El papa Francisco recibió esta mañana en una audiencia al arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, en momentos en que se espera una definición sobre la designación de su sucesor. Según informaron fuentes del Vaticano a LA NACION, el encuentro tuvo lugar en el Palacio Apostólico, el día en el que se cumplen exactamente diez años de que el cardenal primado tomó posesión de la principal sede eclesiástica en la Argentina, al suceder en ese momento al arzobispo Jorge Bergoglio.
Fuentes vinculadas a la Iglesia apuntaron que el encuentro tuvo carácter protocolar, como lo muestra el hecho de que la reunión se celebró en el Palacio Apostólico y se publicó en el boletín de la Santa Sede.
¡Ah, pero Aracre!
Además de recibir a Poli, Francisco mantuvo audiencias con los cardenales Luis Francisco Ladaria Ferrer, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Luis Antonio Tagle, proprefecto del Dicasterio para la Evangelización, entre otros.
No hay pistas firmes sobre el posible sucesor de Poli. En medios eclesiásticos se especula con que podría ser algún arzobispo –algunas fuentes eclesiásticas mencionan a Carlos Azpiroz Costa (Bahía Blanca), Jorge Lozano (San Juan) y Víctor Manuel Fernández (La Plata)-, pero a la vez se estima como muy probable una designación sorpresiva.
Ante una definición que se espera inminente, Poli ensayó una virtual despedida en una de las celebraciones de la Semana Santa en la Catedral de Buenos Aires, en marzo pasado, cuando dijo: “Intuyo que esta puede ser la última Misa Crismal que presido”, en relación con la tradicional celebración del Jueves Santo que los obispos comparten con los sacerdotes de su diócesis.
“Como ustedes saben, a los 75 años los obispos presentamos al Santo Padre nuestra disposición, y fue aceptada, pero además me dio una yapa: ‘Quedate hasta que venga el próximo’”, reveló el cardenal primado en esa ocasión. Y agregó que le pedía a Dios “que pueda participar muchas veces del calor sacerdotal que ustedes ponen en esta misa”.
Lo acompañaban en ese momento el nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, y sus obispos auxiliares.
Consideró entonces que “las renuncias son muy buenas” y puso como ejemplo la dimisión de Benedicto XVI, en febrero de 2013, que permitió la posterior elección de Francisco en el Vaticano. “Miren lo que nos regaló Dios a partir de esa renuncia. Dios hace de nuestra renuncia una primavera en la Iglesia, aires nuevos; eso es hermoso, es nuestra Iglesia, la Iglesia Católica”.
Poli, que acompañó al cardenal Bergoglio como obispo y vicario episcopal de la zona de Flores, estaba al frente de la diócesis de Santa Rosa cuando el Papa lo designó arzobispo de Buenos Aires.
A finales de 2021, el Arzobispado de Buenos Aires recibió una auditoría de la Santa Sede, que observó algunas inconsistencias en la administración y venta de inmuebles de la sede eclesiástica. Cuando el informe se conoció, en mayo del año pasado, Poli viajó a Roma, donde fue recibido por Francisco, quien le transmitió su respaldo y confianza.