Mientras el avance de la cosecha estadounidense ronda el 20% del área apta, el valor de la soja volvió a caer hoy en la Bolsa de Chicago, donde completó la quinta semana bajista consecutiva. La posición noviembre de la oleaginosa, que es la que concentra el mayor volumen de operaciones, retrocedió US$9,37 y terminó la rueda con un ajuste de 468,48 dólares por tonelada, un 8,1% por debajo de los 509,91 dólares vigentes al cierre del viernes 25 de agosto pasado.
El factor que hoy desencadenó las nuevas pérdidas fue el informe trimestral de existencias publicado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). En él relevó el stock de soja estadounidense al 1° de septiembre en 7,30 millones de toneladas, un 7,2% por encima de los 6,81 millones proyectados por el propio organismo el 12 del presente mes, en su último reporte mensual de estimaciones agrícolas. Además, la nueva cifra también superó los 6,59 millones de toneladas previstos, en promedio, por el mercado, que manejó un rango factible de entre 5,88 y 7,35 millones de toneladas.
El Gobierno prorrogará el dólar soja hasta el 20 de octubre
Esa mayor disponibilidad de soja revelada por el USDA, que acentuó la presión que ejercen la entrada de la cosecha nueva y la calma que mantiene la demanda de China en cuanto a compras en Estados Unidos –sigue concentrada sobre los puertos de Brasil–, llevó a los grandes fondos de inversión a liquidar unos 10.000 contratos de la oleaginosa en Chicago.
Durante la rueda de negocios, en la que los especuladores tomaron todos los eventuales factores bajistas para justificar sus ventas, también se reparó en la continuidad en la Argentina del régimen cambiario especial a través del cual el Gobierno busca incentivar la liquidación de la soja remanente de la cosecha 2022/2023 y en la semana de feriados que se inició hoy en China por la celebración del Festival del Medio Otoño, que mantendrá inactivos a los importadores de ese país, al menos, hasta el viernes próximo.
Cabe agregar que en el horizonte del mercado internacional de la soja aparece como principal nubarrón bajista la perspectiva de otra cosecha récord en Brasil, donde recién está comenzando la siembra 2023/2024 y donde hacen falta lluvias en el medio oeste para agilizar las labores, sobre todo en Mato Grosso, el principal Estado productor de la oleaginosa.
La semana pasada la Compañía Nacional de Abastecimiento, dependiente del Ministerio de Desarrollo Agrario de Brasil, proyectó un crecimiento del área sembrada del 2,8%, de 44,08 a 45,30 millones de hectáreas –las labores avanzaron sobre el 1,5%–; una mejora de la productividad del 2,2%, de 3508 a 3585 kilos por hectárea, y un aumento del volumen de la cosecha del 5,1%, de 154,62 a 162,43 millones de toneladas.
Más trigo en EE.UU.
El trigo fue el gran perdedor del día en el mercado de granos estadounidense, donde completó la segunda semana bajista seguida. La posición diciembre del cereal en Chicago y en Kansas resignó US$13,68 y 7,80 al terminar la jornada con un ajuste de 198,97 y de 243,89 dólares por tonelada. Este contrato acumuló una pérdida del 10,4 y del 11,1% desde el valor de cierre del viernes 15 del actual, de 222,02 y de 274,29 dólares, respectivamente.
Jornada alcista para el valor de la hacienda en el Mercado Agroganadero de Cañuelas
También en el caso del trigo el principal fundamento bajista hoy fue el USDA, que en su informe anual de balance de la producción de granos finos en Estados Unidos reportó la cosecha 2023/2024 del cereal en 49,31 millones de toneladas, por encima de los 47,20 millones estimados por el organismo en su último trabajo mensual y de los 47,14 millones promediados por las previsiones privadas. El volumen publicado hoy implicó un incremento del 9,8% de la producción estadounidense en la comparación con los 44,90 millones de toneladas recolectados en el ciclo 2022/2023.
La debilidad del mercado internacional del trigo sigue atada a la oferta abundante en Rusia, que está terminando de recolectar la que sería su segunda mayor cosecha, con un volumen que rondaría los 90 millones de toneladas. Además, agregó presión bajista el relativo éxito logrado por Ucrania en los primeros intentos por usar un “corredor humanitario” trazado sobre aguas del Mar Negro bajo jurisdicción de Bulgaria y de Rumania, dos países miembros de la OTAN. Esto, luego de que el Kremlin dio por terminado el acuerdo de granos a mediados de julio último.