ROMA.- Tal como se esperaba, el papa Francisco recibió hoy en audiencia al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, con quien tuvo un encuentro de 40 minutos, según informó el Vaticano.
El líder cubano viajó a Europa pare reunirse también con sus pares de Italia, Serbia y Francia, donde participará el jueves y el viernes de una cumbre mundial auspiciada por Emmanuel Macron, el “Nuevo Pacto Financiero Internacional” para la lucha contra la pobreza y el cambio climático.
El cara a cara, el primero en el Vaticano entre el heredero de los Castro y el Pontífice, que visitó Cuba en 2015, tuvo lugar en una sala adyacente al Aula Pablo IV, denominada “Il Fungo”. Se cree que los temas sobre la mesa fueron la situación económica, social y política de la isla comunista, con quien la Santa Sede nunca rompió relaciones, establecidas en 1935, la de los presos políticos -por lo que la Iglesia católica local siempre suele reclamar- y la preocupante coyuntura mundial, marcada por la guerra en Ucrania, la gran preocupación del papa Francisco. Un enviado especial, el cardenal italiano Matteo Zuppi, que ya estuvo en Kiev, está preparando su misión ahora a Moscú, capital con la que Cuba mantiene buenas relaciones.
En el séquito también se encontraba la mujer del líder cubano, Lis Cuesta Peraza y el canciller, Bruno Rodruíguez Parilla, entre otros. Durante el tradicional intercambio de regalos, el Papa le obsequió a Díaz-Canel una escultura de bronce de una paloma con una rama de olivo y la leyenda “Sean mensajeros de paz”, su Mensaje de la Paz de este año, el Documento sobre Hermandad Humana y el libro sobre su oración solitaria del 27 de marzo de 2020 en la Plaza de San Pedro para detener la pandemia de coronavirus.
El líder cubano, en tanto, le donó al papa Francisco una escultura de plata, bronce y madera titulada “El lector” y dos libros de poetas cubanos: La luz del imposible, de Cintio Vitier y Las miradas perdidas, de Fina García Marruz, según detalló el vocero papal, Matteo Bruni.
El mandatario se reunió luego también con el número dos del Papa, el cardenal italiano Pietro Parolin, secretario de Estado. “Durante las conversaciones con la Secretaría de Estado, se habló de la importancia de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Cuba, evocando la histórica visita de San Juan Pablo II en 1998, de la que se cumple el 25 aniversario”, informó un escueto comunicado difundido más tarde por la Santa Sede. “A continuación, se detuvieron en la situación del país y en la contribución que ofrece la Iglesia, especialmente en el ámbito de la caridad. En la continuación de la conversación, se tocaron algunos temas internacionales de interés mutuo y se subrayó la importancia de mantener el compromiso de promover siempre el bien común”, agregó.
Díaz Canel se convirtió, así, en el tercer presidente cubano recibido en el Vaticano desde el triunfo de la revolución de 1959. El primero en pisar el Vaticano había sido Fidel Castro, el artífice de la “revolución cubana” –pero educado en un colegio católico jesuita- en noviembre de 1996, durante el pontificado de Juan Pablo II. Esa reunión, de carácter histórico, fue el preludio de la primera visita de un jefe de la Iglesia católica a la isla caribeña comunista, en 1998 y de un paulatino acercamiento entre la Santa Sede y Cuba. En ese primer viaje, el papa polaco lanzó un mensaje profético, que en marzo de 2012 reiteró su sucesor, Benedicto XVI y que el 20 de septiembre de 2015 volvió a repetir Francisco: “que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”.
Protestas
Durante la visita de Díaz Canel, un pequeño grupo de cubanos residentes en Italia, con banderas y pancartas, se juntó al principio de la Vía della Conciliazione para protestar en contra del régimen y para reclamar por la liberación de los presos políticos –especialmente los encarceladas durantes las protestas de julio de 2021-, por los derechos humanos y por la democracia.
“Reclamamos los derechos humanos que necesita nuestro pueblo en Cuba, que está bajo la dictadura castrista-canelista y repudiamos que el dictador Díaz-Canel, presidente no electo y que tiene a más de 1000 presos políticos y de conciencia, sea recibido”, dijo a la prensa Kenia Rodríguez, del movimiento “Las guerreras”. Rodríguez denunció que el régimen cubano iba a instrumentalizar esta visita: “Quieren mostrar la cara de ángel cuando la cara de ellos no es de ángel, es de diablo”, aseguró, al mostrar también una carta para pedirle apoyo al Papa, firmada con sangre por 11 mujeres presas en julio de 2021 sólo por gritar “libertad y democracia”.