Emilio Ocampo, asesor de Javier Milei y posible presidente del Banco Central en caso de que el libertario llegara a la presidencia, brindó una charla este martes, junto a Carlos Melconian, en el Bloomberg Economic Summit Argentina, en la cual se expresó sobre sus programas económicos e hizo énfasis en el proyecto de dolarización del libertario.
Fiel al estilo de Milei, comenzó su exposición con un repaso histórico en el cual recalcó que la Argentina fue uno de los países con mayor tasa de inflación anual —superior al 10%— entre 1945 y 1991. Este fue el punto de partida para sostener que en el período comprendido entre 1992 y 2001, es decir, la convertibilidad, se pasó a ser uno de los países con menos inflación del mundo, lo que se revirtió en los últimos 22 años, y hoy “estamos bordeando el 150% anual”.
“Esto nos está diciendo algo muy importante, porque el grupo de países con el que nos comparamos hoy o son estados africanos que podríamos decir estados fallidos, países que están en guerra civil, teocracias, es decir, no hay un país con el nivel de ingreso per cápita, con el nivel de educación, con el nivel de desarrollo institucional que tiene la Argentina, con el tamaño de la economía argentina, que tenga esta experiencia inflacionaria. No existe”, aclaró Ocampo al comentar que hoy la Argentina y Venezuela lideran el ranking de países con más años sosteniendo una inflación superior al 10%, lista que comparte con Angola, Nigeria, Ghana y Bielorrusia.
En este sentido, el economista comparó el momento actual con el último período de la presidencia de Raúl Alfonsín: “Hoy, en 2023, estamos en algún sentido en una situación muy similar a la que estábamos en 1989. ¿Por qué? Teníamos un Estado quebrado, un Banco Central quebrado. Estábamos en hiperinflación. Nadie creía que la Argentina podía salir de ese marasmo. Empresas públicas ineficientes, una economía estancada. Recuerden que los 80 fue una década perdida. Bueno, nosotros estamos ahora en el final de poco más de una década perdida, porque prácticamente desde 2011 que la Argentina no crece”, enfatizó. En el paralelismo histórico con los 80, Ocampo opinó que, en aquel entonces, la sociedad pedía un cambio ante un modelo “agotado como el de hoy”: “El modelo de los últimos 20 años está completamente agotado y hay que reemplazarlo”.
Además, hizo hincapié en que es esencial, también, la credibilidad: “Sabemos que, a principios del 90, como consecuencia del plan BONEX, los depositantes habían sufrido pérdidas bastante significativas. Sin embargo, habían pasado 16 meses, se anunció la convertibilidad y la gente empezó a depositar de nuevo pesos y dólares en el sistema financiero. Y esto es lo que tenemos que entender, que un cambio de régimen implica eso, que la gente cambia y percibe que el cambio es duradero. Eso es lo que se llama credibilidad”.
Hoy, en sus palabras, la Argentina sufre una “anomia institucional”, un término que utiliza para referirse a un país donde el poder ejecutivo puede arrasar con los derechos de propiedad de los ciudadanos: “Y quienes toman las decisiones de confiscar depósitos, confiscar ahorros, transferir recursos de un sector a otro arbitrariamente, nunca pagan el costo”, sostuvo.
En este sentido, Ocampo se refirió a “los cuatro pilares” que Javier Milei planteó en su aparición en Parque Norte el viernes pasado: la reforma del Estado, que implicaría la reducción del gasto público; la flexibilización del mercado laboral; la apertura comercial; y la reforma monetaria.
Respecto de esta última, el economista recurrió al artículo 75, inciso 19 de la Constitución Nacional, que establece la defensa del valor de la moneda. “Es el único mandato constitucional que tiene el Congreso. Y lo ha violado impunemente desde 2002 hasta ahora. Cada vez que nuestros legisladores aprueban un presupuesto con un déficit que no tiene financiamiento, están contribuyendo a degradar el valor de la moneda”, recalcó, y agregó una cita de Lenin: “No hay mecanismo más sutil, más certero y más arbitrario para destruir las bases de una sociedad capitalista, que desvalorizar su moneda, que degradar su moneda”.
Su conclusión en esta materia es el deber de terminar con la inflación: “Es imposible avanzar con cualquier otra reforma si no eliminamos la inflación. Eliminar la inflación es la madre de todas las reformas. Y la herramienta más efectiva, más duradera para lograrlo, es la dolarización”, dictaminó. Al referirse a este tema tan popular en la propuesta libertaria, el economista comentó que la mayor parte de la deuda del Gobierno nacional está denominada en dólares, y que cualquier empresa que debe financiar un proyecto debe hacerlo, también, en dólares.
Además, como lo hizo Milei en otras ocasiones, Ocampo también planteó la necesidad de pensar en los próximos 25 años, en “la Argentina de la próxima generación”, y hacerlo con la reforma monetaria de La Libertad Avanza, “la libertad monetaria”. De hecho, sobre la cuestión de la competencia de monedas, a la que también Milei hizo referencia en varios momentos, Ocampo dijo: “Lo que nosotros proponemos no es eliminar el peso, sino darles a los argentinos la opción de elegir cuál moneda quieren usar. Y si quieren usar el dólar, que ya lo eligieron, está muy bien”.
A pesar de esto, se negó a dar detalles respecto de la dolarización, y afirmó que “no vamos a estar divulgando ninguno de estos detalles ahora”, y que su competencia tampoco lo está haciendo, “con lo cual hasta ahora es un debate totalmente asimétrico en donde todo el mundo opina, cuestiona sobre la organización, pero nadie detalla o nadie propone en detalle qué es lo que van a hacer como alternativa”.
A su vez, al explayarse sobre la función del Banco Central, el economista sostuvo que su independencia, en la situación de “anomia institucional”, es una fantasía, lo que se condice con su presentación y una de las bases propuestas por LLA: “Javier me ha pedido que me vaya del Gobierno lo más rápido posible. Es decir, que cierre el Banco Central lo antes posible. O sea que soy la persona que, supuestamente, tiene que durar menos en su cargo”.