En Pro ya se preparan para una competencia entre Jorge Macri y un candidato de Larreta en la ciudad

La lucha de poder en Pro por la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta en la ciudad de Buenos Aires, una de las fortalezas electorales de Juntos por el Cambio, adquiere ribetes novelescos. Ya consumada la ruptura entre Mauricio Macri y el jefe porteño por el sistema de votación en el distrito, el primo del expresidente y ministro de Gobierno de Larreta quiere despejar las dudas en torno a su candidatura. Tras regresar de Nueva York, Jorge Macri intentó recuperar el impulso para reposicionarse en la carrera electoral. En un raid mediático repitió que está convencido de que cumple con los requisitos legales para competir en el territorio porteño y advirtió que ya no espera que Larreta baje las postulaciones de Fernán Quirós y Soledad Acuña, dos leales al alcalde, para unificar la candidatura de Pro en la ciudad.

De esa manera, el primo del exmandatario e intendente de Vicente López en uso de licencia escenificó un cambio de estrategia política para convertirse en el sucesor de Larreta. Hasta hace poco, Jorge Macri insistía en que Pro no podía cometer el error de dividir su oferta en el distrito, para evitar que Martín Lousteau, el aspirante de la Unión Cívica Radical (UCR), capitalice esa fragmentación del voto amarillo. Sin embargo, ahora sostiene que no necesita que Larreta desactive las candidaturas de los ministros Quirós (Salud) y Acuña (Educación) para las primarias porteñas. Y los invita a salir a la “cancha” a competir.

¡Ah, pero Aracre!

La jugada fue consensuada con Macri y Patricia Bullrich, contrincante de Larreta en la compulsa por la candidatura presidencial de Pro. En rigor, el macrismo se cansó de esperar que el jefe porteño cumpla con la promesa de ordenar el armado en el bastión de Pro desde 2007, es decir, bajar las postulaciones de Quirós y Acuña para respaldar a Jorge Macri como candidato único. Larreta pretende postergar esa negociación hasta el filo del cierre de listas.

Tras la crisis que generó la decisión de Larreta de convocar a elecciones “concurrentes” en la Ciudad, una forma de separar los comicios a jefe porteño de los nacionales, como le pedía Lousteau, los armadores de Jorge Macri “cerraron la persiana” a una eventual negociación y redefinieron su estrategia: ya trabajan con la hipótesis de que Larreta incumplirá con su palabra y sostendrá la postulación de Quirós. Se convencieron de que el jefe porteño no levantará la carta de su ministro de Salud cuando se enteraron de que designó Álvaro González, uno hombre de su confianza, como jefe de campaña de Quirós. El desafío de González es convertir la imagen positiva de Quirós en intención de voto. “Hace dos meses nos viene mintiendo. Es como pedirle peras al olmo”, vociferan en el comando de Jorge Macri.

Tanto Macri como Bullrich sospechan que Larreta pretende fortalecerse y ubicarse como el gran elector en la Ciudad. A su vez, visualizan que buscará facilitarle de forma solapada un triunfo a Lousteau, su aliado más estrecho en el radicalismo. “Horacio va a tener que explicar por qué el Pro va dividido en la Ciudad, en lugar de mostrar unidad con Mauricio, María Eugenia y Patricia. Eligió privilegiar a Lousteau”, advierten fuentes del macrismo. En otras palabras, lo acusan de poner en riesgo la hegemonía de Pro en la ciudad para fortalecer su plan presidencial y garantizarse el respaldo de una porción del radicalismo.

Con Quirós en la cancha, especulan cerca de Jorge Macri, Lousteau también podría perder adhesiones en el universo “progre” del electorado porteño de JxC. Tras la decisión de Larreta sobre las elecciones “concurrentes”, el ministro se siente más “liberado” para hacer propuestas de campaña y diferenciarse en la política y la gestión de quien, en el organigrama de la Ciudad, es su jefe. “Seguir pidiendo que Horacio baje a Quirós y Acuña es darle un poder que no tiene”, afirman en el ala dura de Pro. Bullrich le advirtió al primo del expresidente que cometía un error al quedar subsumido al dedo de Larreta. “Esto no es Formosa ni Larreta es Gildo Insfrán para decir quién es el candidato”, dijo Juan Pablo Arenaza, jefe de campaña de Bullrich.

El alcalde controla la maquinaria porteña y tiene suficiente despliegue territorial en las comunas para apuntalar un candidato después de ocho años de gestión. Por eso, Larreta le pidió a González que ayude a Quirós con su armado. “En 60 días haremos un corte y veremos quién está mejor. A engordar el ganado”, dicen en el larretismo. ¿Y Acuña? Estuvo con Larreta el lunes y sigue en el ring. Hará lo que le pida el jefe porteño.

Frente a ese escenario, Jorge Macri pretende ahora sacarle el poder de veto a Larreta. “Su candidatura no depende de nadie”, afirman cerca del ministro. Es el mismo argumento que usaba hasta hace poco el jefe porteño cuando le preguntaban si iba a cancelar su proyecto presidencial si Macri jugaba o no.

Por eso, Jorge Macri relativizó el impacto del cambio de sistema electoral en sus posibilidades -al ir desenganchado de la presidencial podría perder la tracción de los candidatos de Pro- y remarcó que está convencido de que le ganará a Lousteau con el respaldo de “la gente”. A su círculo le inquieta la postulación de Ricardo López Murphy, aliado de Bullrich, que podría disputarle el voto del sector liberal y de derecha de JxC.

Jorge Macri también resaltó que está “absolutamente seguro” de que cumple con todos los requisitos legales para postularse. Si bien lo evaluó, no pediría una declaración de certeza. “Ya tiene los avales del partido y tendrá los de la alianza”, aseguran cerca de Jorge Macri, quien prometió que renunciará a su cargo en Vicente López.

Además, acordó con Larreta que el Instituto de Gestión Electoral, encargado de implementar la elección a jefe de gobierno con la boleta única electrónica, que depende de su cartera, será transferido a otro ministerio para disipar sospechas de que podría tener “injerencia” en el proceso y garantizar mayor transparencia. “Ahora están todos contentos con la boleta única”, lanzan en la tropa larretista.

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En el esquema del macrismo minimizan la chance de que María Eugenia Vidal opte por competir en la ciudad. Si bien perciben que ya no responde de forma tajante cuando le preguntan en los medios sobre una eventual candidatura a jefa de gobierno, advierten que Jorge Macri no se bajará de la carrera porteña. Tampoco, aseguran, el expresidente le pedirá que decline su postulación. “No la bajó a Michetti en 2015, mirá si lo va bajar a Jorge”, afirman. Sostienen que el primo del expresidente luce competitivo para la disputa con Lousteau y que Vidal no garantizaría un mayor caudal de votos que el intendente en uso de licencia de Vicente López. “Hay que ver si María Eugenia quiere competir con Jorge”, avisan.

Vidal no quiere apresurarse. Por ahora mantiene su intención de disputar la Presidencia. De hecho, recorrió hoy las localidades de Esteban Etcheverría y Ezeiza junto a Cristian Ritondo, aspirante a gobernador y uno de los rivales de Diego Santilli, la ficha de Larreta. “Cristian conoce la provincia, sus problemas y tiene el coraje para dar las batallas necesarias”, remarcó la exgobernadora.

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