CARACAS – Punto y final a la odisea colombiana de Juan Guaidó. Según fuentes opositoras, el expresidente encargado de Venezuela ha sido obligado a subirse a un avión con destino a Estados Unidos. “Es un chantaje”, aseguran las mismas fuentes a LA NACION.
Las amenazas del canciller colombiano, Álvaro Leyva, se han concretado de esta forma horas antes de comenzar la Conferencia Internacional promovida por el presidente Gustavo Petro, en la que participará Argentina. Leyva declaró a los periodistas en el Parlamento colombiano que “si no aparece (Guaidó) corre riesgos porque entró de forma inapropiada y en Colombia cumplimos las leyes”.
El cerco se había estrechado al máximo desde que el líder opositor diera a conocer este lunes por la mañana que había cruzado a pie la frontera que separa a los dos países. El ejecutivo colombiano ya le había mostrado su aversión previa contra Guaidó, a quien el embajador cafetero en Caracas, Armando Benedetti, descalificó duramente con los insultos “huevón” y “pendejo”. Un giro radical desde el cambio de gobierno en Colombia, ya que el anterior presidente, Iván Duque, se erigió en el gran aliado continental de Guaidó.
El gobierno colombiano se ha deshecho así, o al menos lo ha intentado, de los nubarrones que sobrevolaban sobre su conferencia internacional horas antes de que dé comienzo en Bogotá. Petro ha estrechado su alianza con Maduro, en busca de que EEUU alivie las sanciones contra el régimen bolivariano, para lo que cuenta con el respaldo total de Caracas.
Queridos venezolanos, hoy 24 de abril quiero informales lo siguiente en este comunicado. Más tarde me estaré comunicando nuevamente con ustedes sobre nuestros siguientes pasos. Dios los bendiga. pic.twitter.com/340tfoJRHP
— Juan Guaidó (@jguaido) April 24, 2023
Además, entre varios de los delegados opositores presentes en Bogotá también había cundido el pánico ante la presencia de Guaidó, que pensaban que podía dinamitar una conferencia en la que no participan, aunque se muestren a la expectativa.
De momento, la familia de Guaidó permanecerá en Caracas, según las mismas fuentes.
La intención inicial del expresidente de la Asamblea Nacional era la de reunirse con la diáspora venezolana en Colombia y también con algunas de las delegaciones que participarán en la Conferencia Internacional.
Salida de Venezuela
Guaidó consiguió atravesar la frontera que separa el venezolano estado de Táchira con el departamento colombiano de Norte de Santander, la misma vía que siguieron para exiliarse otros dirigentes opositores. Desde allí siguió camino hacia Bogotá. Tenía en agenda una reunión con la diáspora venezolana en Colombia, que suma más de 2,5 millones de personas.
Más allá de la presión colombiana, fuentes de la oposición habían adelantado a LA NACION que el destino final de Guaidó sería Estados Unidos, donde ya se encuentra parte de su familia. La delegación de la Plataforma Unitaria -alianza política opositora- se mantiene presente en Bogotá pero al margen de lo que se vaya a discutir este martes entre las delegaciones.
Distintas confidencias de los organismos de inteligencia del chavismo habían alertado al expresidente encargado de Venezuela que esta ocasión sí iba a suceder, tras 50 meses de persecución, hostigamiento, agresiones y amenazas constantes. La purga anticorrupción puesta en marcha en el seno de la revolución, que ha exhibido a poderosos funcionarios bolivarianos y a militares con los trajes de preso color naranja chillón, era el mejor escenario para el ala más radical del oficialismo, que insistía en encarcelar a Guaidó.
En este escenario, Guaidó se mantenía escondido en Caracas desde hace días. En las últimas hora se rumoreó incluso que estaba refugiado en la embajada de Francia. “El régimen nuevamente ha elevado las amenazas en mi contra y su objetivo es callar mi voz. Yo no voy a permitirle eso a Maduro”, subrayó Guaidó.
La pérdida del blindaje que le suponía estar al frente del gobierno interino y de la Asamblea Nacional democrática sumió al dirigente en una posición de máxima debilidad, criticado además por la nueva mayoría opositora, con la centrista Primero Justicia (PJ) a la cabeza. El fin del respaldo internacional, con excepción de Estados Unidos, que siempre se ha mostrado cercano a su lucha, multiplicó el riesgo para el expresidente del Parlamento democrático.
“No voy a parar de denunciar los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de Maduro. Exijo la libertad de los casi 300 presos políticos que permanecen en los calabozos, que se deje de perseguir a mi familia, a mi equipo y a los que luchan por una mejor Venezuela”, añadió Guaidó en el comunicado que dio a conocer cuando ya se encontraba a salvo en territorio colombiano.