EL CALAFATE. – Desactivado y sin conducción a la vista, el kirchnerismo empezó la cuenta regresiva de los últimos 90 días a cargo del gobierno de Santa Cruz. El gobernador electo Claudio Vidal se prepara para asumir el 10 de diciembre próximo con mensajes que se leen como dirigidos a Alicia Kirchner: el sindicalista petrolero habla de corrupción, envía señales que podría investigar la gestión que termina y se puso al hombro la campaña de octubre por las intendencias. Todo eso mientras mantiene reuniones con los sectores productivos de la provincia, como la minería, el petréolo y el campo.
Cuando Vidal asuma habrán pasado 32 años desde que asumiera Néstor Kirchner en la primera gobernación de Santa Cruz. Desde entonces, todas las gobernaciones sucesivas fueron del mismo partido político, razón por la cual, hoy el gobierno de Alicia Kirchner se enfrenta a un traspaso que aquí, nunca hubo. Aún cuando hubo duras críticas –como cuando Alicia Kirchner sucedió a Daniel Peralta y lo acusó de dejar una “provincia quebrada”- nunca hubo una investigación de gestión, ni informes que lo documenten.
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La transición se presenta inquietante. “Lamentablemente está costando un poquito, me gustaría que las cosas sean mucho más ágiles, que podamos tener contacto más fluido para ir adquiriendo la información de lo que nosotros realmente necesitamos para replantear un nuevo esquema de gobierno, pero está costando un poquito”, afirmó Vidal a la prensa local días pasados al referirse al cambio de mando.
Pero mientras el gobernador electo mantiene un tono mesurado en público, y afirma que espera destrabar el flujo de la información que necesita “para replantear un esquema provincial distinto en base a lo que nos dejan”, su compeñero de fórmula y hoy vicegobernador electo, Fabián Leguizamón, advirtió que cuando asuman “van retrotraer todas las medidas y actos administrativos de este tipo (ayuda financiera solicitada a Nación) con un año de anticipación a la fecha de asunción de las nuevas autoridades, tal como sucederá en otras provincias”, indicó.
Lo dijo luego que se publicara en el Boletín Oficial de la Nación que el gobierno provincial pidió una ayuda financiera a la Nación por $10 mil millones tan solo unos días antes de las elecciones. “El fondo fiduciario seguramente se destinará a aumentos de sueldos hasta diciembre con el objetivo de retener las intendencias tras la dura derrota en Santa Cruz”, afirmó Leguizamón. En la última sesión de la Legislatura el kirchnerismo se negó a tratar un pedido de informes sobre el convenio de endeudamiento.
Vidal incorporó al imaginario santacruceño una palabra que aquí jamás se escuchó en boca de gobernantes ni de funcionarios y mucho menos en jueces o fiscales: corrupción. El aún secretario general del gremio petrolero la usó en el tramo final de la campaña para referirse al gobierno y tras ser electo apuntó a las intendencias, a las que aspira conquistar: en especial la de Río Gallegos y Caleta Olivia, hoy en manos del actual oficialismo.
“Algunos me cuestionaron días atrás porque al referirme a la corrupción mencionaba a algunos intendentes, y no me tendrían que cuestionar por esto, se tendrían que dedicar a realizar las gestiones con honestidad y transparencia defendiendo los intereses de los vecinos»”, señaló Claudio Vidal durante un acto realizado el sábado en la sede partidaria del SER, el partido político que creo en el 2018 desde el corazón del sindicato petrolero y el 10 de diciembre llegará a la gobernación. Con ese sello, Vidal llegó al Congreso y obtuvo una banca como diputado nacional.
Lejos de la moderación de Vidal, a Leguizamón se sumó ahora, José Luis Garrido, candidato a diputado nacional por el espacio de Vidal y actual diputado provincial, quien sintetizó en un discurso partidario las razones por las que se disputaban la intendencia de Río Gallegos. “Corremos el riesgo de que se van a venir a atrincherar al municipio una manga de ladrones que hicieron obras públicas para llenarse los bolsillos”, sostuvo ante un salón colmado de militantes y la presencia de los candidatos a Intendente de su sector.
Cuando asuma la gestión Vidal tendrá en sus manos la herramienta del Tribunal de Cuentas para auditar las gestiones de los intendentes municipales, aunque hoy ese órgano de contralor está conformado por mayoría kirchnerista con acuerdo de la Cámara de Diputados.
En octubre, junto a las generales, aquí se disputarán las elecciones en los 15 municipios de la provincia, el último reservorio de poder que le queda al kirchnerismo, que controla a 13 de ellos.
Mientras algunos tienen más holgada la elección, como el intendente de El Calafate Javier Belloni que irá por su cuarta reelección, otros como sus pares de Río Gallegos, Pablo Grasso, y Fernando Cotillo, en Caleta Olivia, ven con preocupación la disputa que le plantean los candidatos de Vidal. Los tres fueron las figuras fuertes de la elección por la gobernación que Unión por la Patria puso en juego, y perdieron la gobernación ante Vidal. Ahora, intentarán revalidar sus títulos en las intendencias.
Hoy el gobernador electo, con el impulso del triunfo, intentará imponer a su partido en las intendencias. “Nos ponemos nuevamente la campaña al hombro, vamos a recorrer toda la provincia”, aseguró Vidal, mientras presentó una gran cantidad de candidatos a intendentes, en todas las localidades dentro del Frente Por Santa Cruz, aprovechando el esquema de Ley de Lemas vigente en la provincia.
Mientras tanto, Vidal ya armó reuniones con docentes, empresas mineras y petroleras que operan en la provincia, y se reunió el domingo último con un centenar de productores rurales en la estancia Moy Aike Chico. Se trató de una reunión gestada a su pedido a través de las Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz para escuchar la voz de los productores agropecuarios de la provincia. Allí, según se pudo reconstruir con asistentes directos, se comprometió a promover la producción ganadera y a trabajar para que no se cierren los campos . Y dejó frases que quedaron resonando. Un productor que estuvo en la reunión lo sintetizó así: “Que no va a tolerar la corrupción, que la gente que no trabaja la va a sacar, y al que roba, definitivamente lo va a sacar”.