El fenómeno de Javier Milei, que trastoca el tablero nacional, vuelve a mostrarse módico en elecciones provinciales en las que el líder de los libertarios no figura en la boleta. El segundo gran domingo electoral del año tuvo al economista concentrado en uno de los tres distritos donde se eligió gobernador, La Rioja, y el resultado estuvo lejos de convertirse en una sorpresa.
La apuesta de Milei tenía el componente adicional del apellido histórico de su candidato: Martín Menem, sobrino del expresidente peronista Carlos Menem. Fue de los únicos candidatos al que le dio su apoyo en persona. Con el escrutinio avanzado, el Menem de Milei arañaba los 16 puntos, una cifra que es casi un calco de la diferencia que el kirchnerista Ricardo Quintela (de origen ultramenemista) le sacaba al candidato de Juntos por el Cambio, Felipe Álvarez (también exdirigente peronista).
El dato es elocuente: la división opositora le permite seguir en el poder al gobernador, a pesar de la crisis económica y de la merma de popularidad nacional del Frente de Todos. El cuadro no estuvo muy lejos del que se vio en 2019, cuando Quintela ganó con 45% por encima de dos opositores: el radical Julio Martínez (31%) y el peronista disidente Luis Beder Herrera (23%). Menem sacó menos votos que el tercero en discordia de hace cuatro años.
Milei desistió de intervenir en las otras dos provincias en las que se votaron gobernadores este domingo. En Misiones se le fue de las manos la interna entre quienes querían representarlo. El Partido De Integración y Militancia, que se considera el brazo provincial de La Libertad Avanza, decidió días atrás desistir de su participación en las elecciones. Pero la justicia electoral le impidió dar de baja la lista. Así, la candidata Ninfa Alvarenga llamó a sus seguidores… ¡a no votarla! La explicación fue que “no estaban dadas las condiciones para participar”, a juicio de la conducción nacional. La boleta de Alvarenga -que llegó a hacer campaña exhibiendo fotos de ella con Milei- sumaba 0,3% de los votos. Otros dos candidatos se arrogaban ser parte de la cruzada de Milei, aunque no tenían ningún guiño del economista. El Partido Demócrata, con Jorge Pelinski como postulante, y el frente Por la Vida y los Valores, con Débora Mangone, pugnaban por alcanzar el 0,5%.
En Jujuy tuvo otro conflicto con la aparición de candidatos que se arrogaban ser representantes de Milei, sin el consentimiento de sus principales armadores nacionales. La hermana del economista, Karina Milei, llegó a sacar un comunicado en el que alertó: “Para evitar confusiones queremos aclarar que en los últimos días hemos recibido información de distintas agrupaciones, incluida una agrupación vinculada a la delincuente condenada de Milagro Sala, que estuvieron pidiendo dinero y votos utilizando el nombre de Javier Milei y La Libertad Avanza. Como hemos dicho en reiteradas ocasiones, las únicas elecciones provinciales adelantadas en las que estamos participando son aquellas que han sido comunicadas oficialmente desde nuestras cuentas”. Así, estuvo absolutamente ajeno al escrutinio que lideró el radical Carlos Sadir, heredero de Gerardo Morales.
Las dificultades para armar listas provinciales y el trato con arribistas que buscan porciones de poder colgados de la popularidad del líder libertario inclinaron la decisión de apoyar a un contado número de candidatos distritales y concentrarse en la batalla nacional. Además de Menem en La Rioja, Milei empujará la candidatura de Ricardo Bussi en Tucumán, el domingo próximo. Curiosamente, tal como pasó en la tierra de Quintela, la división opositora puede ser clave para que la dupla Osvaldo Jaldo-Juan Manzur retenga la provincia para el peronismo.
En San Juan -que también vota el domingo 14- tenía tres candidatos que se disputaban su representación y los desconoció a todos. Será neutral en Salta, Tierra del Fuego y La Pampa.
Dos cuartos puestos
En las anteriores dos elecciones anticipadas de este año, Milei apoyó candidatos que terminaron en el cuarto lugar, lejos de las expectativas de dar una sorpresa.
En Neuquén, Milei llevó como su candidato a gobernador a Carlos Eguía, que se presentó por el partido Cumplir. Se trata de un periodista provocador que había jugado con la Coalición Cívica-ARI en las últimas elecciones y que con esa alianza había alcanzado el 12% por ciento de los votos, cuatro puntos más de los que cosechó esta vez. Su nombre había adquirido cierto impacto nacional cuando denunció, en enero, que le habían ofrecido dinero para apoyar a otro candidato nacional. Después se desdijo.
Milei no tuvo una participación muy activa en la campaña, más allá de fotografiarse con sus representantes. A fines de 2022, en una visita fugaz a Neuquén, Milei propuso privatizar YPF para lograr eficiencia en Vaca Muerta. “La mejor YPF es la que genera valor; el sector privado; cuando se equivoca, quiebra, pero cuando el sector público se equivoca, te pasa la cuenta”, dijo aquella vez, escoltado por Eguía.
En Río Negro, Milei impulsó a Ariel Rivero (Primero Río Negro), un exdirigente de Juntos por el Cambio que vio la oportunidad de quedar al frente de una propuesta con proyección nacional. Obtuvo 9,17% de los votos, y quedó detrás de Alberto Weretilneck (42,10%), Aníbal Tortoriello (23,89%) y Silvia Horne (10,61%).