ROSARIO (Enviado especial).- Si no fuera por la secuencia de afiches que empapelan las calles, ningún turista que haya visitado por estas horas la ciudad de Rosario podría percatarse que este domingo no solo se elegirá en la provincia de Santa Fe al sucesor del gobernador peronista Omar Perotti, sino que también se definirá la nueva configuración del mapa de poder de uno de los distritos más importantes del país.
Es que, al tanto de un clima marcado por la apatía política y el creciente hastío social con la clase dirigente como consecuencia de la crisis económica y la ola de violencia narco e inseguridad, los principales aspirantes a la gobernación optaron por moverse bajo radar en la antesala del inicio de la veda electoral y cerraron sus campañas sin actos partidarios ni caravanas o grandes movilizaciones de militantes para hacer una demostración de fuerza. Más bien, buscaron aminorar el nivel de exposición pública e hicieron intervenciones quirúrgicas para fidelizar o ampliar su caudal de votos en la previa de una elección que parece definida.
Elecciones en Santa Fe: los candidatos a gobernador mantuvieron alejados de sus campañas a Patricia Bullrich y Sergio Massa
El candidato radical, Maximiliano Pullaro (Unidos por Santa Fe), el gran ganador de las PASO del 16 de julio pasado y favorito excluyente para los comicios del domingo, fue el abanderado de la moderación en la recta final. En las últimas 24 horas hizo un mini raid por radios y canales de televisión y se reunió con vecinos en distritos clave. El miércoles había encabezado un cierre de campaña “virtual” en la ciudad de Esperanza, el kilómetro cero de su cruzada electoral. Allí, se mostró confiado de sus posibilidades y prometió que no demorará “un minuto” en impulsar las transformaciones en Santa Fe en caso de ganar. En un mensaje que se transmitió a través de las redes sociales, Pullaro desmenuzó los ejes neurálgicos de su plataforma de gobierno: “Vamos a poner en la calle, y de pie, a la policía de la provincia”, enfatizó el exministro de Seguridad de Miguel Lifschitz.
Tras una interna feroz con Carolina Losada, a quien superó en las PASO con un elevado capital de votos, Pullaro logró contener a los sectores que habían apuntalado las candidaturas de la senadora y de la socialista Mónica Fein, otra de sus rivales, para aunar fuerzas en la disputa con el PJ local. Con el sostén nacional de Patricia Bullrich, la presidenciable de JxC, y el empuje del andamiaje territorial de la UCR, Pro y el socialismo, el referente de Evolución Radical, la fuerza de Martín Lousteau, aspira a imponerse el domingo por amplio margen, sin sufrir contratiempos, para festejar en un búnker unificado. Resta saber si logrará superar la barrera del millón de votos. Es probable que Horacio Rodríguez Larreta se sume a Bullrich y viaje a Rosario junto a Lousteau para los festejos.
Los sondeos que manejan en el conglomerado opositor arrojan una diferencia de veinte puntos sobre el peronismo. Pullaro sabe que sus competidores se asumen lejos del primer lugar y concentra su atención en la reñida pelea por la categoría de diputados provinciales, cuyo desenlace será determinante para la futura gobernabilidad. En su campamento minimizan las chances de que haya una ola de Javier Milei, el candidato más votado en las primarias presidenciales en Santa Fe, que altere las proyecciones. Es más, el economista no apoya a ningún postulante a la gobernación. Su referente local es Romina Diez, que compite por la diputación nacional.
En el cierre de su campaña para los comicios del domingo, el postulante del oficialismo local Marcelo Lewandowski (Juntos Avancemos) se mostró en un almuerzo con metalúrgicos en Villa Constitución y pasó por tres localidades del Gran Rosario: Granadero Baigorria, Pavón Arriba y Acebal. No compartió una actividad con Perotti. El vínculo entre ambos estuvo plagado de desencuentros.
En el sprint final, el senador nacional trajinó los medios de comunicación en el último día de campaña para intentar recuperar terreno, tras el duro revés en las PASO, y seducir a los indecisos o apelar al voto útil para recortar la amplia diferencia que le sacó el “frente de frentes” opositor. En el peronismo estarán atentos al nivel de concurrencia en las urnas. En las primarias provinciales de julio hubo una baja participación -llegó apenas al 62%- y el voto en blanco superó el 7%. Y Lewandowski confía en que una gran porción del electorado que se abstuvo en las primarias definirá su preferencia en las horas previas a la cita en las urnas.
Si bien el PJ llega fragmentado y cargado de tensión a la batalla decisiva del domingo, Lewandowski intentó mitigar la tormenta en el tramo final de la campaña. Sabe que enfrenta un escenario complicado, pero sus laderos perciben que salió fortalecido del debate de candidatos a gobernador del domingo pasado y que su campaña propositiva le permitirá aumentar la cosecha del oficialismo, pese al desgaste de la gestión de Perotti y el impacto de la baja valoración de la administración de Alberto Fernández. “Hay otro entusiasmo y más clima político”, dicen. Sus diferencias con Perotti se acentuaron durante las últimas semanas, sobre todo, después de que el gobernador confesara que votaría a Milei en un eventual ballottage entre el libertario y Bullrich. Pullaro también cayó en la misma trampa y cometió un sincericidio que agitó la discusión nacional en JxC.
Sergio Massa, aspirante presidencial de Unión por la Patria, visitó dos veces la provincia después de las primarias locales con una agenda ligada a la problemática de la seguridad por la violencia narco. Se mostró con Perotti, postulante a diputado provincial y protagonista de la disputa más caliente junto a Amalia Granata y Clara García, y Lewandowski en un intento de enviar una señal de unidad.
Frente a la virtual polarización entre Pullaro y Lewandowski, los postulantes Carla Deiana (Frente de Izquierda y de los Trabajadores) y Edelvino Bodoira (Viva la Libertad), una incipiente fuerza de derecha que nuclea vertientes del movimiento evangélico y persigue el “voto celeste”, parecen resignarse a la pelea por el tercer lugar. Bodoira cerró su campaña con un acto en Rafaela, donde estuvo acompañado por candidatos de su espacio. “Somos una propuesta distinta, queremos que nos voten para que no sea siempre lo mismo. La libertad que proponemos es libre en principios y valores, no condicionada o determinista como nos proponen”, aseguró el jurista Bodoira, que captó más de 40.000 votos en las PASO. Si bien pasó el filtro, estuvo lejos de las 180.653 adhesiones que obtuvo Granata en la categoría de diputados.
Deiana, de 37 años, llega con expectativas de ampliar la base de sustentación de la izquierda. Docente y representante del Partido Obrero, apostó por una campaña barrial y confía en atraer al segmento de las mujeres. En su entorno vinculan el fenómeno nacional de Milei y su capacidad electoral en Santa Fe -el libertario se impuso en los grandes centros urbanos y los barrios populares de Rosario- al hartazgo con el “régimen político”. Al igual que Lewandowski, Deiana siente que el debate le permitió extender el alcance de su mensaje. “Ni Pullaro ni Lewandowski pretenden gobernar en favor de la mayoría trabajadora. Por eso no fueron capaces de decir una sola palabra sobre salarios y jubilaciones”, afirmó Deiana tras una recorrida por la peatonal de Rosario.