente con Javier Milei, pero ya se zambulló en una agenda intensiva de reuniones políticas, con el estudio jurídico de un sobrino, en Recoleta, como centro de operaciones. Allí recibió a LA NACION con el traje de virtual ministro del Interior: reconoció que al líder libertario la “rosca” política “no le gusta” y que delegó esa tarea en él.
“La cercanía al poder lo ha moderado mucho a Milei”, dijo Francos y consideró positivo el diálogo del libertario con el gastronómico Luis Barrionuevo, aunque no negó que el gremialista integre la “casta”. También reconoció que Milei “a veces puede ser agresivo” y marcó algunas diferencias con su referente político, como cuando se muestró muy elogioso con el Papa. Dijo, además, que Sergio Massa “es un dirigente político de una gran habilidad” y contó que ya hizo los primeros contactos con gobernadores electos.
–Renunció hace algunos días a su cargo en el BID ¿Cómo es saltar del gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa al proyecto de Milei?
–Yo fui convocado al BID por Gustavo Béliz porque él manejaba los organismos multilaterales de crédito. A mí me convocaron por mí, no por ser de un partido. Y trabajé para la Argentina. No pertenezco ni al PJ ni al kirchnerismo.
–Desde el BID ha trabajado con Sergio Massa ¿Qué opinión tiene de él?
–Massa es un dirigente político de una gran habilidad, que ha tenido muchos cambios en su trayectoria. No niego que tiene una habilidad poco común en la política, pero ha cometido muchos errores. No puedo decir nada personal, porque él conmigo ha sido absolutamente correcto. Y pudo haberme reemplazado cuando asumió en el ministerio y no lo hizo. Él negoció un acuerdo que venía siendo negado de una forma arbitraria por el presidente del BID a la Argentina y rápidamente lo solucionó. Pero yo no milito con él porque él está con el kirchnerismo… pero no quiero opinar de otro partido.
–Se habló mucho de los vínculos de Milei y Massa, de hecho Milei se mostró muy cuidadoso cuando se refirió a Massa…
–No me consta en absoluto un acuerdo entre Massa y Milei. Javier opina que Massa es un desastre como ministro de Economía. Un acuerdo político como el que menciona Patricia Bullrich para dejarla a ella en tercer lugar me parece traído de los pelos.
–Lo que pasa es que hay varios dirigentes del Frente Renovador que figuran en las listas de La Libertad Avanza en la provincia…
–La política está muy desprestigiada en la Argentina y es muy difícil conseguir gente que quiera dedicarse a hacer política o que quiera ocupar cargos públicos, porque tiene mucho riesgo. El numen de la honestidad política en la Argentina muchos se la adjudican a (Elisa) Carrió. Para mí Carrió es una desgracia de la política argentina porque ella ha hecho muchas denuncias falsas.
–Si Milei llega a un gobierno ¿va a revisar y denunciar lo que hizo esta gestión?
–Por supuesto que cuando uno se entera de un delito, tiene que denunciarlo y hacerlo sin tanto bombo y platillo. Pero no me parece que la denuncia tenga que convertirse en un instrumento político. Milei dijo que no se va a inmiscuir en la Justicia. No va a haber operadores judiciales.
–¿No existe la mesa judicial de Milei?
–No, no hay ninguna mesa judicial. Él habla con gente que lo asesora en temas judiciales, pero nadie está operando en la Justicia para él.
–¿Cuál va a ser su rol hasta que se defina esta elección?
–Yo llego en una parte muy final de la campaña, mi trabajo va a ser explicar por qué Milei es el mejor candidato. Y por supuesto hablar con los actores de la política que viene, porque si nos toca gobernar vamos a tener que trabajar con ellos.
–¿A quiénes se refiere?
–No quiero hacer nombres todavía. Pero mi sensación es que si gana Milei va a implosionar el sistema político, que las alianzas se van a romper y los acuerdos que existen hoy se van a terminar. Va a empezar una cosa nueva. Hay dirigentes jóvenes y hay varios gobernadores electos interesantes, como el de Córdoba o el de Santa Fe.
-¿Habló con ellos?
–Con alguno de ellos ya hablé, pero solo como primeras conversaciones, no sobre ningún acuerdo político concreto.
–Si Milei gana ¿Ve una alianza con esos gobernadores para tener gobernabilidad?
–Veo posibilidad de acordar con todos los gobernadores. La solución de la Argentina no la tiene uno solo. Si somos gobierno, esta vez va a estar en claro qué fue lo que votó la gente, porque Milei fue muy explícito con sus ideas. No me imagino una imposibilidad de dialogar cuando la gente votó a un outsider para presidente.
–Una de las ideas de Milei consiste en eliminar la coparticipación ¿Es factible?
–La coparticipación tiene rango constitucional, entonces no se puede derogar así nomás. Lo que Javier está planteando es cambiar el sistema para que sean las provincias las que recauden y las que tengan la responsabilidad del gasto. Javier no propone eliminar la coparticipación, sino dar vuelta al sistema. Y no me parece que sea imposible llegar a un acuerdo. Obviamente los gobernadores que viven de la coparticipación no van a querer cambiar. A ellos no les importa al desarrollar su provincia, total tienen el “coparticipaducto”.
–Hay muchas provincias que son dependientes de las transferencias que le hace la Nación ¿Qué les depara a esas provincias? ¿Cómo les impactaría el plan motosierra?
–No, no hay un plan motosierra. La motosierra es la expresión de una necesidad. Para terminar con la inflación, la Argentina necesita bajar el gasto y poner su déficit en cero. No será el primer día, pero tiene que llegar a eso rápidamente. Porque la inflación no solamente le devora a la gente su salario, sino que también le devora a los políticos su crédito. Yo creo que es una medida urgente que tiene que tomar toda la política en su conjunto.
–¿Los ciudadanos de esas provincias se van a ver muy afectados?
–Yo no estoy planteando ningún cese abrupto de nada. Lo que digo es que el camino es un camino de responsabilidad colectiva. No puede ser que haya provincias que carguen sus presupuestos en las espaldas de otras provincias.
–En La Libertad Avanza conviven diferentes sectores y no parece haber un ordenamiento político, ¿No es ese un problema adicional para la gobernabilidad?
–Si Milei gana, quedará demostrado que las estructuras políticas no son un elemento imprescindible para llegar al poder ¿Son imprescindibles para gobernar? No. Para gobernar, lo que son imprescindibles son los acuerdos. Entonces Milei va a decir: “Yo voy para allá y la gente me votó porque voy para allá, ¿Cómo hacemos para ir para allá en conjunto?”. Milei no va a ceder en lo que él piensa. Ahora bien, el camino hay que construirlo. Eso no se hace de un día para el otro.
–¿En qué consiste el acuerdo político con Barrionuevo?
–Ahora mencionan el acuerdo con Barrionuevo, cuando antes me decían que Milei no era capaz de dialogar con actores de la política argentina. Bueno, Milei dialogó con Barrionuevo, dialogó con Gerardo Martínez y dialogará con otros…
–Pero lo de Barrionuevo parece algo más que un diálogo. Le armó un acto a Milei en Parque Norte con afiliados de su gremio…
–Yo no conozco ningún acuerdo político. Sé que Barrionuevo conversó con Milei y que hubo buena onda. Y no me parece mal. Barrionuevo ha sido un actor muy importante de la política argentina, más allá del sindicalismo. Si se acercó a Milei, conversó con él y expresó públicamente que le gustó Milei, algo debe haber visto.
–De todas maneras, estamos hablando del mismo Barrionuevo que hace pocos meses le levantó la mano a Wado de Pedro y que años atrás inmortalizó la frase “hay que dejar de robar por dos años”. ¿Qué tiene que ver eso con el discurso anti-casta de Milei?
–Que Milei se siente a conversar con Barrionuevo es un gesto positivo. ¿Barrionuevo es casta? Bueno, en la política argentina todos tienen algo de casta… Pero casta, en el sentido en que lo dice Milei, es el tipo que se ha servido del Estado de una manera irregular y en beneficio propio. Y los sindicalistas también están viendo cómo salir su propia encerrona.
–¿A Milei le suma o le resta su acercamiento a Barrionuevo?
–Yo creo que le suma porque muestra una capacidad de sentarse a conversar con alguien que ha estado del otro lado.
–A los políticos que no dialogan con él, Milei los mete en la bolsa de “la casta política prebendaria y corrupta y chorra”. ¿Con esa actitud se puede generar acuerdo con la política?
–Yo hice política muchos años y nunca conseguí la posibilidad si quiera de tener los votos que tiene Milei expresándose de esa manera. ¿Se puede construir sobre eso? Yo creo que sí. Tienen que darse cuenta todos. Todos los políticos saben que no va más este sistema.
–En los últimos días, Eduardo Eurnekian criticó a Milei al decir que el país “no está para un dictador más”. ¿Cómo evaluó esas declaraciones?
–Eduardo para mí es una persona entrañable y he trabajado muchos años con él, pero a veces no mide el impacto que pueden tener lo que dice. Yo creo que él debe estar arrepentido. Él no cree que Milei pueda ser un dictador, en absoluto. Pero lo que a Eduardo no le gustó fueron los dichos de Javier con respecto a Francisco. Él construyó una relación con Francisco y tiene admiración por el Papa. En su momento, el cuestionamiento de Javier a Francisco tenía mucho que ver con lo ideológico. Cuestionaba el sentido de la justicia social, de manera vehemente, y ahí se le escapaba la adjetivación. Yo fui alumno de Francisco en el colegio El Salvador y para mí el tipo era brillante y de mucha sensibilidad. Sin embargo, así como te digo eso, también te digo que el Papa tuvo declaraciones injustas hacia Javier cuando dijo que hay que “sospechar” cuando “viene un salvador sin historia” y lo vinculó con Alemania y “Adolfito”.
–Milei le respondió a Eurnekian y dijo que sus dichos tenían que ver con que se sintió afectado por el eventual contrato para hacer nuevos DNI.
–Me parece que Eurnekian está muy por encima de una contratación. Más allá de la discusión, yo creo que Eurnekian le tiene un gran afecto a Milei y Milei también le tiene un gran aprecio a Eurnekian.
–Hay varios cuadros de Corporación América en los equipos de Milei ¿Puede ser un Bunge y Born?
–Ni Eurnekian quiere meterse en un proyecto político, ni Milei lo dejaría. Son dos personalidades muy fuertes.
–Milei se dice liberal, pero le dice ensobrados a periodistas o dice que el Papa es representante del maligno ¿Es de liberal insultar al que piensa distinto?
–Él es un liberal porque siente la libertad como un valor fundamental. Es muy difícil para él que alguien lo contradiga en algo que él defiende con mucha vehemencia. Pero es apasionado y punto.
–¿No es agresivo?
–Puede ser que sea agresivo a veces. Yo hay veces que no hubiera tenido las respuestas que él tuvo, pero es su personalidad. Y creo que la cercanía al poder lo ha ido moderando mucho. Este Milei no es el de hace dos o tres años. Él es consciente, sin ceder en su fuerza para defender lo que piensa, que hay cosas que no tienen que decirse. Que generan irritación y no ayudan para construir. Pero él ha sido maltratado por mucha gente, incluido muchos periodistas y ha sido operado por políticos a través de la prensa.
–¿Cuándo fue atacado?
–Hubo un momento en que el sistema político se dio cuenta que Milei era una amenaza y empezó a atacarlo. Todas las cosas que le han dicho con respecto a los perros, a la hermana fueron muy ofensivas.
–¿Milei se piensa a sí mismo como un político? Porque la tarea política la delega…
–Él es consciente de que está jugando un rol trascendente en la política argentina. Lo ve en la calle. No le gusta la rosca, esa parte de la política no le gusta.
–¿Esa tarea política la delegó en usted?
–Yo sé que la tengo que hacer.
–¿Cómo van a formar mayorías en el Congreso para llevar adelante las reformas que proponen?
–Una victoria de Milei implica la implosión del sistema político. Por supuesto que hay que convencer, pero si vos tenés un presidente que ha sido apoyado popularmente y una dirigencia política que entiende lo que pasó, me parece que hay posibilidades de avanzar en acuerdos.
–¿Va a haber ballottage?
–Es muy probable. Por lo menos las encuestas hoy dicen eso, con una diferencia grande a favor de Milei. En cualquier caso, yo creo que Javier va a ganar la elección, estoy convencido.
–¿Está confirmado que usted sería el ministro del Interior si gana Milei?
–Lo ha dicho Milei públicamente. A mí no me gusta hablar de eso, porque da la sensación de que la elección está ganada.
–En caso de que eso ocurra, usted va a tener al Renaper a su cargo y un contrato para renovar los DNI que está preadjudicado a una empresa de Eurnekian. ¿Qué haría con eso?
–Si está en mi dependencia, pediré todos los dictámenes que tenga que pedir. Si la licitación está bien hecha, se adjudicará, y si tiene algún inconveniente no se adjudicará. Y si en mí ánimo siento que hay conflicto de intereses, no voy a proceder.
–Como expresidente del Banco Provincia, ¿lo sorprendió el caso de “Chocolate” Rigau? En la política se hizo mucho silencio.
–El tema de los contratos en todas las legislaturas siempre ha sido un tema escandaloso. Por unos días, el foco va a estar puesto en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, pero habría que iluminar todas las legislaturas y todos los concejos deliberantes, porque eso forma parte del costo argentino. Que haya tanto ñoquis es un escándalo.