La discusión puertas adentro del Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U) se calienta en el tramo final de la campaña hacia las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). La coalición dirimirá su candidatura presidencial el próximo 13 de agosto, cuando sus cuatro partidos se enfrente en dos listas por separado. El binomio Myriam Bregman-Nicolás Del Caño, ambos del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), competirá contra Gabriel Solano, del Polo Obrero (PO), quien es acompañado en la fórmula por la dirigente del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), Vilma Ripoll.
En diálogo con LA NACION, Solano acusó a Bregman de haberse “kirchnerizado”. Y delineó el perfil político de la diputada nacional como el de “una izquierda que exclusivamente gira en torno a una pequeña fracción de una clase media progresista”. “Si no te jugás a organizar las barriadas populares y los lugares de trabajo, sos una expresión de la pequeña burguesía, por más que tu programa hable de romper con el FMI”, lanzó el legislador porteño ante la consulta de este diario.
–¿Por qué Javier Milei y no la izquierda logra capitalizar mejor el actual desentanco con la política?
–Esta es una elección que está cruzada por una gran crisis. El fracaso del gobierno kirchnerista del Frente de Todos hace que una parte de la población saque conclusiones por derecha. En ese sentido, como una parte de la población piensa que este gobierno es medio de izquierda, medio progresista, este fracaso tan estrepitoso facilita la demagogia derechista.
–¿Ese sería el factor central?
–Es el factor dinámico. Yo no veo una tendencia de derecha consolidada, lo que veo es más una expresión transitoria de una búsqueda de salida ante la crisis del kirchnerismo. Entonces, mucha gente dice: ‘si hoy nos gobiernan estos que se llaman nacionales y populares y son un desastre, mejor me voy a la derecha’. Por eso es muy importante que la izquierda sea independiente del kirchnerismo y no confunda sus banderas. Porque, si no, corre grave peligro de caer en la volteada y que se considere que lo que está fracasando es nuestro programa, cuando hoy el que gobierna es el peronismo aplicando el programa del Fondo Monetario Internacional. Cuando Myriam Bregman hace tantas declaraciones en apoyo a Cristina, facilita esta demagogia derechista.
El fracaso del gobierno kirchnerista del Frente de Todos hace que una parte de la población saque conclusiones por derecha
Gabriel Solano
–¿Cuáles son esas declaraciones?
–Cuando la condenaron judicialmente a Cristina Kirchner, Bregman hizo un raid mediático para defenderla. La corrupción kirchnerista también facilita la demagogia derechista, porque la gente se está muriendo de hambre y ve que se afanaron todo y eso genera bronca. Vos no podés quedar pegado a eso. Bregman dice, por ejemplo, ‘la derecha viene por la reforma laboral’. Ella hace campaña solo poniendo el acento en la derecha, que es una forma también de hacerle guiños al kirchnerismo. Nosotros hacemos campaña contra la derecha, pero también contra el gobierno actual.
–¿Qué los separa concretamente en términos propositivos?
–Nosotros queremos que la izquierda tenga una enorme presencia popular. Que le disputa al peronismo en las barriadas, en los lugares de trabajo. No podemos ser una izquierda que exclusivamente gire en torno a una pequeña fracción de una clase media progresista. Si la izquierda no va a disputar en La Matanza, en Florencio Varela o en Misiones, quedaremos condenados a tener una representación parlamentaria minoritaria. La kirchnerización de Bregman nos afecta electoralmente en ese sentido, justo cuando uno ve una salida en estampida del kirchnerismo, con una Cristina que en realidad decidió no ir como candidata por miedo a que el pueblo no la vote.
–Recientemente le propuso a Bregman un debate.
–Sí, se lo pedí y después le mandé las preguntas que yo quiero discutir con ella. Pero ella no quiere. Dice que hay que discutir nada más que con la derecha, pero después le propone un debate a [el precandidato de Unión por la Patria, Juan] Grabois. Y Grabois le respondió bien diciéndole que en realidad el debate debería ser conmigo, que estamos diputando en el frente. No tenés autoridad para pedir un debate cuando vos negás el debate.
–El FIT se caracterizó siempre por coincidir en un programa común, ¿hay diferencias hoy en ese sentido?
–Nuestro programa tiene que poder articularse socialmente. Si no hacés un esfuerzo por conquistar al pueblo, entonces tu programa pasa de un papel. Si no te jugás a organizar las barriadas populares y los lugares de trabajo, sos una expresión de la pequeña burguesía, por más que tu programa hable de romper con el FMI. Acá lo que está en juego para nosotros es qué izquierda necesita el pueblo argentino para lo que viene y el primer debate para eso es qué izquierda va a estar presente en octubre en el debate presidencial.
–¿Por qué, en definitiva, esa izquierda debería estar representada por usted y no por Bregman?
–Nosotros pensamos que tiene que haber una izquierda que luche. Y cuando uno ve que hay tanto ataque al movimiento de desocupados y a las luchas, también se pregunta cómo es que una candidata del Frente de Izquierda, como Bregman, no defiende al movimiento piquetero. Nosotros vemos que ella cede ante una presión de la clase capitalista y sus candidatos. Y eso habla de que no es la izquierda que necesitamos para enfrentar lo que viene.