CÓRDOBA.- Las pérdidas por la sequía en Córdoba rondan los US$5000 millones, lo que equivale a dos años y medio de venta de maquinaria agrícola en el país. “Solo la pérdida en Córdoba genera ese daño”, planteó el economista Juan Manuel Garzón, del Ieral, de la Fundación Mediterránea.
De cara a lo que viene, sostuvo que el clima “no está ayudando”. Señaló que “los suelos este mes no tienen agua para los granos de invierno, cuando en el 2021 tenían buena reserva de humedad”. Sobre los precios internacionales, la expectativa es que siga la baja que ya se viene registrando. “El nivel no es malo; si quedamos por arriba de los US$450 la tonelada de soja, están bien. Nos siguen ayudando un poco”.
El abecé para entender el motor económico más importante de la Argentina
Lo “más preocupante”, enfatizó, es la macroeconomía por la combinación de brecha cambiaria y retenciones. Un productor de soja de Brasil recibe casi el doble en dólares billetes que uno de la Argentina. “Si uno quiere que el campo vuelva a invertir y sea el motor, el productor debe ser mejor tratado por la macro y la política impositiva”, resumió.
Insistió en que el impacto de la sequía depende del tamaño y la condición del productor, aunque ninguno logró un excedente de explotación. “El daño no es simétrico”, graficó y enfatizó que el que está peor es el que ni siquiera recuperó el capital y debe esperar un año para “tener la revancha”.
Por ejemplo, un productor propietario de la zona de Santiago del Estero que perdió el 50% de la cosecha, perdió plata. En cambio, en las mismas condiciones pero en Marcos Juárez, “no hay excedente pero no hay pérdida”; en ese mismo campo un arrendatario perdió unos US$600 por hectárea.
“Los arrendatarios en muchas zonas de la Argentina están perdiendo miles y miles de dólares -dijo Garzón-. Ese mismo productor, en un escenario bueno, proyectaba ganar US$100 por hectárea. Es decir, le llevará unas tres campañas compensar lo perdido; necesitarán varias cosechas buenas”.
En otra parte de su exposición, Garzón describió cómo le va al “socio” del campo, como denominó al Estado: “Bajo rindes normales en zonas como Colón, en Córdoba, el Estado se lleva en retenciones más que el excedente que recibe el productor. Si perdió la mitad de la cosecha, el Estado se llevaría US$256 y él se quedaría con márgenes negativos”.
Ratificó que, en condiciones como las de este año, la “lógica” sería que las retenciones se acomodaran, pero no lo hace. En ese contexto, la transferencia del sector agrícola a la Nación por retenciones será de unos US$4000 millones, según estimaciones del Ieral.
El caso de Santa Fe
Recientemente, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que el costo de la sequía para Santa Fe equivale al precio oficial de venta de 211.000 autos cero kilómetro de la marca con más ventas en el país (Fiat, Cronos).
Esa es la cifra en la que se traducen los US$5100 millones de quebranto que tendrá el Producto Bruto Geográfico (PBG) santafecino por la sequía. En tanto, en particular para los productores, la sequía dejará pérdidas totales por US$3100 millones, según la entidad.
La BCR informó que solo con computar los resultados en soja, trigo y maíz, el productor ha perdido a la fecha dos tercios de la cosecha. “De 22,6 millones de toneladas que esperaban levantarse al momento de la siembra, hoy se proyectan levantar apenas 7,7 millones de toneladas. Los movimientos de precios, en tanto, con un Brasil que se dispone a sacar un volumen récord de granos desde Sudamérica, poco han ayudado a compensar la pérdida en volumen. De una valuación de casi US$7000 millones de dólares que tenía la producción proyectada al momento de la siembra, hoy se espera que los granos santafesinos se cosechen a un valor total de US$ 2800 millones, perdiendo por tanto el 60%”, sostuvo.