La presencia de una boleta encabezada por Juan Grabois en el cuarto oscuro de las PASO está obligando al kirchnerismo a tener mucha muñeca política en estos días. Máximo Kirchner y Eduardo “Wado” De Pedro, que son los máximos responsables operativos de ese sector en la campaña, necesitan sumar los votos que el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) pueda aportar sin irritar al “candidato de unidad”, que es Sergio Massa. Además, los K miran con atención cómo performa el dirigente social por lo que, consideran, es sólo una capitalización de su voto duro.
La candidatura presidencial de Grabois apareció como una “vía de escape moral” para el votante kirchnerista que todavía no puede digerir la entronización de Massa. De acuerdo a las encuestas que miran en el peronismo, el referente social le aportará a Unión por la Patria una porción no despreciable de votos que puede apuntalar a la alicaída marca oficialista.
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El ministro de Economía -que transmitió puertas adentro que quisiera que UP saque un piso de 30 puntos en las PASO para mostrarse vital para el resto del proceso electoral- sabe bien que los votos de Grabois suman a la causa. Sus asesores le aseguran, además, que todos los que se inclinen por el líder del MTE en agosto lo harán por él en octubre. Pero Massa hubiera querido ser el candidato único desde el día uno, para aglutinar todo el voto peronista y lucir más robusto la noche del 13 de agosto. La decisión de habilitar el juego a Grabois y darle la lista completa fue, en su momento, de Cristina Kirchner.
“La pregunta es si Grabois va a sacar tres o cuatro puntos o va a sorprender con siete u ocho”, dijo un intendente de la primera sección electoral, que asegura que el dirigente social viene creciendo en las encuestas que encargó en su municipio. “No es lo mismo que la interna quede 29 a 3, a que quede 24 a 8″.
La postura del Frente Renovador quedó a la luz esta semana cuando la titular de Aysa, Malena Galmarini, candidata a intendenta de Tigre y esposa de Massa, dijo: “Hoy votar a Juan (Grabois) es tirar el voto”. La funcionaria no lo manifestó como un golpe bajo contra el líder del MTE, sino “en términos técnicos del uso estratégico del voto”, como aclararía después.
Un colaborador del massismo lo tradujo así: “Obviamente que Grabois en este escenario va a aportar el pucho que le puede faltar a Massa para que UP quede más competitivo en las PASO. Pero mejor hubiera sido que Grabois estuviera adentro para fortalecer a Sergio desde el día uno”.
Fotos y cuidado de la boleta
En el conurbano, varios intendentes transmiten que, si bien no están haciendo campaña para Grabois, sí le fiscalizarán sus votos. “Los intendentes vamos a cuidar la boleta de Grabois en el cuarto oscuro. No se reparte, pero se la cuida”, dijo un jefe comunal a LA NACION.
Hay sentimientos encontrados en La Cámpora con la situación del líder del MTE. Si bien le dan luz verde para jugar, en ese sector algunos subrayan que “los votos de Grabois son en realidad votos del kirchnerismo”. “Crece un enano que después nos va a decir ‘ojo que valgo 7 puntos’”, comentó un colaborador camportista.
El líder del MTE coleccionó en campaña un nutrido álbum de fotos con el ecosistema K. Estuvo en Quilmes junto a la intendenta Mayra Mendoza y la ministra de Ambiente bonaerense Daniela Vilar (fue un acto de gestión para inaugurar un nodo local de reciclado); en Mendoza con Anabel Fernández Sagasti; en Mercedes con el intendente Juan Ustarroz (hermano de Eduardo “Wado” De Pedro); en Avellaneda con el intendente Jorge Ferraresi; en Tres de Febrero con el candidato local camporista Juan Debandi y en Santa Cruz con la gobernadora Alicia Kirchner. Con Axel Kicillof, Grabois se mostró en Berisso en una fábrica textil recuperada.
Un colaborador de un candidato de La Cámpora en el conurbano advirtió: “A Grabois se lo cuida en el cuarto oscuro porque tiene la boleta completa y esos votos hay que capitalizarlos igual. Pero acá todos los carteles son con Sergio, solo se lo nombra a Sergio y toda la inversión de la campaña es con Sergio. El aparato peronista va a jugar con Massa”.
Más picante
Uno de los acuerdos de palabra durante el cierre de listas fue que Grabois no lanzara constantemente flechas contra Massa. La campaña avanzaba en términos razonables hasta esta semana, cuando las chicanas subieron varios decibeles. En las últimas horas el líder del MTE dijo que la candidatura del ministro de Economía surgió de “un golpe de Palacio”.
Por lo bajo, parte del kirchnerismo comenzó a irritarse con Grabois luego de que él criticara a la “conducción táctica” del espacio. “Hace eso y salva a Cristina, pero quién es el responsable de la conducción táctica: es Máximo (Kirchner)”, replicaron con vehemencia fuentes de ese espacio.
“No se entiende cuál es su juego”, aseguró otro funcionario kirchnerista. Y agregó: “Lo señala a Sergio porque viajó a Davos con (el expresidente, Mauricio) Macri pero defiende su vínculo con Pepín (por Fabián Rodríguez Simón, exfuncionario macrista y hombre fuerte de la mesa judicial de esa gestión) y con (la exministra de Desarrollo Social, Carolina) Stanley, con los cuales se llevó muy bien. Dice que Massa es el candidato de los Estados Unidos, pero él recibe al embajador (Marc) Stanley, aunque aclara que lo hizo ir a su oficina ¿Desde dónde hace planteos morales?”, agregó.
Quien verbalizó este malestar en los últimos días fue el exvicepresidente Amado Boudou, devenido en vocero político y económico de Massa para defender su candidatura en los medios. “Cuando Grabois sale a hacerse el picante y a decir ‘estoy en contra de la conducción táctica que nos trajo a estos candidatos’, bueno, a él también lo trajo la conducción táctica”, dijo Boudou. Y lanzó: “Estar a favor de que haya dos economías es estar en contra de la movilidad social ascendente… esto de la economía popular es muy contrario a la idea del peronismo, del kirchnerismo”.
