Avanza el calendario y las elecciones presidenciales de octubre van marcando el ritmo de las propuestas de los candidatos. Centrados en las propuestas sobre el tema derechos de exportación (DEX), los principales candidatos opositores, Patricia Bullrich y Javier Milei, anuncian la receta mágica de retenciones 0 (cero) desde el primer día de mandato si lograran imponerse en las urnas.
Es posible que puedan reducir las retenciones a cero desde el primer día, lo que no es posible es que los productores reciban los beneficios directos de esa medida desde el primer día.
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Milei anunció que las retenciones a las exportaciones agropecuarias van a ser tomadas a cuenta del Impuesto a las Ganancias. “Esa propuesta no cambia la situación del productor, ya que sigue percibiendo el mismo precio y la retención a cuenta de Ganancias es irrecuperable”, señaló recientemente Ricardo Buryaile, exsecretario de Agricultura de la Nación.
Desde el punto de vista operativo esta medida no es posible en la práctica, pues los DEX los paga el exportador y al no haber trazabilidad que identifique y permita que el productor pueda recibir el beneficio, son propuestas que caen en el vacío.
Por su lado, Bullrich también anunció un cambio de retenciones por ganancias el primer año, medida que adolece de la misma imposibilidad en la práctica que la planteada por su opositor político. Al mismo tiempo, propuso un mecanismo de retención con una parte del dinero que se recauda: “Va a ser un crédito a futuro. Va a ser plata de la gente, del productor. Eliminamos las retenciones y pasan a ser un ahorro del productor, mientras bajamos los gastos del estado en 2 puntos del PBI. Ya no va a ser una retención, va a ser un ahorro que luego lo van a poder usar”, agrego sobre la propuesta que presentarán con más detalles al campo. Lo llamo “tasa de sustitución” de los DEX.
El productor no necesita que el gobierno, cualquiera sea, le imponga cómo ahorrar plata de sus genuinos ingresos por producir. El productor necesita retenciones cero para poder tener la liquidez suficiente; poder expandir la superficie de siembra; aplicar la máxima tecnología posible, y recuperar la competitividad perdida por las sucesivas malas praxis de los gobiernos.
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De no tener retenciones cero el primer día, pues sabemos la gravedad de la crisis por enfrentar, una propuesta posible y de muy fácil implementación es la que detallo a continuación.
En primer lugar, hay que eliminar la brecha cambiaria el día 1. Luego, bajar las retenciones a la mitad el primer año: soja del 33 al 16,5%, maíz/trigo del 12 al 6%. En el segundo año se vuelve a bajar el 50% los DEX: la soja quedaría en el 8,25% y el maíz/trigo en el 3%. En el tercer año se vuelven a reducir el 50%: en soja, al 4,12% y en maíz/trigo, al 1,5%. Y en el cuarto año, cuando, se supone, habrán bajado los gastos del Estado, todas las retenciones van a 0 (cero).
Para favorecer a la agroindustria; para generar productos con mayor valor agregado, y para recuperar los mercados que perdimos, el ritmo de la reducción en las retenciones de productos procesados debe ser mayor al ritmo de la baja de los productos sin procesar.
El autor es presidente de Pablo Adreani y Asociados