Elecciones en Santa Fe: Maximiliano Pullaro busca ratificar su triunfo sobre el PJ y JxC se ilusiona con recuperar el ánimo para la pelea con Milei

ROSARIO (enviado especial).- La intriga se disipó hace casi dos meses, pero todo estará en juego: el nuevo gobernador y la distribución de poder. En unas elecciones cruciales para el futuro político de Santa Fe, el radical Maximiliano Pullaro se enfila a consagrarse como el sucesor del peronista Omar Perotti en la competencia de este domingo. Tras el abrumador triunfo opositor en las PASO del 16 de julio, el candidato del frente Unidos para Cambiar Santa Fe, el espacio que armaron la UCR, el Pro y el socialismo, llega como amplio favorito en unos comicios marcados por el drama del PJ, que arriba cargado de tensiones y urgencias a la cita en las urnas.

El posible triunfo de Pullaro en Santa Fe despierta una fuerte expectativa en JxC y, sobre todo, en la tropa de Patricia Bullrich, aspirante presidencial. Es que Bullrich y sus socios en el espacio se entusiasman no solo con arrebatarle al peronismo el control de una provincia clave -representa el 7,96% del padrón, con 2.818.280 de electores-, sino con recuperar la iniciativa después del batacazo de Javier Milei en las PASO del 13 de agosto y robustecer las chances de JxC de entrar al ballottage presidencial. Por ese motivo, Bullrich planea viajar a Rosario para tener un rol protagónico en los festejos en el hotel Puerto Norte. Allí también estarán Horacio Rodríguez Larreta y Lousteau, entre otros referentes de la UCR y Pro, con el fin de mostrarse como alternativa de gobierno y resucitar la expectativa de volver al poder. Las próximas apuestas serán Mendoza y Chaco.

Pullaro, exponente de Evolución Radical, la fuerza de Martín Lousteau, intentará conseguir un triunfo que lo fortalezca de cara a la nueva etapa. Después de superar a Carolina Losada, que fue apuntalada por Bullrich y Mauricio Macri, y la socialista Mónica Fein en la feroz interna del “frente de frentes”, el exministro de Seguridad de Miguel Lifschitz descuenta que logrará retener la cosecha de casi un millón de votos que sacó la coalición opositora en las PASO. Llega convencido de que no sufre riesgos y doblegará al postulante oficialista Marcelo Lewandowski (Juntos Avancemos), su principal contendiente. En el entorno de Pullaro confían en ganar por amplio margen. Estiman que podrían alcanzar el 55%, pero son cautos porque se prevé una baja participación electoral -apenas superó el 60% en las primarias-. De hecho, el cierre de campaña quedó teñido por un clima de apatía.

Sin lograr romper la polarización entre Unidos y el PJ, Edelvino Bodoira (Viva la Libertad), quien intenta atarse al aluvión de votos que favoreció a Milei en las PASO, pese a que el libertario no lo apoya, y Carla Deiana (Frente de izquierda y de los trabajadores) se resignan a competir por el tercer lugar y por tener peso legislativo.

Pese a los desencuentros en el PJ, Lewandowski anhela recortar la amplia diferencia que sacó el frente “U”, que lidera Pullaro, y evitar un nuevo arrastre por el deterioro que sufren Perotti por la gestión local y las figuras del gobierno nacional, como Sergio Massa, aspirante presidencial de Unión por la Patria, por la crisis y la ola de violencia que mantiene en vilo a Santa Fe por el narcotráfico. Sin exteriorizar señales de resignación, Lewandowski, senador nacional, se ilusiona con frenar la sangría de votos peronistas -superó en la interna de las PASO a los candidatos impulsados por La Cámpora, Agustín Rossi o el Movimiento Evita- y recibir un empujón de los indecisos para reducir la ventaja que obtuvo Pullaro. A priori, lidia con una batalla cuesta arriba, ya que Unidos para Cambiar Santa Fe duplicó el total de adhesiones que cosechó el frente peronista. Se trata de una diferencia de más de medio millón de votos.

El factor Milei

En el campamento de Pullaro minimizan las probabilidades de que el fenómeno de Milei, el presidenciable más votado en Santa Fe en las PASO, altere las proyecciones. Incluso, sospechan que muchos seguidores del economista respaldan al exministro a nivel local. A su vez, los estrategas de Pullaro, que le dedicó un guiño al libertario cuando dijo que lo votaría en un virtual ballottage con Massa, en caso de que Bullrich quedara fuera de carrera, atribuyen la capacidad electoral que ostenta Milei en Santa Fe al derrumbe del PJ. “Milei creció sobre el voto peronista”, apuntan.

Para Pullaro, cuyo triunfo podría marcar el regreso al poder de un radical en Santa Fe después de sesenta años, no hay peor alternativa para la provincia que el kirchnerismo: “Lo que más nos preocupa es que gane Massa, porque el kirchnerismo detesta al campo, carga de impuestos al comercio o la industria, y no manda gendarmes para pelear contra el narcotráfico”, argumentan. ¿Ya se preparan para gobernar con Milei en la Casa Rosada? ¿Resistencia o alianza táctica? “Lo mejor sería que gane Patricia”, se atajan en el frente opositor.

Rosario, el distrito más poblado de Santa Fe, volverá a ser el escenario principal de la contienda electoral. Si Pullaro mantiene su competitividad y repite las cifras de las PASO en ese territorio, Lewandowski no tendría posibilidades de remontar.

La que está en juego

Con Pullaro a las puertas del poder, la batalla crucial será por el control del Poder Legislativo de Santa Fe. Esa es la gran incógnita de la elección. Es que el sistema de boleta única de papel que se utiliza en esta provincia obliga a los partidos a trabajar cada categoría. Y la disputa más reñida se dará en el tramo de diputados. En la recta final de la campaña. Pullaro se enfocó en apuntalar a la socialista Clara García, que se medirá con Perotti y Amalia Granata (Unite), que tuvo una gran performance en las PASO. Bullrich también le dio su apoyo a García, esposa del fallecido Lifschitz, pese a que el socialismo es socio de Juan Schiaretti a nivel nacional.

El vencedor en esa categoría se queda con 28 de los 50 diputados que se renuevan. El resto (22) se reparten a través del sistema Don’t, por lo cual es una pulseada a todo o nada por el dominio legislativo. Por caso, esa pugna agitó el final de la campaña: Pullaro acusó a Perotti de difundir un spot falso que exhibía a Granata como su supuesta candidata.

El capital de votos que obtuvo en las PASO le permite a Pullaro soñar con quitarle al PJ el control del Senado provincial, lo que sería un duro revés para el oficialismo. La oposición ansía revertir el resultado de las primarias en siete u ocho departamentos para acumular ese nivel de poder. Es una pelea clave porque definirá la estructura legislativa con la que convivirá el futuro gobernador.

Otro foco de atención estará en Rosario. Allí, el intendente Pablo Javkin, aliado de Pullaro en el “frente de frentes” opositor, ansía acceder a la reelección en un duelo inédito con Juan Monteverde (Juntos Avances), alfil del Movimiento Evita. Si bien Javkin confía en que se impondrá en el mano a mano con Monteverde, un joven dirigente con perfil de izquierda progresista que intenta capitalizar el hartazgo con la clase política tradicional, por unos cinco o seis puntos, el escenario quedó más abierto que en la disputa con el PJ por la gobernación. Es otro de los grandes interrogantes que quedan por resolver en una elección en Santa Fe que parece definida.

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