“De niño, como todo fotógrafo, me la pasaba mirando documentales de National Geographic en mi casa, ¡y no podía entender cómo esa gente estaba ahí!”, rememoró Nicolás Marín, hoy, en el encuentro de Sustentabilidad organizado por LA NACION. A sus 23 años, se encuentra entre los dos únicos argentinos que forman parte del selecto grupo de exploradores de este joint venture entre The Walt Disney Company y National Geographic Society.
Marín, quien dedica sus días a sumergirse en las profundidades oceánicas, rodeado de corales y de orcas, quiso estar presente en el encuentro, para lo cual envío un sentido video desde el Polo Norte. Su pasión por la naturaleza, su incansable lucha por la conservación de los océanos y sus asombrosas fotografías de la vida submarina han logrado que su nombre adquiera prestigio, primero en las redes sociales y, luego, en círculos científicos.
“En el 2019 hice cursos de buceo en Cozumel y estuve viviendo un año en México. Empecé como fotógrafo submarino, mezclando la ciencia, la fotografía y el activismo para poder dar un mensaje de conciencia para poder cuidar nuestros océanos”, contó este joven que de niño le tenía miedo al agua.
Hace pocas semanas, se convirtió en el argentino más buscado durante la conferencia Our Ocean, llevada a cabo en la ciudad de Panamá, donde fue seleccionado como uno de los 100 jóvenes líderes mundiales debido a su carrera en ascenso y su compromiso con el medio ambiente.
Compartió el escenario con John Kerry, enviado especial para el clima de Estados Unidos, y desde allí pronunció un contundente discurso alertando sobre los alarmantes daños ocasionados por la pesca ilegal y la minería submarina. “Como fotógrafo submarino, nunca me imaginé poder estar acá, desde el Polo Norte”, contó.
También se refirió a su encuentro con la doctora Sylvia Earle, la primera mujer científica jefe de la NOAA, una de las más prestigiosas instituciones para el estudio del océano. En 2009, Earle fue galardonada con el premio TED por su apasionante charla que cautivó a audiencias de todos los rincones del globo.
Utilizando los fondos obtenidos, dio vida a Mission Blue, una iniciativa visionaria que persigue el objetivo de establecer una extensa red global de áreas marinas protegidas. Con el tiempo, Mission Blue ha evolucionado para convertirse en una destacada plataforma de divulgación, difundiendo conocimientos y conciencia sobre la importancia de conservar los océanos.
“Es una de las inspiraciones más grandes que tengo en la vida. Trabajar con personas que miraba en los documentales y que hoy son colegas de activismo y compartimos las mismas conferencias, los mismos proyectos”, mencionó con notable emoción y orgullo. Y cerró: “No puedo creer absolutamente nada de lo que está pasando últimamente en mi vida”.
Marín no cambiaría su vida nómada en los mares del mundo por nada, aunque confiesa que extraña sus raíces. “La enseñanza que me deja el océano es difícil de describir, porque son sentimientos que no se pueden explicar”, dijo. Y añadió: “Con la fotografía, trato de comunicar desde el corazón para llevar a las superficies lo que veo en las profundidades del océano”.
Por último, motivó a que todos se den el espacio a poder conocerse a uno mismo para poder conocer su profesión y cuál pueda ser “su destino en la vida, porque uno nunca sabe a dónde puede llegar, miren dónde me tocó a mí estar”, expresó emocionado, mientras le dio una extensa mirada al horizonte, en el Polo Norte.
Regeneración empresarial: cómo crear valor sostenible
Minutos más tarde, Gabriela Korovsky, cofundadora de Urban Grupo de Comunicación, se refirió al concepto de “regeneración empresarial”, que emerge como un nuevo capítulo en el enfoque de la sostenibilidad. La especialista aborda cómo este nuevo paradigma se basa en una visión sistémica que va más allá de la mitigación de daños y busca crear ecosistemas que generen impacto positivo. La transformación cultural, la colaboración y el diseño de una visión compartida son fundamentales para avanzar hacia un futuro empresarial más resiliente y sostenible.
Al comienzo de la ponencia, Korovsky aludió al concepto de triple impacto o triple cuenta de resultados, acuñado en la década de los 90 por John Elkington, líder de negocios y emprendedor. Este enfoque implicaba evaluar el impacto positivo de las empresas en tres dimensiones: beneficios económicos, sociales y ambientales.
Sin embargo, en estos 25 años transcurridos desde entonces, este concepto no ha cumplido todas las expectativas. Por eso, a fines de 2018, Elkington publicó un artículo en el que propone revisarlo. Korovsky explicó que esta revisión implica repensar si las empresas y el sistema económico han utilizado el concepto de triple impacto simplemente como una forma de contabilización y control de daños, en lugar de transformarse verdaderamente.
A partir de esta inquietud, Elkington inició una investigación llamada “El capitalismo del mañana”, entrevistando a empresas de todo el mundo que aplican el sistema del triple impacto. Y llegó a la conclusión de que las empresas del futuro deben centrarse en tres aspectos fundamentales: responsabilidad, resiliencia y regeneraciones.
La especialista destaca que, a pesar de los desafíos exponenciales y sistémicos que enfrenta el planeta, también aumentan las oportunidades para generar soluciones empresariales. Por lo tanto, es necesario pasar de un enfoque de contabilización de beneficios e impactos a un modelo generativo. Korovsky destacó el cambio hacia un enfoque más holístico y sistémico, donde el sistema está interconectado en la mirada regenerativa.
Otro cambio importante es el enfoque en la regeneración positiva neta. No se trata sólo de dejar de emitir carbono o neutralizar su huella, sino de crear ecosistemas que produzcan un impacto de carbono positivo y contribuyan a la biodiversidad. La mirada regenerativa busca desbloquear el potencial de los ecosistemas y contextos.
El paradigma de la regeneración propone un cambio profundo en la manera de pensar, donde la sustentabilidad es el resultado que se puede lograr a partir de esa visión holística. Además, se destacó la importancia de una transformación cultural, la alineación dentro de las organizaciones y la definición de un propósito claro acompañado de políticas y procesos accionables. “La colaboración con otros actores en los ecosistemas también es fundamental para impulsar la transformación hacia un futuro más sostenible”, completó.
Para finalizar, citó al consultor en sustentabilidad organizacional chileno, Ronald Sistek: “La transformación humana se produce cuando el dolor de cambiar es menor que el dolor de permanecer igual”. Y Korovsky cerró: “¿Nos habrá llegado ese momento? Se requiere de esa tensión. Esto es un cambio cultural, necesitamos trabajar en ese entendimiento y en esa alineación hacia dentro de las organizaciones”.