Los principales referentes de Juntos por el Cambio (JxC) cerraron filas hoy para exhibir un fuerte respaldo al gobernador de Jujuy y titular de la UCR, Gerardo Morales, tras una jornada de violentas protestas en la ciudad de San Salvador en contra de la nueva Constitución local. Frente a la grave crisis en Jujuy, los presidenciables Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta se reunieron en la sede nacional de Pro y se mostraron abroquelados junto a las máximas autoridades partidarias y parlamentarias de la principal fuerza opositora.
En una conferencia de prensa conjunta, los líderes opositores se solidarizaron con Morales ante lo que consideraron un “atropello descomunal” sobre las instituciones y repudiaron las manifestaciones violentas de dirigentes de la izquierda y del kirchnerismo, que intentaron ingresar a la sede del Poder Legislativo para frenar la aprobación de la nueva Carta Magna de la provincia.
Incidentes en Jujuy, en vivo: Juntos por el Cambio denunció al Gobierno por la violencia en la provincia y vinculó la situación “al drama de Chaco”
En medio de las negociaciones frenéticas por el cierre de listas electorales con vistas a las PASO, los jefes opositores lograron dejar de lado sus diferencias por unas horas y exhibir una señal de articulación para darle un espaldarazo a Morales por la crisis. Tanto Larreta y Bullrich como el radical Martín Lousteau, Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal) o José Luis Espert (Avanza Libertad) coincidieron en apuntar contra el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner por el violento ataque de los manifestantes a Legislatura provincial y las protestas en las rutas de Jujuy contra los cambios en la Constitución.
Bullrich advirtió que en Jujuy actuaron organizaciones “financiadas” por el kirchnerismo. Y acusó a las autoridades nacionales de operar para “sembrar el caos y la violencia” en el territorio jujeño para desviar la atención de Chaco, donde Jorge Capitanich, aliado de la Casa Rosada, atraviesa una crisis política por la desaparición y muerte de Cecilia Strzyzowski, un caso que expone una oscura trama vinculada al poder provincial.
“Vamos a defender a Jujuy y sus autoridades legítimas. De ninguna manera puede generar esta situación de violencia y caos con el objetivo de tapar la brutalidad y violencia que se ha generado en Chaco”, enfatizó Bullrich, quien fue la encargada de abrir conferencia de prensa convocada por la mesa nacional de JxC. Dijo que Morales solo cuenta con la policía local para resistir la ola de violencia y denunció a Fernández por no ofrecer asistencia con fuerzas federales ante los cortes de rutas. A su lado, estaba sentado Larreta, quien asentía con la cabeza ante las palabras de la exministra y su contrincante en la interna.
Apenas arribaron al edificio de Balcarce 412, el búnker macrista, los presidenciables de Pro y los altos mandos de JxC –también estuvieron María Eugenia Vidal, Diego Santilli, Cristian Ritondo, Luis Naidenoff, Karina Banfi y Juan Manuel López, entre otros- se recluyeron en el quinto piso del complejo. Allí, mantuvieron una reunión vía Zoom con Morales para evaluar la situación en la provincia. Después de evacuar las dudas -varios lucían azorados por las imágenes que vieron en las pantallas-, organizaron la puesta en escena y bajaron al subsuelo para exponer en la conferencia de prensa.
Silvia Lospennato los recibió para ubicarlos en las banquetas. Acordaron que hablarían Larreta y Bullrich, además de los titulares de los partidos. La exministra buscó capitalizar la jugada de JxC para apuntalar a Morales ante la opinión pública y denunciar al Gobierno. En rigor, no había podido descender en Córdoba por las condiciones climáticas. Apenas aterrizó en Ezeiza coordinó con el resto de los jefes opositores. Hubo intercambio de mensajes durante todo el día. De hecho, consensuaron un comunicado de la mesa nacional en el que manifestaron su “más enérgico repudio y profunda preocupación por la violencia desatada contra el pueblo y las instituciones” en Jujuy.
A su turno, el jefe porteño manifestó “todo su apoyo a Morales” y acusó al gobierno nacional de “promover la violencia para frenar el cambio”. “No hay dudas de que está la mano del kirchnerismo detrás de esto”, enfatizó. Bullrich y Larreta también concordaron en que hay un “modus operandi” del cristinismo de agitar la violencia en las calles. Recordaron, como lo había hecho Mauricio Macri minutos antes en un tuit, el violento ataque al Congreso en 2017 durante el debate por la reforma previsional impulsada por la gestión de Cambiemos.
Los jefes de JxC también defendieron los cambios de la Constitución impulsados por Morales. Por caso, destacaron que elimina fueros o los mandatos indefinidos y reglamenta la protesta social para impedir la “toma” de edificios públicos. Morales bajó dos artículos criticados por los pueblos originarios. Si bien el PJ acompañó la reforma, un sector de la oposición denuncia que la reforma implica un avasallamiento sobre el Poder Judicial y Legislativo. “Jujuy tuvo un proceso de reforma de la Constitución que es un texto de avanzada en materia de los nuevos derechos. El kirchnerismo es un espacio que se la pasa reivindicando las mayorías, cuando la mayoría le da la espalda, eligen la violencia”, lanzó Lousteau, vice de la UCR nacional y líder de Evolución Radical. Minutos antes, Maximiliano Ferraro, titular de la fuerza de Elisa Carrió, cargó contra el kirchnerismo por alentar la “sedición” en Jujuy. “No vamos a permitir que se quiebre el orden institucional”, enfatizó.
A unos metros de Ferraro, Pichetto expresó su “solidaridad” con Morales y advirtió que JxC está del lado de la “ley y el Estado de Derecho. “Reivindicamos a la Nación, no a la patria piquetera”, subrayó. Espert, flamante incorporación del espacio, condenó la violencia y acusó a los manifestantes de cometer un “delito” y atentar contra la Constitución. Sergio Abrevaya (GEN) se sumó a la ola de críticas. Apenas finalizó la conferencia de prensa, los jefes de JxC lucían satisfechos por el gesto de unidad que exhibió el espacio por la crisis en Jujuy, pese a la pelea interna por las candidaturas. “Este es el camino”, comentó Pichetto antes de retirarse.