ROSARIO.- En los últimos cuatro años los productores han sufrido la quita de casi US$100.000 millones por los derechos de exportación, el diferencial cambiario y los efectos de la sequía. El dato surge del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), según contó Nicolás Pino, presidente de la entidad, en el seminario de la Asociación de la Cadena de la Soja (Acsoja) realizado en la Bolsa de Comercio de esta ciudad.
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“Desde la instalación del cepo cambiario, los productores hemos sufrido la quita de casi 100.000 millones de dólares. El productor sojero sufrió una quita real de su ingreso del 68%, es decir, US$42.000 millones de derechos de exportación, US$37.000 millones por tipo de cambio y US$24.000 millones por la sequía”, puntualizó. Los datos van desde septiembre de 2019 a agosto de 2023.
Según explicó el ruralista, esto era el capital de trabajo de todos los productores. “Si se ve el escenario, estamos desplatados, sin financiación y con niveles angustiantes deflacionarios en el país. Si Dios quiere, el [fenómeno] Niño va a venir en el país, es lo que sabemos y estamos obligados a hacer como una muestra de cosas, y hacer las cosas que hay que hacer. Por ejemplo, que la política mejore los números macroeconómicos y que nosotros tengamos la posibilidad de hacer lo que tenemos que hacer y tiene que ser nuestro compromiso: producir más y mejor para una Argentina que tiene que cambiar”, afirmó el presidente de la Rural.
Por su parte, Jorge Chemes, presidente Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), indicó que en el agro “hay un ambiente de incertidumbre, de falta de confianza”, de que no se sabe qué medidas tomar. “No hay un mensaje claro ni siquiera de quienes van a gobernar a partir del 10 de diciembre. La falta de previsibilidad es una de las peores medidas que pueden surgir para el campo. Estamos complicados y en cierta medida preocupados”, dijo.
En tanto, Elbio Laucirica, presidente de Coninagro, alertó sobre la inflación. “Eso es algo que nos afecta: que no se vaya a romper el tractor porque no sabés cuánto va a salir el repuesto, y si los vas a conseguir no sabés a qué precio te los van a facturar. Esta es la realidad con la que hay que vivir. Las oportunidades que tiene nuestro país son muy buenas. Estamos en un lugar donde todavía está pegando la sequía, esto es algo que no lo podemos manejar, es una cosa que tenemos que tener en consideración. Los productores cooperativistas tratamos de asociarnos para buscar soluciones cuando no las recibís, por ejemplo, del gobierno. Tratamos de buscar soluciones que nos puedan ir aportando, hay productores que están en una situación complicada, otros en una situación más complicada, pero en todos hay una tenacidad, firmeza y garra, no solo por las familias, sino que otros tienen empleados”, indicó.
Pino acotó que la cadena de la soja aspira a volver a cosechar entre 60 y 65 millones de toneladas, porque está el potencial industrial para procesarlo. Dijo que se requiere recuperar el capital de trabajo. “Necesitamos, en función de los que están más o menos complicados, créditos, porque si no es muy difícil avanzar. Los productores uruguayos tampoco están en una panacea, porque tienen costos altísimos y nosotros tenemos derechos de exportación. Pero en Uruguay la soja vale US$500, y en la Argentina con este nuevo invento cobramos US$270 y si no vendiste hoy cobrás US$170. Necesitamos reglas claras. No está tan difícil, pero hay que ordenar las cosas”, puntualizó.
Lauciria agregó que “hoy el sector está en una situación parecida a la hiperinflación”. Expresó que, a pesar de la alternancia política, no se ha logrado tener una política de Estado que de previsibilidad, confianza, reglas claras. “Indudablemente, necesitamos previsibilidad. Cuando hablamos de políticas de Estado hablamos de prácticas agrícolas que las necesitamos mucho más de lo que se viene haciendo en el medioambiente y los recursos naturales”, aclaró.
Según sostuvo, desde la Mesa de Enlace no se quedan en la queja, sino en la propuesta, tal y como sucedió en el último tiempo donde cada una de las entidades presentó no solo al Gobierno 14 puntos a trabajar con el agro, sino que cada entidad ha presentado una propuesta en sus respectivos eventos a los candidatos presidenciales. “En Coninagro presentamos el campo y la política. Podría ser un corte y pegue, porque los problemas son los mismos. Cuando decimos que tenemos propuestas y que tenemos planes, son varios que queremos presentar. Hay propuestas de generar trabajo genuino y esto significaría que el sector sea parte de la solución y no parte del problema”, puntualizó.
En este contexto, el presidente de la Rural remarcó: “Creemos en lo que hacemos, en lo inmediato, con las condiciones dadas. Vamos a zafar de este momento, si el clima ayuda. En menos de un año, seguramente, vamos a estar con otras caras. Los políticos tienen que entender que ejercer la política es un servicio y no quiere decir que vas a tener que inmolarte. Está en nosotros decirles: señores basta, no andemos más por donde no hay que andar. Vamos a tener que poner un sobrecito para poner a la Argentina que viene”.
Crisis
En el seminario, en el discurso de apertura Rodolfo Rossi, presidente de Acsoja, alertó entre otros puntos sobre el estancamiento de la producción de la oleaginosa y culpó a las retenciones. “Desde 2016, los altos impuestos a la exportación, en definitiva, impuestos al precio, y principalmente en relación con otros cultivos, han generado una dramática reducción del área de siembra, menor uso de tecnología y reemplazo de superficie por otros cultivos”, dijo.
“Si bien es evidente y positivo que se han visto favorecidas las rotaciones que son la base de la sustentabilidad del complejo, en definitiva no ha crecido el área total de los principales cultivos, habiendo maneras de poder crecer sustentablemente. Los rendimientos unitarios de soja, se han visto afectados por varios años de sequía, y por la mayor proporción de siembra de segunda, de menor potencial, que creció de un 16% al 38%, caso único en relación a los principales países productores”, apuntó.
En otro tramo de su discurso Rossi indicó: “La Argentina tiene capacidad para aumentar el área de siembra de manera sustentable, con tecnologías ya desarrolladas, y las por venir, y mejorando los rindes unitarios de todos los cultivos. En este sentido, la cadena de soja está focalizada en revertir la tendencia negativa de estos años. Pero, con la continuidad de las políticas actuales será imposible lograr resultados positivos en esta ecuación. Por ello se han fijado prioridades para un nuevo momento, que se han expresado frente a las potenciales autoridades que asumirán en un nuevo gobierno”.
Añadió: “Es imperioso un cambio en el asfixiante sistema impositivo, y en lograr un tipo de cambio único. Los programas llamados dólar soja, han hecho un daño profundo en la cadena, afectando la confianza y las herramientas del mercado”.