El papa Francisco recibirá en audiencia este jueves al primer ministro de Ucrania

ROMA.– El papa Francisco recibirá este jueves en audiencia al primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, justo en vísperas de viajar, al día siguiente, a Hungría, país limítrofe, donde se reunirá con el premier Viktor Orban, uno de los pocos aliados de Vladimir Putin en Europa.

Shymhal viaja a Rom para asistir a una conferencia bilateral con Italia sobre la reconstrucción del país que tendrá lugar el miércoles en esta capital, a la que asistirán diversos ministros del gobierno de Giorgia Meloni y unos 700 empresarios.

La etapa en el Vaticano de Shmyhal, donde ya estuvo en 2021 –antes de que comenzara la guerra–, será muy importante. Será el primer funcionario de alto rango del gobierno de Volodimir Zelensky que verá al papa Francisco, que desde la invasión de la exrepública soviética por parte de la Federación Rusa, intenta, hasta el momento, sin resultados, frenar una guerra “insensata”, que ya entró en su segundo año sin solución a la vista. El papa Francisco habló al menos dos veces por teléfono con Zelensky, mientras que nunca logró hacer lo mismo con Putin. También se manifestó abierto a una mediación, así como a viajar a Kiev, pero sólo con la condición de ir antes también a Moscú.

El Papa, que más de una vez envió al cardenal polaco Konrad Krajevski, prefecto del Dicasterio para la Caridad, a Ucrania para manifestar su cercanía con asistencia concreta, dijo claramente que la diplomacia del Vaticano no se cansa de trabajar para lograr un cese del fuego. También reveló haber ayudado al intercambio de prisioneros en diversas ocasiones y en una reciente entrevista con LA NACION dejó en claro que, más allá de un escenario más que difícil para cualquier tratativa diplomática entre las partes, seguía intentando ayudar.

Ayer, después de la oración mariana del mediodía, cuando pidió a la multitud presente en la Plaza de San Pedro rezar por su próximo viaje de tres días a Hungría –del 28 al 30– el exarzobispo de Buenos Aires habló de “un viaje al centro de Europa, sobre la que siguen soplando gélidos vientos de guerra”.

De hecho, será el viaje en el cual el Papa más se acercará al conflicto ruso-ucraniano. Aunque sólo estará en Budapest, la capital, estará a 166 kilómetros de la frontera con Ucrania, como precisó hace unos día el vocero papal, Matteo Bruni, al ilustrar el viaje. Se descuenta que el tema de la guerra estará más que presente en los discursos papales, no sólo por la cercanía física, sino también porque Hungría –país famoso por su reticencia a recibir migrantes–, está hospedando a unos 200.000 refugiados ucranianos y porque su hombre fuerte, Viktor Orban, es un aliado de Putin.

El gobierno de Orbán no sólo se distanció de la Unión Europea –que desde el inicio respalda a la agredida Ucrania, a quien asiste a nivel humanitario y militar–, en cuanto al respeto de las sanciones contra Rusia y el envío de armas a Kiev. Se diferenció, además, en el plano del derecho internacional: cuando la Corte Penal Internacional de La Haya emitió, en marzo pasado, un mandato de arresto contra Putin por su responsabilidad en la deportación de niños, un crimen de guerra, Hungría hizo saber que no arrestaría al líder ruso en el caso de que llegara a pisar su país.

En este marco, cobra relevancia la visita al Vaticano del primer ministro ucraniano Shmyhal, que traerá noticias frescas sobre la situación en el terreno, justo en vísperas del viaje a Hungría, donde la agenda prevé una reunión del Papa con Orbán, el viernes, en el Palacio Sandor de Budapest, poco antes del mediodía.

Aunque no está en la agenda, se especula que en Budapest el Papa, que se reunirá con refugiados, también podría reunirse con el metropolita Hilarion, el exnúmero dos del Patriarca Ortodoxo ruso, Kirill. Hilarion, que se reunió varias veces con Jorge Bergoglio, fue defenestrado el 7 de junio del año pasado y enviado a Hungría. Y se sospecha que su imprevista salida pudo haber tenido que ver con su desacuerdo con la invasión de Ucrania, que el Patriarca de Moscú siempre bendijo y justificó.

De darse este encuentro, importante será ver si será en privado, o no.

Usar las armas para resolver los conflictos es signo de debilidad y de fragilidad. Negociar, proceder a la mediación e iniciar la conciliación requiere valentía. #Paz

— Papa Francisco (@Pontifex_es) April 24, 2023

En medio de estos movimientos, algunos públicos y otros no, lo que aparece clara es la determinación de Francisco a hablar con todos para encontrar un camino que lleve a un cese del fuego y que pueda destrabar una guerra que involucra a muchos y sin solución a la vista. “Usar las armas para resolver los conflictos es signo de debilidad y de fragilidad. Negociar, proceder a la mediación e inciar la conciliación requiere valentía”, recordó hoy el Papa, desde su cuenta de Twitter.

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