El Gobierno “prefirió” perder US$1000 millones de exportaciones de carne vacuna antes que sumar este producto al dólar agro, que reconoce un tipo de cambio de $300, o a un esquema de ventas al exterior que le hubiera reportado esas divisas.
Según pudo reconstruir LA NACION de fuentes del mercado y de la actividad, hubo una propuesta del sector privado que consistía en “dos meses de exportaciones de carne vacuna” con un tipo de cambio diferenciado o que se sumara el producto al dólar agro. La iniciativa apuntaba a impulsar el sector y generar las divisas que busca el Gobierno para las reservas del Banco Central (BCRA). Sin embargo, temiendo un potencial efecto en la inflación, que en marzo pasado trepó un 7,7% y acumuló un 104,3% interanual, el Gobierno desistió.
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En rigor, la propuesta era que, al sumar la carne vacuna al esquema del dólar agro, se iban a alcanzar alrededor de US$500 millones en un solo mes; en dos meses pasarían a ser US$1000 millones.
LA NACION pudo averiguar que en la industria cárnica habían considerado sumarse al esquema que puso en marcha el Gobierno a principios de abril con un tipo de cambio a $300. Esta propuesta le habría interesado al ministro de Economía, Sergio Massa, quien decidió derivar el tema con su secretario de Comercio, Matías Tombolini, para analizar la situación de la carne vacuna a nivel nacional y un eventual impacto en la inflación.
No obstante, la respuesta de Tombolini fue “negativa” y este se habría excusado con el aumento que ha tenido este producto en los últimos meses.
Según el último informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), los precios de la carne vacuna en marzo pasado subieron un 14,2%. Sin embargo, la carne está retrasada respecto de la inflación. Mientras el Índice de Precios al Consumidor Interanual alcanzó un 104,3%, la variación interanual de la carne al consumidor se ubicó en un 86,5%, es decir 18 puntos porcentuales debajo de la inflación.
Fuentes consultadas dijeron que, tras la propuesta, hubo una respuesta negativa y sin margen de negociación por parte de Comercio. Incluso, mencionaron otras fuentes que Tombolini habría mencionado que el mercado cárnico “era el culpable de la inflación”.
Ante una consulta de LA NACION, desde esa cartera de Comercio dijeron que no hubo reuniones por este tema, pero sí por lo de los siete cortes a Precios Cuidados, que estarán vigentes hasta el 30 de junio con un aumento mensual del 3,2%.
En el primer trimestre del año, según el Ipcva se exportaron 196.109 toneladas res con hueso que representaron US$649.373 millones.
Cuando el Gobierno oficializó el dólar agro, consideró, entre otros productos, a las carnes, aunque sin precisar cuáles entrarían al esquema. En el primer listado estaban considerados “animales vivos, carne y despojos comestibles, pescados y crustáceos, moluscos y demás invertebrados acuáticos, leche y productos lácteos; huevos de ave; miel natural; productos comestibles de origen animal, no expresados ni comprendidos en otra parte; los demás productos de origen animal no expresados ni comprendidos en otra parte, plantas vivas y productos de la floricultura, hortalizas, plantas, raíces y tubérculos alimenticios”.
Por otra parte, semanas atrás se conoció que en la Secretaría de Comercio, que fijó pautas estrictas de incrementos en los precios internos a quienes exportan en el marco de este programa, había alrededor de 2800 cuits aptos para ingresar. Además, trascendió que en el Gobierno le pidieron a Tombolini “ser más flexible en el ingreso de empresas”, ya que en rigor habían entrado solo 25 en las primeras dos semanas que iba de la medida. En 24 horas luego se pudieron registrar 450 empresas.