POSADAS.- La maratónica sesión de este jueves en el Senado, donde se aprobaron varias leyes, dejó algunas señales políticas de alto voltaje y sin dudas una de ellas fue la extraña jugada de la misionera Magdalena “Maguie” Solari, muy identificada con el kirchnerismo.
En una pirueta peculiar, Solari dio quórum para que el oficialismo votara la aprobación del pliego para la Cámara de Casación de Ana María Figueroa, promovida por Cristina Kirchner.
Sin embargo, Solari sorprendió a propios y extraños cuando se levantó antes de la votación y forzó un empate de 35 a 35 entre la oposición, que sostiene que Figueroa está jubilada sin vuelta atrás, y el oficialismo, que buscaba ofrendarle a la vicepresidenta la permanencia de Figueroa en momentos en que se decide la suerte de varias causas en la Justicia Federal.
Ante la consulta de LA NACION, Solari no respondió sobre el motivo de esa ausencia.
Sin embargo, fuentes del oficialismo misionero dijeron que la razón del faltazo de la senadora habría sido una orden del líder partidario, Carlos Rovira, quien busca dar gestos y señales de que su sociedad política no es con el kirchnerismo, sino con Sergio Massa.
Rovira es el jefe político de Solari, a pesar de que la senadora siempre profesó su afinidad ideológica con el kirchnerismo. Solari forma parte del grupo de dirigentes de la Renovación que quedaron pegados a la época dorada del kirchnerismo en Misiones: el boom del consumo. Con un Estado provincial que aumentaba su tamaño y repartía cargos y casas del Instituto provincial de la vivienda (Iprodha).
Esta abogada de 55 años se unió a la Renovación misionera en 2011, cuando la ahora vicepresidenta iniciaba su segundo mandato. Su estrella no paró de ascender durante la segunda presidencia de Cristina Kirchner. Rápidamente llegó a presidir el Concejo Deliberante de Posadas y más tarde pasó al Centro del Conocimiento, un complejo cultural ubicado junto al aeropuerto de Posadas, que incluye un teatro lírico, un centro de convenciones, una biblioteca, un observatorio astronómico y un Cine IMAX. Simboliza uno de los mayores anhelos de Rovira para su legado político: convertirse en ser quien llevó la cultura a todas las clases sociales como una herramienta para que los más jóvenes se proyecten.
Pero la estrella de Solari empezó a apagarse cuando en 2017 fue elegida como senadora, un cargo que en Misiones es un arma de doble filo porque implica alejarse del centro de poder y votar siempre de acuerdo a los vaivenes de las negociaciones de la Renovación con quien esté de turno en la Casa Rosada.
En diciembre se termina su mandato y su futuro político parece vinculado a algún cargo en el directorio de algún ente u organismo estatal. Es el tipo de cargos en los que suelen recalar aquellos a quienes Rovira va reemplazando con los jóvenes NEO, como le llaman en su partido a los sub-40 y sub-30.
Massa sí, Cristina no
El 28 de junio pasado, Rovira irrumpió con una conferencia de prensa para explicar la sorpresiva sociedad con Massa en las elecciones presidenciales. Rovira dijo que Massa era el candidato a presidente del “espacio” que la Renovación integraba con la Nación. “Van a ver Innovación Federal, que es nuestra consigna, desde el frente Renovación de la Concordia con candidatos propios y con identidad propia”, afirmó Rovira, quien no mencionó a Cristina Kirchner ni una sola vez en esa alocución de una hora.
La Renovación ya había ganado con holgura el 7 de mayo las elecciones a gobernador, con Hugo Passalaqua, y en Misiones todos especulaban con que “el jefe” ordenaría ir con boleta corta (sin alianza con un candidato a presidente que acompañara a sus aspirantes a legisladores nacionales), como hizo cuatro años antes. Pero no fue así.
“Arranca el espacio que vamos a compartir con la Nación, con nuestro candidato a presidente, Sergio Massa. Entonces, unión con unión, la unión provincial de la Renovación con la unión alcanzada a nivel nacional, es un valor importantísimo”, dijo Rovira antes de las PASO.
Tras el cimbronazo del 13 de agosto, el líder renovador no volvió a aparecer públicamente. En Misiones, el gobernador Oscar Herrera Ahuad, el mandatario entrante Passalacqua y los candidatos a diputados y senadores son los que militan la boleta de Massa.
Y si bien la Renovación controla a 76 de los 77 intendentes, desde las filas del partido hacen la vista gorda cuando algunos jefes comunales reparten la boleta de Javier Milei junto a la de los legisladores oficialistas misioneros. Ya lo dijo Chiche Duhalde en una entrevista radial hace tres semanas, cuando se refería la juego de los intendentes peronistas del Conurbano y su doble juego con Massa y el líder libertario: “Todos cuidan su territorio”.