El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se guardó hasta hoy la carta del desdoblamiento de las elecciones generales en territorio bonaerense con respecto a las nacionales. Pero, con un candidato presidencial de consenso en el oficialismo y la confirmación de que él irá por su reelección, esta semana pondrá su firma en el decreto que fijará que esos comicios se realizarán el 22 de octubre, junto con la elección presidencial.
Kicillof firmó ayer su postulación para intentar su reelección junto a la vicegobernadora, Verónica Magario, por lo que la fórmula oficialista será la misma que en 2019. “Esta semana saldrá el decreto, sin desdoblamiento”, confirmó a LA NACION una fuente de confianza del mandatario provincial.
La separación de los días de la elección general se mantenía viva como alternativa en la provincia de Buenos Aires ante la indefinición de las candidaturas oficialistas, un ajedrez que tenía a Kicillof como posible candidato a presidente. En el entorno del gobernador afirmaron a este diario que “había que esperar que se confirmara la fórmula nacional y la estrategia” para establecer la fecha de las generales.
Con las definiciones de candidaturas consumadas, tanto las PASO como las generales bonaerenses se realizarán en la misma fecha que las nacionales: 13 de agosto y 22 de octubre, respectivamente. El 15 de abril Kicillof había oficializado la fecha de las PASO, pero sin confirmar la de las generales, una carta que se guardó hasta después del cierre de listas.
El nombre del gobernador se barajó hasta la semana pasada para la candidatura presidencial de Unión por la Patria. Hombre leal a Cristina Kirchner, el mandatario bonaerense podría haber ser ungido por la vicepresidenta, al ser el dirigente kirchnerista que mayor volumen de votos duros del sector retenía. Al definirse que el candidato a presidente será Sergio Massa, el camino de la gobernación se allanó para Kicillof.
Las especulaciones abundaron desde abril, cuando Kicillof puso fecha solo para las primarias. Y en un acto en Berazategui, el mes pasado, admitió que había “posibilidades” de separar la elección general bonaerense de la nacional.
Rumbo a las PASO. Todas las listas que competirán en agosto
La jugada fue leída como un mensaje amenazante a la Casa Rosada. Si Kicillof adelantaba la contienda provincial, un eventual candidato presidencial albertista que ganara la interna en agosto iba a tener que competir en la primera vuelta de octubre sin el respaldo y la movilización del aparato peronista bonaerense, que ya se habría jugado su suerte en un domingo previo. Eso se desactivó al acordarse que Massa sería el candidato de consenso. En la provincia advertían que era una opción interesante para Kicillof desdoblar si el oficialismo no tenía una fórmula nacional que en el campamento del gobernador fuera considerara competitiva.
En la administración provincial, cuando reinaba la incertidumbre sobre la fecha de la general en la provincia, señalaban que Kicillof debía ir por la reelección para aportarle votos al candidato presidencial, en un efecto ”arrastre invertido”.
La legislación electoral vigente obliga al gobernador a convocar a las PASO en coincidencia con la fecha nacional, pero le otorga la alternativa de despegar las generales. Para eso, debe hacer el llamado con 90 días de anticipación, por lo que aún tendría tiempo para efectivizarlo hasta el 24 de julio.
La falta de definición del calendario electoral bonaerense había molestado a la oposición provincial. Hace poco más de un mes, los bloques de Juntos de la Legislatura bonaerense reclamaron en una conferencia de prensa que Kicillof fijara la fecha de las generales. Incluso, se barajó entre las alternativas la chance de que se realizara una elección concurrente, aunque por su costo y logística, el oficialismo lo consideraba muy poco probable.