LA PLATA.- El arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, advirtió sobre las deficiencias de la democracia en la Argentina. “Lo más serio es que esta democracia no termina de incluir a todos”, dijo en un discurso en el que reclamó más inclusión. Pidió por los pobres, los presos y los cartoneros.
Ante el gobernador Axel Kicillof y la vicegobernadora Verónica Magario, habló del pecado de “ningunear a los pobres”. Y sostuvo que la democracia “se envilece a sí misma cuando deja a algunos afuera”.
Durante una ceremonia convocada para celebrar los 40 años ininterrumpidos de democracia, Fernández destacó su valor histórico. “Nosotros la damos por obvia, como si no fuera posible volver a perderla. No necesariamente por algún golpe violento, porque además de los golpes militares están los golpes cívicos, empresariales, y muchas maneras sutiles de destrozar la democracia”, dijo Fernández.
Terminada la ceremonia, Kicillof revindicó el discurso del arzobispo, pese a los cuestionamientos a las cárceles que en esta provincia tienen una superpoblación estructural desde hace décadas. “Tenemos que reflexionar sobre hasta dónde se puede ser indiferente con los que menos tienen”, acordó Kicillof. “En un año electoral, si no analizamos esto, vamos a ir a mal puerto”, manifestó el gobernador, que evitó expresarse sobre su posible candidatura presidencial.
“Lo menos relevante son los nombres. Estamos cumpliendo 40 años de democracia, que está en peligro y que aún tiene sus fragilidades”, dijo tras recordar el atentado a Cristina Fernández de Kirchner.
El gobernador llamó a evitar profundizar la grieta, pese a que criticó a la oposición. “Hay que ser amplios, contener a todos los sectores”, dijo. Luego se refirió a las críticas del macrismo por el acto de esta tarde. “Es una vergüenza, da pena. No quiero polemizar con quienes critican un 25 de mayo con palabras de grieta, de división, para sacar un voto”, manifestó.
En un acto religioso donde estuvo también presente el intendente local, Julio Garro (Juntos por el Cambio), el arzobispo fue el principal orador en la Catedral y pidió “a los que tienen poder político que vean la dignidad para estas personas”, en referencia a los pobres, los presos, los cartoneros y los excluidos del sistema.
Fernández, que es un arzobispo de diálogo con el Papa Francisco y que dialogó con el Sumo Pontífice sobre la ceremonia que tuvo lugar en esta capital, pidió ante Kicillof cárceles dignas como una “última defensa de los derechos humanos, que son derechos sociales”.
Ante un público formado por representantes de distintas comunidades religiosas y miembros de la comunidad civil, Fernández expresó: “La democracia es para todos. Hoy quise invitar a compañeros y compañeras que trabajan en el reciclado, a los amados cartoneros, para reconocer que nuestra democracia es también para ellos y se envilece a sí misma cuando deja a algunos afuera”, dijo.
Agregó que la sociedad debe preguntarse cómo hacemos para que vivan dignamente aquellos que no pueden elegir su trabajo, con un salario digno, para que puedan descansar y hacer algo que les alegre el alma.
La ceremonia tuvo lugar en la Catedral de La Plata. Participaron miembros de comunidades de distintas religiones. Estuvieron representados el judaismo, el hinduismo, los mormones y los afroumbandas.