Para generar esta información se partió del listado de movimientos que publica diariamente Senasa en su página que detalla “Tableros dinámicos”, información extremadamente útil que permite analizar los movimientos pecuarios desde todo origen a todo destino. Es importante aclarar que la información se basa en la emisión de DTe´s y, si bien tiene una correlación con las faenas reales, no representan el dato preciso que se obtiene de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario de la Secretaría de Agricultura (Sagpya) en la segunda semana de cada mes.
Aclarado este punto, resulta muy interesante ver las tendencias de lo que está ocurriendo en los movimientos con destino a faena, particularmente cuando se los ajusta por días laborables.
Metano, bonos y cambios disruptivos: la batalla decisiva para el futuro de las vacas
Con este procedimiento, analizando el volumen de cabezas contabilizados en la emisión de DTe´s por día laborable, en los primeros cuatro meses de cada uno de los últimos cinco años surge que en el primer cuatrimestre del 2023 la faena diaria promedio resultó 11,5% mayor que la del año pasado y 15,3% mayor al promedio de los 4 años anteriores, confirmando con datos el impacto de sobreoferta generado por la sequía.
Cuando avanzamos en el análisis de las categorías, el crecimiento en la faena de vacas en el primer cuatrimestre de este año creció un 21,5% respecto de similar cuatrimestre del año anterior y 20% del promedio de los cuatro años precedentes, dato que explica en forma excluyente la sobreoferta que, obligada por la necesidad de bajar carga y, en parte, la fuerte caída en los resultados de preñez.
Por último, y para mostrar la otra cara del impacto de la sequía y de la significativa pérdida generada en la etapa de engorde en los dos años precedentes, el primer cuatrimestre del 2023 mostró una caída del 1,3% en la participación de los animales livianos destinados al consumo especial que integran las vaquillonas, terneras, novillitos y terneros, respecto del año pasado, y del 2,7% versus los cuatro años precedentes.
El análisis se complementa con la evolución de precios en el último año, asumiendo una inflación del 7,5 % para el IPC de abril, que suma un interanual de 106% y los precios promedio surgidos del Mercado Agroganadero de Cañuelas por categoría. Esto termina de explicar los efectos de la sobreoferta, por una parte, y, por otro lado, del impacto de los malos resultados precedentes en los engordes a corral para la categoría liviana especial de consumo.
La correlación directa entre la sobreoferta del primer cuatrimestre del 2023, generada por la sequía con centro en la faena de vacas que mostró un crecimiento del 21,5% respecto del año pasado y el retraso en el ajuste del valor nominal por kilo de la vaca, cuyo destino principal en China, que en el comparativo interanual quedó retrasada nada menos que 85 puntos porcentuales respecto de la inflación, explica sin necesidad de mayores comentarios lo que está ocurriendo en el negocio que pega en la línea de flotación de la cría.
Cuando el mismo análisis se hace respecto de los valores de los animales enviados a faena de las categorías de consumo especial, se observa que, pese a que por los efectos de la sobreoferta los precios también permanecen atrasados en el interanual 45 puntos porcentuales, el retraso es mucho menor debido a los bajos encierres en corrales de terminación en el ultimo cuatrimestre del 2022 debido a las pérdidas económicas generadas en esa actividad en los últimos dos años.
En este punto, los cambios en los costos de esta actividad, determinados por las relaciones entre el valor del ternero y del gordo a faena (costo de reposición) y la relación entre el valor del maíz y el valor del gordo a faena (costo de alimentación), que hoy resultan muy favorables, seguramente comenzarán a partir de junio a mostrar otros niveles de oferta a los analizados en el primer cuatrimestre.
Para completar el análisis de lo que está ocurriendo con la ganadería y el impacto de la sequía, analizamos el movimiento de invernada, a partir de los datos que proveen los Tableros dinámicos del Senasa y la evolución interanual de los precios de esa categoría.
El movimiento de terneros, a partir de la emisión de DTe´s muestra un incremento del 19,3% respecto de los registrados en el promedio de los cuatro años precedentes y del 14,5% respecto del 2022.
Si bien es cierto que las existencias en el stock a fines de diciembre reflejó un incremento del 4,6% respecto del año pasado y del 3,3% respecto del promedio de los cuatro años precedentes, esto no explica por sí mismo el fenomenal incremento del movimiento de terneros de este cuatrimestre.
El crecimiento mencionado generó, por una sobreoferta, un 19,3% sobre el promedio de los cuatro años anteriores. Esto encuentra a los campos recriadores con bajísima oferta forrajera y con todo el invierno por delante.
La combinación de ambos factores explican mayoritariamente la bajísima evolución de los precios de la invernada, que quedó 79 puntos porcentuales por debajo de la inflación.
Programa oficial
En este contexto, vale hacer un balance del programa de subsidios implementado a fines de febrero por la Sagpya con el objetivo explícito de ayudar a los criadores para que puedan enviar hasta 100 terneros/as para el cuatrimestre marzo-junio y el no explícito de asegurar mayor nivel de oferta de consumo liviano para asegurar precios acotados de la carne en el cuatrimestre anterior a las elecciones.
El programa, que preveía un encierre de hasta 180.000 cabezas mensuales con un subsidio que, al momento de su publicación representaba aproximadamente el 40% del costo del engorde, en su primer mes de aplicación efectiva (abril) solo logró un encierre de 10.866 cabezas, es decir que solo alcanzó un 6% del resultado previsto.
Esto es algo que todos los actores de la cadena le anticiparon a los funcionarios cuando, sin consulta previa y autosuficientes en su decisión, explicaban la maravilla del programa y la ayuda que implicaría en la cadena. Mayor fracaso imposible de lograr.
El autor es consultor ganadero