El príncipe Harry declara ante la Justicia en Londres: críticas a los medios y el recuerdo sobre su madre que lo hace sentir “enfermo”

LONDRES.- El príncipe Harry se convirtió el martes en el primer miembro de la realeza británica que declara ante la justicia en un siglo, en un nuevo capítulo de su batalla contra la prensa. Desde el estrado, el hijo menor del rey Carlos III y la difunta princesa Diana explicó el “sufrimiento” provocado por cientos de artículos de un diario sensacionalista al que acusa de recopilar ilegalmente información sobre él.

Vestido con un sobrio traje gris y una camisa blanca, Harry, de 38 años, sonrió brevemente al pasar junto a una fila de fotógrafos y camarógrafos que esperaban cuando llegó al moderno edificio Rolls en el centro de Londres, antes de la rara aparición en el tribunal de un miembro de la realeza. Luego, prestó su testimonio en el estrado de la Alta Corte de Londres, donde desde el 10 de mayo se juzga a Mirror Group Newspapers (MGN).

Harry y dos actores de televisión –además de otras decenas de personas- acusan a este grupo, editor del diario Mirror y la revista Sunday People entre numerosas publicaciones, de obtener detalles sobre sus vidas entre 1996 y 2011 mediante métodos ilegales, incluidas las escuchas.

El hijo menor del rey Carlos III ingresó al estrado de los testigos para enfrentar horas de contrainterrogatorio por parte de Andrew Green, el abogado de MGN, sobre 33 artículos periodísticos que, según Harry, se basaron en información que se había recopilado ilegalmente.

Green comenzó disculpándose personalmente con Harry en nombre de su cliente por un caso en el que admitió la recopilación de información ilegal. “Nunca debería haber sucedido y no volverá a suceder”, dijo, y agregó que si el tribunal acordó que MGN había cometido irregularidades en otras ocasiones, “usted tendrá derecho y recibirá una disculpa más amplia”.

En el interrogatorio, se le preguntó a Harry sobre un pasaje de su declaración escrita en la que se refirió al comportamiento “espantoso” de la prensa británica. “¿Cuánta sangre más manchará sus dedos que escriben antes de que alguien pueda poner fin a esta locura?”, decía el texto.

Cuando Green le preguntó si estaba sugiriendo que los periodistas de MGN que escribieron los artículos en el centro de su demanda tenían sangre en sus manos, Harry respondió: “Algunos de los editores y periodistas son responsables de causar mucho dolor, malestar y en algunos casos – tal vez sin darse cuenta – la muerte”.

Con aspecto y tono firme, pero en voz baja, Harry dijo que se habían escrito miles, si no millones, de historias sobre él, mientras Green le preguntaba si había leído específicamente los artículos de MGN en cuestión.

“Más de miles, tal vez millones de artículos han sido escritos sobre mí desde que tenía 11 años”, recordó, pese a que en este caso el juez solo analiza 33 de ellos. Denunció además “la invasión de la prensa la mayor parte de mi vida hasta el día de hoy”.

“Cada uno de estos artículos me causó sufrimiento”, aseguró, citando informaciones que en ocasiones se remontan a más de 20 años y que reconoció no recordar específicamente con precisión.

“Siendo un niño, todos y cada uno de estos artículos fueron una distracción en mi crecimiento”, insistió, rememorando que informaciones sobre cuestiones tan sensibles como su reacción al divorcio de sus padres “estaban en todos los palacios”.

“Otras personas, amigos, compañeros de escuela leían los artículos y su comportamiento cambiaba”, agregó Harry. Y dijo que esto le hizo sentir “paranoia” sobre sus relaciones, desconfiando de cualquiera que pudiese aportar datos sobre él, y redujo su círculo de amistades.

Sin embargo, aunque consideró “difícil de creer cómo habría (el diario) logrado (algunas informaciones) de otro modo” que pinchar sus teléfonos, no pudo aportar pruebas sobre estas acusaciones.

El lunes, el abogado de Harry, David Sherborne, dijo que su difunta madre, la princesa Diana, también había sido víctima de piratería, y el príncipe se refirió a esto en su declaración como testigo, culpando al exeditor del Daily Mirror, Piers Morgan.

Harry dijo que pensar en Piers Morgan y su “banda de periodistas manipulando los mensajes de mi madre me hace sentir físicamente enfermo y aún más decidido a responsabilizar a los responsables, incluido a Morgan, por su comportamiento vil y completamente injustificado”.

Morgan, ahora un locutor de alto perfil que trabaja para News Corp de Rupert Murdoch, siempre ha negado cualquier participación o conocimiento de las escuchas u otras actividades ilegales.

Regreso

El duque de Sussex no había vuelto a su país desde la ceremonia de coronación de su padre el 6 de mayo, a la que asistió sin su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle, y tras la cual regresó inmediatamente a Estados Unidos donde la pareja reside desde 2020.

Harry es uno de los cuatro casos de prueba del juicio, y sus alegatos específicos forman el foco de atención de los primeros tres días de esta semana.

Sin embargo, no apareció el lunes, ya que recién salió de Estados Unidos, donde vive actualmente, la noche anterior, ya que era el cumpleaños de su hija Lilibet el domingo. El juez, Timothy Fancourt, dijo que estaba sorprendido por su ausencia.

Su declaración del martes es la primera de un miembro de la realeza británica desde Eduardo VII, que lo hizo también como testigo en un juicio por difamación en 1891, antes de convertirse en monarca.

Harry, que sacudió a la monarquía británica cuando junto a Meghan anunció que abandonaban la institución, tiene otras demandas abiertas contra la prensa de su país.

La pareja alegó la insoportable presión de los medios y ataques racistas contra la actriz mestiza, entre sus motivos para dejar el Reino Unido.

Harry ya compareció por sorpresa en un tribunal londinense en marzo, en otra demanda presentada por varios famosos -incluido el cantante Elton John- contra el grupo Associated Newspapers Ltd, editor del diario Daily Mail. Pero en esas vistas preliminares no declaró.

Desde su exilio voluntario, el príncipe, quinto en la línea de sucesión al trono, y su esposa siguen manteniendo tensas relaciones con los medios.

Hace unas semanas afirmaron haber sufrido una persecución de coches “casi catastrófica” por parte de paparazzi en Nueva York, recordando el accidente de tráfico de 1997 en París en el que murió la madre de Enrique, la princesa Diana, cuando era perseguida por los fotógrafos.

El príncipe ha acusado recientemente a otros miembros de la monarquía británica de connivencia con la prensa. En documentos judiciales presentados en abril, afirmó que la familia real había llegado a un “acuerdo secreto” con un editor para evitar que alguno de sus miembros tuviera que testificar ante la justicia. Esto le impidió, afirmó, presentar una demanda mientras formaba parte de la realeza.

Agencias AFP y Reuters

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