La tradición en la política pampeana dice que Santa Rosa es “la madre de todas las batallas”. Sin embargo, el centro de atención no estará este domingo solo en la capital provincial, sino que compartirá escenario con las ciudades de General Pico y Toay, segunda y tercera en mayor cantidad de población y que podrían definir con sus resultados al futuro gobernador de un distrito que el peronismo gobierna desde hace 40 años de manera ininterrumpida.
La apuesta a ganar estas dos ciudades es tal que la puja electoral entre los candidatos a gobernador del Frente Justicialista Pampeano, Sergio Ziliotto, que va por la reelección, y de Juntos por el Cambio, el radical Martín Berhongaray, quedaran en un segundo plano.
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Al revés de los que suele ocurrir en materia electoral, será la competencia por la intendencia la locomotora que empujará la boleta de los dos principales frentes políticos que se perfilan para ganar la elección provincial.
El plano parece inclinarse para el peronismo en Pico, segunda ciudad de la provincia y donde el exgobernador Carlos Verna, líder de la corriente Plural y estratega del peronismo provincial, pisa fuerte y logró juntarles la cabeza a todas las líneas internas del PJ detrás la reelección de la actual intendenta, Fernanda Alonso.
A la unidad peronista se suma el lamento que se escucha en las filas de Juntos por el Cambio por el poco arrastre que tiene la candidata de la coalición. Adriana García es concejala por el Pro, pero no hace mucho tiempo que regresó a la ciudad que la vio nacer luego de haber trabajado por varios años con el macrismo porteño.
No son pocos los que siguen sin entender por qué el diputado nacional Martín Maquieyra no aceptó competir por la intendencia de General Pico, en donde fue furor electoral en 2017 y 2021, ganando por amplio margen en la última. Otro hubiese sido el escenario, aseguran, con el joven político arrastrando desde el tramo comunal a la boleta para gobernador, que encabeza Berhongaray, que lo venció en las primarias de febrero y a quien este domingo acompaña como postulante a la vicegobernación.
La tercera batalla
Aunque con tiene menos de 20.000 habitantes, la ciudad Toay se perfila como otro escenario en el que el peronismo podría terminar inclinando la balanza a su favor en la elección provincial.
La candidata de Juntos por el Cambio es la diputada provincial radical Estela Guzmán, una buena postulante pero que la tendrá muy difícil para poder revalidar el triunfo en la ciudad que la coalición obtuvo hace dos años.
Es que tras sortear varios inconvenientes, el peronismo apostó por el regreso de Ariel Rojas, tres veces intendente y con mucha mejor imagen que el actual intendente, Rodolfo Álvarez.
Alvarez quiso ir por su reelección y hasta llegó a lanzar su candidatura el año pasado, cuando todavía las tribus en que se divide el peronismo local no habían llegado a un acuerdo. Lo pagó caro, le bajaron el pulgar y el elegido fue Rojas.
La razón por la que Álvarez fue desplazado tiene mucho que ver con la elección de este domingo. Su nombre fue señalado por el peronismo pampeano como uno de los responsables de la sorpresiva derrota electoral de 2021. Una dura caída, ya que le costó al PJ una de las dos bancas que siempre tuvo en el Senado desde que, a partir del 2001, comenzaron a elegirse tres senadores por provincia.
Dos años después, la gestión de Alvarez sigue siendo un lastre para el oficialismo pampeano. El permanente choque con su viceintendente, José Luis Melchor, las quejas vecinales por promesas incumplidas y hasta un conflicto con los empleados del corralón municipal son sólo algunas de las cuestas que promete remontar Rojas con el recuerdo de sus tres administraciones anteriores.