MADRID.- La candidatura a presidente del gobierno español del líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, se encamina al fracaso. En su discurso de investidura este martes apuntó contra su rival, el primer ministro Pedro Sánchez, e intentó convencer a los miembros de la Cámara baja para que le permitan formar el próximo gobierno del país, un esfuerzo que se cree que será infructuoso en dos rondas de votaciones esta semana en el Congreso de los Diputados, donde se espera que pierda.
Pese a que el líder de los conservadores, de 62 años, ganó las legislativas del 23 de julio, su victoria estuvo lejos de lograr una mayoría absoluta en la cámara de 350 escaños, lo que planteó un escenario difícil para llegar al poder. Incluso con el apoyo de la extrema derecha de Vox y un par de pequeños partidos regionales, Feijóo no logrará previsiblemente conseguir una mayoría de apoyos en el Congreso que le permita ser investido.
Otros partidos más pequeños se han negado a prestar sus votos, alegando que no querrían facilitar una coalición con un partido de extrema derecha.
Consciente de su falta de apoyo para formar gobierno, el líder del PP se enfocó en cuestionar las negociaciones entre el PSOE y los independentistas, y se distanció al decir que “ningún fin justifica los medios”.
“Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del gobierno”, afirmó Feijóo, provocando la risa de toda la bancada socialista. “Reitero por si hay una bancada que no me ha oído con perfección. Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del Gobierno pero no acepto pagar el precio que me piden para serlo”.
Ni bien comenzó el discurso, que duró una hora y 50 minutos, Feijóo acusó a Sánchez de estar dispuesto de ceder a las demandas de los independentistas catalanes para mantenerse en el poder. “Ni siquiera la presidencia del gobierno justifica los medios”, sentenció. “No es aceptable ni jurídica ni éticamente”.
“No estoy de acuerdo, y lo digo claramente, es en que se pretendan sustituir los derechos que corresponden a las personas por derechos de territorio”, indicó Feijóo. Y agregó: “tampoco comparto convertir negociaciones que deben ser multilaterales en conversaciones secretas a dos”.
Feijóo: “Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del Gobierno. Reitero por si hay una bancada que no me ha oído con perfección. Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del Gobierno pero no acepto pagar el precio que me piden para serlo” pic.twitter.com/whVl1Z8vDb
— EL ESPAÑOL (@elespanolcom) September 26, 2023
El líder del PP se refirió luego a la relación entre su partido y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez: “A mí me parece una anomalía la incomunicación entre el PP y el PSOE. Lo digo abiertamente. Es lo que he pensado siempre. Sería lo lógico en democracia para los grandes acuerdos que los dos partidos que han alternado en el Gobierno de España se entiendan”.
En un guiño a los partidos nacionalistas, Feijóo aseguró que no espera tener “un país de pensamiento único” y que acepta “con normalidad la sociedad plural que enriquece a España”. “De hecho, creo que no será sencillo encontrar en la política nacional presente o pasada otro presidente tan sensible al autonomismo, a la importancia de las lenguas cooficiales y a las particularidades territoriales”, dijo.
“Jamás les diré que sí a todo, pero no tengo ninguna duda de que a Cataluña y al País Vasco les vendría bien un presidente del Gobierno que no vaya a engañar a sus ciudadanos”, indicó.
Luego, Feijóo apeló directamente a los parlamentarios del partido conservador vasco PNV – que se niega a formar un acuerdo que pueda asociarlos con Vox- y al partido separatista catalán Junts– en conversaciones con el PSOE-. “A mí no me han votado para entregarles la autodeterminación o la amnistía. ¿Los han votado a ustedes para que se aplique la política económica de Podemos?”.
Los votos
Según la Constitución española, Feijóo enfrentará dos votaciones de investidura, la primera este miércoles, en la que necesitará 176 votos para imponerse. Si no alcanza esa cifra, el límite se rebajará el viernes para la segunda votación, donde sólo necesitará más votos a favor que en contra, lo que abre la opción de que las abstenciones decidan el resultado.
Los 137 escaños del Partido Popular le convierte en el grupo más grande en el Congreso de Diputados. Pero incluso con los 33 de Vox y de dos partidos conservadores pequeños de Navarra e Islas Canarias, le faltan cuatro votos.
Tras su discurso, la vocera del grupo parlamentario de Vox, Pepa Millán, confirmó que el partido votará a favor de la investidura de Feijóo luego de que el aspirante “haya incorporado [a su discurso] algunos planteamientos de Vox”, puntualmente al asumir que existe “adoctrinamiento en la escuela” y al condenar la “dictadura de los activistas” climáticos y la “visión apocalíptica” de quienes alertar sobre el calentamiento global.
“No es tiempo para la duda y el partidismo, sino de firmeza y patriotismo”, declaró Millán.
Si Feijóo no logra ser investido, entonces el presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, tendrá su oportunidad para quedarse en el Palacio de la Moncloa, si el líder socialista de centroizquierda logra reunir suficientes apoyos entre legisladores de un grupo de partidos izquierdistas, regionalistas e incluso separatistas.
Además de convencer a legisladores conservadores del País Vasco, Sánchez tendría que persuadir a partidos separatistas de la región nororiental de Cataluña, que a cambio de su apoyo han reclamado una amnistía para cientos de personas implicadas en un intento fallido de secesión en 2017 y en las protestas contra la posterior represión de las autoridades españolas.
En un contexto de inestabilidad política en España, analistas advierten contra dar por totalmente derrotado a Feijóo de cara al futuro.
“Todo parecía indicar que con los resultados de las elecciones Feijóo ya había perdido su momento y que sería desplazado de la presidencia del PP” pero “tiene margen aún”, estimó Oriol Bartomeus, politólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Si Feijóo no logra formar gobierno, comenzaría de forma automática un periodo de dos meses en el que Sánchez intentará hacerlo. Si él también fracasa, entonces el Congreso se disolvería el 27 de noviembre y se convocarían nuevas elecciones para el 14 de enero.
Agencias AP, AFP, Reuters y diario El País