Ganancias: desde octubre el piso para tributar será de $1.980.000, ¿cuánto pagarán quienes quedan alcanzados?

El impuesto a las ganancias alcanzará en los últimos meses de este año a los empleados con remuneraciones superiores a los $1.980.000. Así, mientras que quienes tengan salarios inferiores a ese monto quedarán liberados de la carga fiscal, quienes la superen –es decir, los empleados que están en la parte más alta de la pirámide de ingresos- tendrán un alivio muy significativo respecto de lo que venían tributando. El cambio les podría significar hasta algo más de $500.000 adicionales en sus bolsillos, con un efecto que, para el conjunto de los alcanzados, será de entre 18% y 39%, aproximadamente, en el sueldo en mano.

El nuevo piso para tributar, que equivale a un salario neto de aportes a la seguridad social de $1.817.255,58 quedó definida esta tarde, luego de que el Ministerio de Trabajo anunció, tras una reunión del grupo de trabajo encargado del tema, que el salario mínimo, vital y móvil (SMVM) será en octubre de $132.000. Hasta este mes están alcanzados por el tributo los trabajadores bajo relación de dependencia y los jubilados con sueldos y haberes brutos mayores a $700.875 en bruto ($581.726 neto de los descuentos).

Según el decreto 473, a partir de las remuneraciones devengadas desde el 1° de octubre la menor remuneración alcanzada por Ganancias será de un monto equivalente al salario mínimo multiplicado por 15. En el actual mes de septiembre esa cifra es de $1.770.000, pero hoy se decidió que para el mes próximo habrá una suba de 15% del sueldo básico, y eso define cuál será en los últimos meses del año piso para quedar alcanzado por los descuentos en concepto del tributo. De acuerdo con lo establecido, la base para tributar será la misma en noviembre y hasta lo percibido en diciembre, aun cuando el salario mínimo será diferente en esos meses.

Las modificaciones dispuestas por el Gobierno en tiempos de campaña electoral no solo dejan al margen de la imposición a quienes tienen una remuneración inferior a los $1.980.000. También provocan un alivio significativo en el monto del impuesto para quienes seguirán alcanzados.

La reducción del descuento ocurrirá porque, solo por los próximos meses, el impuesto se calculará con una nueva tabla de alícuotas, establecida por la resolución 5417 de la AFIP. Así, según cálculos hechos por LA NACION, a un empleado con un salario bruto de $2.100.000, que no tenga declarada ninguna deducción ni por familiares ni por gastos, le descontarán por Ganancias $36.619 mensuales, mientras que el impuesto habría sido de $561.930 sin las modificaciones recientes.

Así, para alguien con ese ingreso habrá un beneficio de hasta $525.311 mensuales, traducido en una mejora de más de 38% del ingreso de bolsillo. El número depende, en rigor, de las deducciones declaradas por la persona ya que, en caso de tenerlas, estuvo pagando un impuesto menor y, por tanto, el efecto de la medida también es de menor cuantía.

El monto de la imposición mencionado corresponde únicamente al salario mensual ya que, para simplificar, no se agregó al cálculo el proporcional del aguinaldo de diciembre, que impactaría en ambos escenarios. “Al superarse el umbral de los 15 SMVM se grava la compensación en concepto del sueldo anual complementario devengado”, recuerdan Cecilia Núñez y Gisele González, directora de Global Mobility Services y Gerente senior Global Mobility y Tax & Legal de KPMG Argentina, con quienes LA NACION chequeó los cálculos. Las empresas agregan cada mes, al ingreso sobre el que calcularán el tributo, una doceava parte del sueldo, de manera tal que la carga fiscal correspondiente al aguinaldo quede repartida en todo el año. Al momento del pago de esa prestación, se hacen los ajustes que resulten necesarios.

Qué pasará con el aguinaldo

De acuerdo con las reglas que regirán entre octubre y fin de año, el aguinaldo no estará sujeto a Ganancias si la remuneración mensual del empleado, o bien el salario promedio del segundo semestre, no superan los 15 SMVM, según el valor vigente en octubre; es decir, si no superan los $1.980.000. Esta decisión provocará una devolución de montos ya descontados en lo que va del actual semestre, ya que –como se suponía que para los sueldos de más de $700.875 el aguinaldo estaría sujeto a la imposición-, se hicieron descuentos proporcionales por la prestación.

El beneficio para asalariados de ingresos medio altos y altos se da en el marco del llamado “plan platita” lanzado por el ministro de Economía y candidato a presidente Sergio Massa. Es un programa que, según advierten los economistas, disparará una mayor emisión de pesos y esos tendrá efectos inflacionarios, porque no se previó cómo compensar el efecto de una menor recaudación y de un mayor gasto en un Estado deficitario, que debe atender las necesidades de una población con más de 40% de pobreza.

En tanto, alguien con una remuneración de $5.000.000, tendrá un impuesto mensual de $1.005.843,44, mientras que sin los cambios habría sido de $1.576.930,23, con lo que obtiene una diferencia de $571.086,79 o de 17,5% en el salario de bolsillo.

En un salario bruto de $2.500.000, el menor monto a pagar resultará muy similar a la del caso anterior, con lo cual la mejora en el bolsillo será en este caso de más de 38%.

Los cambios que regirán desde los ingresos del mes próximo (en general, percibidos en noviembre), no modificarán lo retenido por los salarios de enero a septiembre. Además, según especifican Núñez y González, para evaluar la situación de los empleados a octubre no se tendrá en cuenta el monto de ingresos acumulado en lo que va del año. Es decir, si bien Ganancias es un impuesto anual, se calculará ahora con parámetros solo mensuales.

Esas y otras modificaciones, junto con la falta de precisiones y los espacios que consideran que quedaron abiertos para diferentes interpretaciones, hicieron que las empresas de software que preparan los sistemas para liquidar salarios advirtieran que hay dificultades para hacer las adecuaciones necesarias en tiempo y forma. Las autoridades de la Cámara de la Industria del Software (Cessi) se reunieron esta semana con funcionarios de Economía para plantear el tema.

Más allá de esas dudas para la implementación, no pocos economistas y tributaristas plantean que la reforma del impuesto (que tiene un capítulo de cambios más estables en el proyecto de ley que avanza en el Congreso) debería haber contemplado otras cuestiones para devolverle progresividad a la carga, y no hacerse sin la contraparte de cubrir el agravamiento del déficit fiscal que provocará.

La medida recibe también cuestionamientos desde el punto de vista de la equidad. “Se exime del pago de ganancias a trabajadores que pertenecen al 5% de personas con mayores salarios en la distribución del ingreso del país, no ayudando precisamente a mejorar esa distribución”, señalan en un informe los economistas Marcelo Capello Laura Caullo y Azul Chincarini, del Ieral de Fundación Mediterránea. “Ahora solo que se corre, significativamente, el monto de ingresos a partir del cual se comienza a pagar el impuesto, pasando a ser Argentina uno de los países latinoamericanos que aplica el impuesto desde ingresos más altos”, analizan respecto de una carga fiscal que, en general, es considerada en el mundo como una de las más progresivas.

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