Luego de que se incrementó fuertemente este año la carga fiscal por Ganancias, como efecto de la desactualización del esquema del impuesto frente a la inflación -que fue de 80,2% entre enero y agosto-, y tras haberse ampliado la inequidad y la brecha en el trato tributario con los asalariados, los contribuyentes autónomos se verán alcanzados en lo que resta de 2023 por algunas medidas de alivio que, en campaña electoral, decidió tomar el Ministerio de Economía. Este grupo había sido excluido de los anuncios hechos luego de la devaluación dispuesta por el Gobierno tras las PASO, que aceleró la suba de precios; no están contemplados, por ejemplo, en el mecanismo de devolución del IVA en las compras hechas con tarjeta de débito.
Según lo que anunciará en la semana entrante el ministro y candidato a presidente por el oficialismo, Sergio Massa, se reducirá el porcentaje de retención de Ganancias para los autónomos, que va del 5% al 31%, y se incrementarán los importes mínimos a partir de los cuales se empieza a retener el impuesto por los honorarios profesionales. Además, habrá un diferimiento del pago del IVA y de los aportes previsionales correspondientes a los meses de septiembre a diciembre.
Ayer, en un acto realizado en Malvinas Argentinas, localidad del conurbano bonaerense, Massa dijo que habrá más anuncios económicos y especificó que serán para autónomos, trabajadores informales y pymes.
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Otra medida implicará que, en el caso de autónomos con personal, el Estado absorberá el costo del bono de $60.000 para cada empleado, que se paga en dos cuotas de $30.000. El monto que signifique esa erogación, impuesta por el Gobierno, podrá descontarse de las obligaciones por cargas patronales.
Esos paliativos serán para los autónomos “que no sean los de mayor capacidad contributiva”, según anticiparon a LA NACION en la cartera de Economía. Se consideraría como tales a quienes tengan ingresos mensuales no mayores a 15 salarios mínimos, vitales y móviles (hoy eso equivale a $1.770.000), ni sean directores de sociedades. Son alrededor de 700.000 personas inscriptas, según el Ministerio.
Un nuevo esquema, a discutir en el Congreso
Más allá de esa política temporal, desde el ministerio indicaron que se elabora un proyecto de ley para crear un esquema llamado “Simple”, destinado a los autónomos que sean comerciantes, profesionales o prestadores de servicios, y que registren ingresos mensuales de hasta el equivalente al salario mínimo, vital móvil multiplicado por 15. Es el mismo valor de referencia que se busca establecer, también por ley y en el caso de asalariados y jubilados, como umbral para el pago de un tributo llamado Mayores Ingresos (el nuevo nombre que tendría el impuesto a las ganancias).
Ese sistema simplificado para independientes -que podría abarcar también a micro y pequeñas empresas de hasta 3 empleados- contemplaría un único pago mensual, que abarcaría las obligaciones con el sistema previsional, con el IVA y con Ganancias. Sería, según el proyecto en preparación, un régimen diferente al del monotributo, en el cual el aporte a pagar se definiría como un porcentaje de la facturación (en el monotributo se abonan montos fijos, dependiendo del rango de ingresos).
La idea es que sea un esquema intermedio entre el monotributo y el grupo de independientes de mayores ingresos y directores de sociedades, para quienes no habría cambios respecto de la situación actual. Hoy están en el régimen general de autónomos quienes superan las facturación admitida en el monotributo (de $7.996.484,12 en servicios y de $11.379.612,01 en comercio), pero también quienes no son admitidos en el sistema simplificado por otras causas, no vinculadas con el nivel de ingresos.
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La carga tributaria de los monotributistas es muy inferior a la de los autónomos que, además, pagan bastante más de aportes jubilatorios, para obtener prácticamente las mismas prestaciones. Mientras que en la categoría más alta del monotributo el mayor valor pagado por ese concepto es de $5685,87 –el mismo importe desde el inicio del año-, en la más baja de autónomos se abonan $15.710 desde este mes y hasta noviembre (en este caso, el importe se actualiza trimestralmente y acumula una suba de 74,5% en el año). No hay precisiones aún de qué ocurrirá con esa brecha.
La desactualización de Ganancias
En cuanto a Ganancias y según Economía, la tasa efectiva para los autónomos es del 14% al 17%. Eso es lo que representa el impuesto -calculado luego de aplicarse las deducciones de ley y las declaradas por los contribuyentes- como porcentaje del ingreso. Pero, más allá de cuál sea ese dato para cada uno, lo cierto que el tributo comienza a aplicarse desde montos bajos en función del costo de vida y que están muy retrasados, dada la pérdida de poder adquisitivo.
Por todo 2023, el monto libre del impuesto para los autónomos es de $2.032.574,37 ($169.381,20 mensuales) como regla general, y de $2.258.416 ($188.201,33 mensuales) en el caso de profesionales o emprendedores con hasta tres años de antigüedad en la matrícula o de su inscripción en el régimen (esta última categoría se estableció en una reforma legal hecha en el gobierno anterior, que además redujo -aunque mantuvo- la brecha entre asalariados y autónomos). Los montos son más altos cuando se consideran las deducciones que pueden ser declaradas, por conceptos como hijos a cargo, o gastos. Además, se deducen los aportes previsionales.
Los autónomos no fueron contemplados en los alivios de Ganancias de mayo y agosto, que alcanzaron a los dependientes. Ahora, con la decisión de que no tributen más los asalariados con remuneraciones no superiores a los 15 salarios mínimos (hoy eso equivale a $1.770.000, pero la cifra se actualizará para octubre y sería de alrededor de $2.000.000), la inequidad se hace muchísimo mayor.
Los montos no imponibles que rigen desde enero para los independientes tienen un poder adquisitivo que se redujo ya en un 45%, dada la inflación hasta agosto. El congelamiento de los importes durante todo este año distorsionó la carga tributaria.
Desde 2018 rige un mecanismo de reajuste de todas las variables de Ganancias, que se hace en función de la evolución de un índice salarial y que se efectiviza en cada enero. Pero, en el contexto de una inflación como la actual, que en agosto fue de 124,4% interanual, una actualización de carácter anual resulta muy insuficiente.
Otro factor que desnaturaliza el impuesto y no permite una correcta medición de la capacidad contributiva, es la falta de actualización de las cifras deducibles (de los montos que se descuentan del ingreso antes de hacerse el cálculo del impuesto) por familiares a cargo o por ciertos gastos, como alquileres o salarios del servicio doméstico. En este caso, las cifras son también las mismas que rigen desde enero, y este tema afecta tanto a los autónomos como a los asalariados y jubilados.
Según datos de Economía, están inscriptas en autónomos 987.000 personas, de las cuales 286.000 son directores de sociedades anónimas; 364.000, comerciantes, y 337.000, profesionales y prestadores de servicios. En el caso de los directores, si bien pagan el aporte del sistema de seguridad social, sus ingresos mayoritarios son honorarios de directorio o bonos de empresas, con un tratamiento especial en cuanto a Ganancias; para ese grupo no habrá modificaciones.