WASHINGTON.– El director ejecutivo de OpenAI, creadora de ChatGPT, le pidió al Congreso de Estados Unidos que establezca normas de licencia y seguridad para los sistemas avanzados de inteligencia artificial (IA), en un momento en que los legisladores impulsan una iniciativa bipartidista para regular las nuevas y potentes herramientas a disposición de los consumidores.
“Entendemos que la gente esté preocupada por cómo puede cambiar nuestra forma de vida”, dijo Sam Altman sobre la tecnología de IA en una audiencia del subcomité del Senado el martes, su primera comparecencia ante el Congreso. “Pero creemos que podemos y debemos trabajar juntos para identificar y gestionar las posibles desventajas para que todos podamos disfrutar de las tremendas ventajas (…) Creemos que la intervención regulatoria de los gobiernos será crucial para mitigar los riesgos de modelos cada vez más potentes”, estimó el empresario de 38 años.
Altman alabó las ventajas de la tecnología de OpenAI y citó ejemplos como el de ayudar a una persona con dislexia a escribir correos electrónicos gramaticalmente correctos. También reconoció los posibles desafíos de la IA, por ejemplo, en el mercado laboral.
“Si esta tecnología falla, puede llegar a ser bastante problemática”, añadió Altman.
Los senadores Richard Blumenthal (demócrata por Connecticut) y Josh Hawley (republicano por Misuri) describieron la sesión del martes del subgrupo de asuntos tecnológicos del Comité Judicial del Senado como un primer paso en la comprensión de las nuevas herramientas, lo que refleja el hecho de que los legisladores aún carecen de consenso sobre cómo responder a la rápida adopción de las mismas por parte de los consumidores.
Hawley planteó la siguiente pregunta: “¿Lograremos ese equilibrio entre la innovación tecnológica y nuestra responsabilidad ética y moral?”.
La sesión con Altman es la última de una serie de reuniones celebradas en la Casa Blanca y en el Capitolio tras el lanzamiento a finales del año pasado de ChatGPT, el chatbot basado en el sistema de inteligencia artificial GPT de OpenAI, que se disparó hasta alcanzar los 100 millones de usuarios en dos meses.
LIVE: Sam Altman, Professor Marcus, & Christina Montgomery testify before my subcommittee as Congress explores sensible standards & principles to address AI’s immense promise & pitfalls. https://t.co/dGJwHIjh44
— Richard Blumenthal (@SenBlumenthal) May 16, 2023
Hace apenas seis meses, Altman era un empresario poco conocido fuera de Silicon Valley. Su testimonio del martes se produce después de una reciente reunión en la Casa Blanca con los directores ejecutivos de Google y Microsoft y la vicepresidenta Kamala Harris, quien dijo a las empresas que tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad de sus productos.
El éxito de ChatGPT de la noche a la mañana desencadenó una carrera industrial que está poniendo la tecnología en manos de miles de millones de usuarios.
Microsoft, inversor en OpenAI, ha incorporado ChatGPT al sistema operativo Windows. Google anunció recientemente que sus propios sistemas de IA generativa, incluido uno llamado Bard, estarán disponibles en sus aplicaciones.
Esta tecnología, capaz de producir instantáneamente textos, códigos informáticos, videos, música y fotos similares a los humanos a partir de instrucciones escritas, promete mejorar la productividad de las personas en diversas tareas.
Pero también pone en peligro puestos de trabajo, facilita la difusión de información falsa y proporciona a los delincuentes potenciales nuevas herramientas para suplantar identidades, piratear o cometer otras fechorías.
En opinión de algunos tecnólogos, la IA también presagia un futuro en el que la inteligencia de las máquinas superará a la de los humanos.
Christina Montgomery, directora de privacidad y confianza de IBM, afirmó en una entrevista reciente que “la introducción de cosas como ChatGPT encendió la mecha entre los responsables políticos” para que se centraran en la inteligencia artificial. Está previsto que testifique el martes junto con Altman y un tercer testigo, el profesor emérito de la Universidad de Nueva York Gary Marcus.
En su testimonio escrito, Montgomery instó a los legisladores a ser precisos en la regulación de los usos específicos de la IA, en lugar de la propia tecnología. “Un chatbot que puede compartir recomendaciones de restaurantes o redactar un correo electrónico tiene diferentes impactos en la sociedad que un sistema que apoya las decisiones sobre crédito, vivienda o empleo”, dijo.
Hasta ahora, la nueva obsesión de Washington por la IA ha dado lugar a muchas conversaciones, pero pocas medidas concretas para aprobar leyes.
El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, lidera los debates sobre un proyecto de ley bipartidista que, según él, mantendrá el liderazgo estadounidense en innovación y garantizará que la IA se utilice de forma responsable y transparente. Schumer dijo a principios de este mes que él y su equipo se han reunido con cerca de 100 directores ejecutivos, académicos y otros expertos, incluida una charla privada con Elon Musk. Pero el líder del Senado no ha dado detalles sobre una propuesta legislativa.
“Es un trabajo en curso”, dijo el senador demócrata Gary Peters, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado, refiriéndose a la iniciativa liderada por Schumer. “Las normativas pueden ser increíblemente importantes, pero tienen que ser inteligentes. Y eso significa que tenemos que obtener mucha más información”.
Emerging AI technologies have the potential to improve our lives. I’m working to make sure that the U.S. leads in the development of AI — while also assuring that it is used properly and responsibly. https://t.co/gYQKgO60rm
— Senator Gary Peters (@SenGaryPeters) May 5, 2023
Mientras tanto, el gobierno de Biden ha hecho hincapié en que a las herramientas de inteligencia artificial se les aplica una serie de leyes vigentes.
Por Ryan Tracy