Embajadores en Panamá, República Checa, Bangladesh o Camboya. Casi setenta pases a planta permanente en el Ministerio del Interior, otros quince en el Ministerio de Defensa, nuevos cargos y estabilidad laboral de última hora en otros ministerios como los de Salud, Seguridad, Justicia y Mujeres.
En las semanas posteriores a las primarias del 14 de agosto, el Boletín Oficial registra una marcada aceleración en las designaciones de funcionarios de distintas áreas del Gobierno, cuando faltan menos de cien días para que termine el gobierno de Alberto Fernández.
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Durante las últimas tres semanas LA NACION pudo corroborar la sucesión de publicaciones en ese sentido, firmadas en su mayoría por el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y los distintos ministros, con pases a planta de antiguos empleados, prórroga de contratos por 180 días y designaciones de embajadores que, en teoría, podrían cesar en sus funciones al asumir el próximo gobierno.
Condicionar al gobierno que llega con tal catarata de nombramientos o cubrirse ante la incertidumbre que genera el cambio de mando en la Casa Rosada aparecen como el trasfondo de las designaciones, más allá de las explicaciones oficiales, basadas en el mérito de los nuevos designados o confirmados.
Según datos recogidos por LN Data en base al Boletín Oficial, las distintas dependencias del Estado emitieron una o varias designaciones en 82 decretos la semana posterior a las Paso, 81 en la semana siguiente, y 79 en la primera semana completa de septiembre. En total, 242 decretos de designaciones, algunas de las cuales llaman la atención por su cantidad, sus protagonistas, y la posibilidad de extender su vigencia más allá del fin del mandato del gobierno de Alberto Fernández.
Uno de los casos más notorios es el de la Dirección de Migraciones, que encabeza Florencia Carignano, que el jueves oficializó el pase a planta permanente de 67 empleados. “Esos nombramientos son parte de unos 600 empleados que hicieron el concurso de regularización para obtener su planta. En todos los casos, son empleados de más de diez años, no tienen que ver con nosotros más allá de ser empleados”, explicaron desde el Ministerio del Interior.
En el caso del Ministerio de Defensa, el ministro Jorge Taiana firmó la semana pasada el pase a planta permanente de 15 empleados del área científica del Instituto Geográfico Nacional (IGN), también luego de un concurso de antecedentes. “Se ha dado cumplimiento a las etapas del proceso de selección para la cobertura de dichos cargos”, dice en los considerandos del decreto, con fecha del primer día de septiembre. ¿Qué dicen cerca del ministro Jorge Taiana? “Los pases a planta permanente del IGN corresponden a trabajadores de concursos en escala Sinep, de personal que está contratado hace más de 10 años, también hay de personal científico técnico, que en muchos casos es captado por el sector privado y por eso, para evitar que eso suceda, se brinda la posibilidad de estabilidad y crecimiento profesional”, afirmaron voces cercanas al ministro. Agregaron que en la lista “también hay casos de concursos profesionales de la administración pública”, como abogados o contadores.
La salida de embajadores y la designación de sus reemplazantes al filo del recambio presidencial también se aceleró en las últimas jornadas, todos con diplomáticos de carrera como protagonistas. El hasta hace días subsecretario de Política Exterior, Claudio Rozencwaig (muy respetado por distintos representantes extranjeros), fue designado como embajador en República Checa, y sobresale en un nutrido listado de nuevos jefes de misión en el que también se ubicaron Sandra Rosana Pitta (Panamá) y Carlos Poffo (Rumania), en reemplazo de embajadores que volverán a Buenos Aires, y con su consecuente gasto administrativo.
Marcelo Cesa (primer embajador en Bangladesh), también integra la lista, al igual que Gustavo Martino, quien asumió la embajada en Camboya, en simultáneo con la embajada de Tailandia, que ya ejerce, y Claudio Pérez Paladino, designado esta semana embajador en la República de Mauricio, además de la embajada en Sudáfrica, en la que ya está instalado. “Los cercanos a este gestión se suben al último bote y ocupan puestos que no tenían porque cubrirse ahora”, se quejó una fuente diplomática alejada de la Casa Rosada.
“Es un habitual mecanismo para el conjunto de los diplomáticos que quien cumplió más de cuatro o cinco años en el exterior regrese a Buenos Aires, del mismo modo quien cumplió funciones en la sede central de Cancillería durante más de dos años resulta trasladado a alguna representación nacional”, explicaron desde el Palacio San Martín, y recordaron que también durante el final del gobierno de Mauricio Macri se efectuaron designaciones de embajadores en nuevos destinos.
“Le pedimos por nota a [Santiago] Cafiero que no haga designaciones antes de irse porque iban a ser revisadas. Es lo que pidió Fernandez a Macri. Acaban de designar embajadores en varios países. Será revisado”, afirmó en redes sociales el jueves Federico Pinedo, referente de política exterior de Juntos por el Cambio.
En el caso del Ministerio de Salud, en estos días se conocieron prórrogas en distintas designaciones por 180 días hábiles, es decir, que exceden el mandato del actual gobierno. Un ejemplo: se designa a María Martínez Cáceres en la Dirección de Redes Integradas, desde el 11 de septiembre “y por 180 días hábiles”, mucho después de diciembre; al igual que a Andrea Maiza, en una dirección del Instituto Malbrán.
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También se crean nuevos puestos, como por ejemplo la denominada unidad de gestión técnica en cannabis y cáñamo industrial, a cargo de Diego Ezequiel Peña. Esas designaciones con plazo fijo también fueron firmadas por los ministros de Salud, Justicia, Seguridad y Mujeres en las últimas y recientes semanas.
El contexto general de las designaciones se completa con un dato adicional. En el último año, según la agencia de noticias NA, el Gobierno pasó a planta permanente a 15.500 empleados estatales, pese al decreto que había cerrado las contrataciones en julio del 2022, firmado por Silvina Batakis en su breve paso por el Ministerio de Economía, antes de la llegada de Sergio Massa, hoy ministro y candidato presidencial de Unión por la Patria. Una carga con la que deberá lidiar, sea del signo que sea, el próximo gobierno.
