El hacker que espió a Marcelo D’Alessandro pidió convertirse en arrepentido y demandó protección

Elías Ezequiel Nuñes Pinheiro, el hacker de 22 años que confesó haber tomado el control del teléfono celular del entonces ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, solicitó a la Justicia ingresar al régimen del “arrepentido” para avanzar con la investigación por presunto espionaje ilegal.

En un escrito de apenas dos carillas que firmaron sus abogados, Nuñes Pinheiro planteó que está “dispuesto a seguir colaborando” con la investigación, como así también “a realizar cualquier tarea pendiente a esclarecer los hechos y llegar a los autores intelectuales que lo han utilizado” para esas tareas de espionaje.

En la misma línea, Nuñes Pinheiro también le requirió a la Unidad Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas del Ministerio Público porteño que tome las diligencias necesarias para que concreten las medidas de protección ya ordenadas en el expediente, el 12 de este mes, pero que en la práctica siguen en el aire.

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Transcurridas casi dos semanas desde que se ordenaron “de manera urgente medidas de protección tendientes a asegurar tanto la integridad física de Elías Ezequiel Nuñes Pinheiro como la de su grupo familiar por el término en que dure el proceso”, remarcaron sus defensores, Sebastián Noguera y Marcos Kapko, esas disposiciones no se concretaron. “Por lo expuesto, solicitamos se insista con las autoridades provinciales de Misiones que las medidas ordenadas se pongan en práctica”, insistieron.

Los investigadores liderados por la fiscal porteña Daniela Dupuy buscan, mientras tanto, avanzar en la cadena de responsabilidades para determinar quién le ordenó a Nuñes Pinheiro que hackeara los teléfonos de funcionarios de Pro y de jueces incómodos para el kirchnerismo, aunque el hacker sostuvo que prendió fuego su teléfono para destruirlo y arrojó luego sus restos al río Paraná, cerca de Eldorado, Misiones.

La hipótesis que manejan los investigadores judiciales es que el principal acusado, Nuñes Pinheiro, se dedicaría de manera habitual a la intrusión ilegal de teléfonos celulares. Solo durante 2022 habría avanzado contra decenas de dispositivos. En ocasiones, a pedido de un usuario de la red Telegram al que identificó como “ElJuanxd”, quien continúa en las sombras.

Un movimiento en particular de Nuñes Pinheiro mientras hackeaba a sus víctimas levantó las suspicacias dentro de la Unidad Fiscal. Para ingresar al sistema Nosis, Nuñes Pinheiro creó un perfil falso a nombre de Nicanor Moreno Crotto, quien trabajó para Marcos Peña, en la Jefatura de Gabinete, durante la presidencia de Mauricio Macri. ¿Por qué escogió el hacker ese nombre? ¿Fue algo aleatorio? ¿O acaso el mismo que le pagó $15.000 por “objetivo” le indicó que utilizara ese nombre para desviar las sospechas?

Al declarar en tribunales, Nuñes Pinheiro aportó datos sobre un posible eslabón en la cadena de responsabilidades. Sería un joven oriundo de José C. Paz, cuyo nombre sería Emanuel Angel Elías, que habría participado en la operatoria para pagarle por sus servicios como hacker, lo que desde entonces también procuran verificar los investigadores judiciales.

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En ese sentido, los defensores del ahora hacker confeso reclamaron que la Justicia debe encuadrarlo dentro del régimen del “imputado colaborador”, con las consiguientes exigencias y beneficios previstos por la ley.

“En vista a su entera buena fe procesal que ha quedado demostrada a lo largo del proceso evidenciado a través de su amplia colaboración en ambas declaraciones indagatorias”, indicaron Noguera y Kapko, “entendemos que corresponde dar tratamiento en forma especial [a Nuñes Pinheiro], teniendo en cuenta sus condiciones personales a fin de que pueda ser tratado como arrepentido”, plantearon.

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