LA PLATA.- La campaña para la elección general de octubre comienza hoy en la provincia de Buenos Aires y los candidatos que quedaron posicionados para competir saldrán a buscar a al tercio del padrón electoral que no votó el domingo y tiene el poder de modificar absolutamente el resultado.
Son 4,5 millones de personas las que no eligieron a Axel Kicillof, Néstor Grindetti, Diego Santilli, Carolina Piparo ni a ninguna otra de las 19 opciones que se ofrecían en el cuarto oscuro. El padrón, en total, tiene 14 millones de electores habilitados.
Este 33,59% de ausentismo es observado con atención por todos los políticos que necesitan captar a los que no fueron a votar. Además, al universo de los ausentes de este domingo se suman 988.492 votos en blanco (10,94%).
Todos los electores que mandaron un mensaje de descontento o apatía a la clase política (los que faltaron más los que votaron en blanco) superan los votos positivos emitidos en términos individuales para los dos candidatos más votados: Axel Kicillof (Unión por la Patria, 2.891.276 votos) y Carolina Píparo (La Libertad Avanza, 1.886.335). La Libertad Avanza salió tercera. En el segundo lugar, detrás de Unión por la Patria, quedó Juntos por el Cambio, con la suma de los votos de Grindetti y Santilli; en total, 2.614.037 sufragios.
En otras palabras, los ausentes (4.566.659) y los votos en blanco (988.492), sumados, superaron a la suma de lo obtenido por Unión por la Patria y JxC.
El universo de personas que no participó podría entonces definir la elección en la provincia de Buenos Aires el 22 de octubre próximo. A ellos irán a buscar Kicillof, Grindetti y Píparo, ya que pueden modificar por completo cualquier radiografía de poder que se haya insinuado el domingo último.
Estos números ya fueron analizados ayer en la primera reunión de gabinete de Kicillof con sus ministros -ampliada a intendentes-, en la que hablaron de los ausentes como población electoral objetivo.
Ausentismo récord
El ausentismo del 13 de agosto fue récord. Históricamente, la participación en las PASO de la provincia de Buenos Aires se mantuvo estable y rondó los tres cuartos del total del electorado.
En 2011, cuando se implementaron por primera vez las elecciones primarias, el ausentismo fue del 20,5%. Se superó cuatro años después, en 2015, cuando fue del 25,7%. Disminuyó levemente (al 24,9%) en las PASO de 2019, que dieron lugar al triunfo de Kicillof.
Entre las PASO y las elecciones generales siempre aumentaron los electores. En 2011, año en el que ganó Daniel Scioli, la participación subió y el ausentismo se redujo de 20,5% a 19,1%.
En 2015, los electores que se sumaron tras las primarias fueron 199.646 y el índice de participación se elevó a 80,8%. Entonces, los ausentes pasaron de 25,7%, en agosto, a 19,5% en octubre, cuando resultó electa María Eugenia Vidal.
En tanto en 2019 se sumaron 203.957 votantes a los comicios de octubre: la participación se elevó al 80% y el ausentismo se redujo de 23,9% a 20%. Fue el año en el que se impuso Kicillof.
En las elecciones del próximo octubre, el candidato más votado ganará aunque la diferencia en su favor sea de un solo voto dado que en la provincia de Buenos Aires no hay ballottage.