Una ajustada victoria en la interna de Juntos por el Cambio (JxC) ubicó a Néstor Grindetti frente a un desafío mayúsculo: retener las adhesiones que sumó su excompetidor Diego Santilli, y descontar el millón y medio de votos que lo separan del candidato oficialista Axel Kicillof. Por eso, desde ayer mantiene reuniones con los equipos de campaña de Patricia Bullrich para recalibrar su discurso y planificar su estrategia. Esta mañana, la escena se repitió en un desayuno que compartió con su referente nacional, así como con Ramón Lanús, el candidato en San Isidro que se impuso en la interna con Gustavo Posse, y Soledad Martínez, la intendenta que aspira a reelegirse en Vicente López. Sin ballottage, no hay márgen de error. El próximo gobernador bonaerense se consagrará en octubre con solo un voto de diferencia sobre sus rivales.
Con el foco puesto en sumar adhesiones y acercar a los caídos en la interna, desde el equipo del alcalde de Lanús indican que se buscará mostrar “experiencia de gestión, firmeza para combatir el delito, y buena sintonía con Santilli y el equipo de intendentes”.
Bullrich adelantó hoy en declaraciones radiales que entre mañana y pasado hablarán con Horacio Rodríguez Larreta para “tomar posiciones” y resolver cómo siguen adelante en la fuerza. Descartó además un acuerdo con los libertarios en la provincia de Buenos Aires para enfrentar al oficialista Axel Kicillof. “Legalmente no se puede hacer, las candidaturas de las PASO son las que van. En la nuestra queda Patricia Bullrich, [Néstor] Grindetti y los intendentes. Es imposible. Nosotros estamos convencidos que vamos a ganar la Provincia porque entre Grindetti y Santilli hemos quedado a dos puntos de un candidato que iba solo”, señaló la exministra de Seguridad.
Su rival en la interna de JxC retuvo principalmente el apoyo de los alcaldes del conurbano bonaerense y algunas grandes ciudades radicales del interior, como Tandil y Lincoln, además de La Plata, con Julio Garro. En la estructura territorial de Grindetti, en tanto, la mayor presencia se da en el interior de la provincia y en algunas ciudades del Gran Buenos Aires, como Lanús. En cuanto a las secciones electorales, en la categoría gobernador Grindetti se impuso en la segunda, tercera, cuarta y quinta, mientras que Santilli superó a su rival interno en la primera, sexta, séptima y octava (La Plata).
“En estos comicios quedó demostrado que la mayoría de los bonaerenses rechazan la gestión de Kicillof. Es un gobierno ausente, sin políticas públicas para resolver los problemas más urgentes como la inseguridad y la falta de infraestructura escolar y sanitaria. En los próximos dos meses tenemos que hablar con más vecinos y convencerlos de que el cambio es posible”, señaló Grindetti.
En La Matanza, distrito decisivo en el conurbano bonaerense y principal bastión del peronismo, el corte de boleta fue dispar. Como en casi toda la provincia, Kicillof sacó más puntos que su referente nacional, Sergio Massa. Allí, JxC terminó tercero con el 22%, detrás de Unión por la Patria (44,81%) y La Libertad Avanza (23,07%), que llevó como candidato a intendente a David Adrián “El Dipy” Martínez. La captura de los votos libertarios que obtuvo Carolina Píparo, principalmente por el arrastre de Javier Milei, es uno de los retos que tendrá Grindetti para lograr una victoria en octubre.
“Milei y Piparo traen a la mesa debates que son positivos, como el tamaño del Estado y los privilegios. Sus votos representan un mensaje muy contundente, un deseo de cambio fuerte que va a venir. Los bonaerenses tenemos una sola oportunidad para elegir quienes lo va a llevar adelante, JxC es la única fuerza que tiene las condiciones y posibilidades de liderar ese cambio porque tenemos la experiencia de gestión”, subrayó el intendente de Lanús con el objetivo de exponer la falta de experiencia en la administración de gobierno de los postulantes libertarios.
Mostrar cohesión hacia dentro del espacio mientras se sale a la captura de los votos que le fueron esquivos el domingo será el desafío de Grindetti en la campaña que comenzará el 2 de septiembre.
Estrategia bonaerense
Como primera medida después de los resultados de las PASO, Bullrich reunió ayer a sus colaboradores en la provincia de Buenos Aires para delinear los primeros movimientos. Sebastián García de Luca, jefe de campaña bonaerense; Juan Pablo Arenaza, su par nacional, Cristian Ritondo, candidato a diputado nacional, y Grindetti fueron los participantes del encuentro. “Coordinamos cuestiones estratégicas y operativas. Lo prioritario es cohesionar los equipos para trabajar en conjunto”, señaló Grindetti a LA NACION, y sentenció: “Vamos a trabajar por el mismo objetivo”.
Desde el entorno de la exministra de Seguridad enfatizaron que haber superado la interna permitirá en esta nueva etapa de campaña “fortalecer la identidad de Patricia” para “mostrar gobernabilidad y un cambio viable”. La lectura dentro del espacio bullrichista es que la contienda se dirime “en las puntas”. Por eso, esperan fortalecer las categorías de los extremos de la boleta y apuestan a consolidar la papeleta nacional.