ROSARIO.- La exportación de tecnología de siembra directa y maquinaria agrícola fueron uno de los ejes en los que se hizo foco en un panel en el Congreso de Aapresid en el Salón Metropolitano de esta ciudad. También todo lo que implica y hay detrás de los productos o servicios que se envían al exterior donde, si bien es “fácil abrir un mercado”, resulta más “difícil sostenerlo”. “Los argentinos exportamos impuestos”, dijeron.
Le ganó un juicio al Estado y sentó un precedente inédito para el campo
Durante la charla, de la que participaron Bernardo Piazzardi, de la Universidad Austral; Jorge López Menéndez, productor en Sierra Leona; José Luis Dassie, director de Metalfor; Adrián Scarpeccio, presidente de SuperWalter, hablaron sobre las oportunidades de exportación de conocimiento, el mercado, pero también sobre la falta de previsibilidad que impacta en las ventas al exterior.
“El desafío es lograr en Sierra Leona lo que se hizo en la Argentina y es lo que estamos intentando en el continente africano”, dijo López Menéndez. En tanto, Scarpeccio contó que a lo largo de los años han participado de ferias de tecnología en distintos países donde buscan vender. “Hemos tomado coraje de salir a los países vecinos y hemos comprobado que nuestros productos son muy competitivos, porque nuestros agricultores nos hicieron hacer muy competitivos”, dijo y explicó que la empresa exporta el 5% de lo que se fabrica a los países vecinos. En tanto, con Rusia si bien tienen mucho contacto, tras la guerra está todo parado con problemas de “cobranza”.
Dassie, en tanto, ponderó el sistema de siembra directa, la evolución en los equipos, pero alertó al referirse a la coyuntura: “Hoy se trabaja con cosas completamente impensadas en un sistema que es exitoso en la Argentina, pero que al momento de exportar estos conocimientos surgen problemas inesperados”.
Los desafíos comienzan a la hora de apuntar al exterior. “Desde el sector privado se hace un esfuerzo importante y a veces no tenemos el acompañamiento y decisión política que esto perdure en el tiempo”, mencionó.
Recordó que la firma exporta desde hace 25 años y que tiene máquinas en más de 30 países. “Cada mercado es fácil de abrir, no es muy difícil… Lo difícil es sostenerlo, es seguir alimentando ese mercado, porque tenemos que hacer un esfuerzo para desarrollar la posventa, pero adicionalmente están los cambios de las reglas del juego internas. Hoy tenemos reglas de juego que son totalmente diferentes a las que teníamos 10 años atrás”, detalló.
“En la Argentina somos los únicos que en definitiva soporta las retenciones, pero en el resto del mundo tiene subsidios; en la mayoría cobran incentivos. No hay restricciones y así y todo aún con las retenciones internas el sector agro es competitivo. Los mayores generadores de divisas vienen del sector agro y agroindustrial. ¿Cómo no tenemos un desarrollo de una política como empresario, como cámara, como diferentes patas de lo mismo, que queremos poder exportar más y mejor, y esto con todos los beneficios que tiene para el medioambiente? Puede llegar a ser un gran negocio y doble beneficio para ese lado”, reflexionó.
Explicó que para el sector de la maquinaria agrícola no es solo exportar un fierro. “Los argentinos exportamos impuestos. El impuesto a los ingresos brutos es parte de nuestros costos de exportación, el de bienes personales, el impuesto al trabajo, la falta de previsibilidad de trabajo, todas esas cosas terminan impactando negativamente en poder ser competitivo y sostener una exportación”, enumeró. Sostuvo que para mantener un mercado externo se tiene que poner precios que son irrisorios muchas veces para sostener ese negocio.
“Es muy difícil cambiar o hacer una variación muy alta entre la producción de un año y otro, porque cuesta mucho generar una estructura fabril que atienda una determinada demanda y capacidad productiva. Tener el capital de trabajo en la Argentina es un desafío”, afirmó.
Planteó que en este momento es un desafío poder pensar de qué forma el sector puede plantearle a los políticos de turno que es el sector que genera alimentos y dólares para el país. “Si somos esas dos cosas, ¿por qué nos pintan tan feo?”, lanzó.