La lógica local volvió a primar sobre la nacional en la nueva tanda de elecciones anticipadas en las que, sin embargo, los principales aspirantes a la Presidencia buscaron sacar rédito público de los resultados cuando faltan apenas dos semanas para el decisivo cierre de listas.
El desglose de los números muestra cómo le cuesta al kirchnerismo retener su base electoral en los distritos donde no gobierna. Ratifica la tendencia de los oficialismos a mantener el poder, con excepción de aquellos en los que surge una disidencia desde dentro del sistema (esta vez ocurrió en San Luis) y vuelve a exhibir la dificultad de los libertarios para instalarse cuando Javier Milei no figura en la boleta.
Juntos por el Cambio tuvo su noche de mayores festejos en lo que va del año electoral, justo cuando atraviesa el momento más delicado la relación entre sus dos principales candidatos presidenciales, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullirch. San Luis, Mendoza y Corrientes se pintaron del color opositor. Los dos volaron en busca de fotos con ganadores, aunque parece exagerado sostener que hayan tenido algún papel en la victoria. Al peronismo le quedó el consuelo de Tucumán, donde ganó sin sobresaltos a pesar de la crisis que se desató con el fallo de la Corte Suprema que le impidió competir a Juan Manzur como vicegobernador.
Tucumán
El ministro Wado de Pedro se apuró a posar entre los ganadores Osvaldo Jaldo y Juan Manzur en la casa de gobierno de Tucumán. En su intento por instalarse como candidato presidencial, se ganó su trofeo no tanto por su cercanía con los ganadores (no son ni de cerca de La Cámpora ni del kirchnerismo) sino por la asistencia de fondos que destrabó desde el Ministerio del Interior para cumplir con las necesidades electorales del peronismo disparadas por el cambio de fecha de los comicios obligado por el fallo de la Corte.
Alberto Fernández, que en algún momento vio a Manzur como su aliado para independizarse del kirchnerismo, viaja este lunes a reclamar su parte del festejo. Sergio Massa se mantuvo distante, aunque los tucumanos le reconocen también el apoyo financiero de última hora.
Jaldo superó el 56% de los votos, un caudal que supera el 50,7% que había obtenido Manzur en 2019. Eso sí, la diferencia con la oposición de Juntos por el Cambio fue algo menor: le sacó 23 puntos en lugar de los 30 de hace cuatro años.
La fórmula Roberto Sánchez-Germán Alfaro sacó 33% y ahora cruza los dedos para retener la intendencia de San Miguel de Tucumán, donde se suspendió el recuento con un empate casi absoluto. Fueron bendecidos por Bullrich y por Larreta, sin suficiente impulso como para desafiar al oficialismo.
En 2021 habían quedado más cerca en las legislativas nacionales, en las que el Frente de Todos ganó por apenas dos puntos de diferencia en medio de una gran debacle en todo el país. Ese resultado, aunque agónico, catapultó a Manzur a la Jefatura de Gabinete de Fernández.
Tucumán era otro laboratorio del experimento libertario. Milei jugó fuerte con Ricardo Bussi, con spots y visitas a la provincia. Pero el resultado no pudo ser más decepcionante: la boleta de La Libertad Avanza rozó los 4 puntos, casi 10 puntos menos que los que Bussi había sacado en 2019 con Fuerza Republicana, el partido sin vínculos nacionales que fundó su padre en los años 80. Para Milei es otra frustración, como las vividas en Neuquén, Río Negro, La Rioja y Tierra del Fuego, donde no pudo alcanzar cifras acordes a la expectativa que él genera en las encuestas presidenciales.
San Luis
Claudio Poggi dio el gran golpe contra el oficialismo del gobernador Alberto Rodríguez Saá. Larreta viajó para sumarse a la foto del festejo junto a Gerardo Morales y Martín Lousteau, entre otros aliados. Pero, ¿fue realmente un vuelco en la historia de la provincia dominada desde 1983 por la familia Rodríguez Saá?
La respuesta llegará con el tiempo. El peronista Poggi ya había sido gobernador impulsado por Adolfo Rodríguez Saá, que ahora -peleado con su hermano- volcó su apoyo a la oposición. Larreta fue el principal defensor de la alianza con Poggi y por eso reclamó su lugar en la celebración, a la que no se sumó Bullrich.
Fue una elección extremadamente polarizada. Poggi sacó 53,2%, 18 puntos más de lo que había obtenido en 2019 cuando también desafío a Alberto Rodríguez Saá. Dos años después, en las legislativas nacionales, creció hasta 46% para ganar las dos bancas de senador por la mayoría.
El oficialismo perdió el poder pero no sufrió una sangría de votos. En realidad, el candidato Jorge Fernández consiguió más votos que los que le permitieron ganar al actual gobernador en 2021 y mantuvo los 45 puntos de las legislativas de 2021. La clave fue la unión de toda la oposición: de hecho en 2019 Adolfo Rodríguez Saá había competido con fórmula propia y sacó el 22% de los votos.
El kirchnerismo quedó con las manos vacíos. Está integrado al gobierno local, a pesar de que “El Alberto” se distanció de Cristina Kirchner el año pasado y coqueteó con sumarse al peronismo federal de Juan Schiaretti. Ahora, también se despegó del cordobés para no quedar pegado a sus negociaciones con el larretismo.
Los libertarios de Milei no hicieron pie en tierra puntana.
Mendoza
Las PASO a gobernador dejaron bien posicionado al radical Alfredo Cornejo, un hombre con ambición de protagonismo en el escenario nacional. Bullrich estuvo a su lado en el escenario de los festejos. Lo considera un aliado en la batalla con el larretismo. El jefe porteño celebró a la distancia y mandó a su funcionario Fernando Straface.
Cornejo fue el candidato más votado, con el 26% de los votos, pero tuvo una contienda interna más difícil de lo esperado con el diputado Luis Petri. Entre los dos sumaron 42 puntos, nueve menos de los que Juntos por el Cambio obtuvo en 2019 cuando se consagró gobernador Rodolfo Suarez.
Pesó en esa merma la disidencia que planteó Omar De Marchi, hombre del Pro que fue muy relevante en el armado de Larreta y que decidió romper con la coalición para presentar un frente propio. Sumó a dirigentes libertarios y alcanzó el segundo lugar, con 20%. Larreta dijo siempre que no apoyaba la fractura promovida por De Marchi, pero hay que rastrear en ese acto la frialdad de Cornejo con el jefe porteño.
Un dato saliente de la elección mendocina es el desastre electoral del kirchnerismo. Si se repiten estos resultados en las generales de septiembre, será la peor elección histórica del peronismo en la provincia. Los cuatro candidatos del Frente de Todos sumaron 15,7% de los votos. El que quedó en pie fue Omar Parisi, que logró apenas 6 puntos. Representó a la camporista Anabel Fernández Sagasti, que lidera el peronismo mendocino con el respaldo incondicional de Cristina Kirchner. Ella había sacado 36% en 2019 y en las legislativas nacionales de 2021 cayó a 26%. La caída sigue.
Massa tampoco tuvo nada para celebrar en Cuyo. Esta vez ni se presentó su aliado José Luis Ramón, que había captado casi 9% hace cuatro años.
Corrientes
El radical Gustavo Valdés mantuvo su rumbo demoledor en la provincia litoraleña. Su caudal en las elecciones de senadores y diputados provinciales vuelve a ubicarlo por encima de los dos tercios de los votos.
Larreta primereó a Bullrich al viajar a la provincia para garantizarse su foto con el ganador. Pero lejos está Valdés de haber definido sus preferencias en la interna presidencial de Juntos por el Cambio. El gobernador juega a la equidistancia por ahora, a la espera de los próximos movimientos. Siempre se le adjudicó vocación de saltar a un cargo importante nacional (acaso una candidatura a vicepresidente). Lo que está claro es que este resultado lo eleva entre los referentes del radicalismo con influencia en las grandes decisiones.
El peronismo no logra torcer su rumbo errático. Se quedó en poco más del 25% de los votos.
Córdoba
También había expectativa por Córdoba, que fue el epicentro de la batalla opositora la última semana a partir del intento de Larreta de aliarse con el gobernador peronista Juan Schiaretti. Unas 30 ciudades y comunas del interior fueron a las urnas en la continuidad del calendario que comenzó el año pasado en Marcos Juárez y que tendrá su día más fuerte el próximo 25, cuando se elige gobernador y 229 intendentes.
JxC perdió Morteros, Montecristo y Agua de Oro, aunque logró retener dos localidades importantes, como Villa Dolores y Jesús María. El peronismo local de Schiaretti celebró haber recuperado varios distritos y ganó también con contundencia en Villa General Belgrano. El kirchnerismo retuvo Leones.
Sin presidenciables a la vista, Luis Juez celebró el triunfo de sus aliados en Jesús María y mandó un fuerte mensaje contra Larreta: le advirtió que no pise la provincia si sostiene la intención de aliarse con Schiaretti.