La discusión en torno al rol del Estado parece estar cada vez más presente el debate público. En esa línea, un dato al que tuvo acceso LA NACION permite demostrar que, en medio de un año electoral, la percepción negativa respecto del desempeño de la administración pública nacional no puede ser un tema ignorado por los políticos: solo el 18,8% de la población dice haber pasado menos de una hora en una oficina pública durante el año 2022, mientras y el 42,7 demoró entre 1 y 3 horas y el 33,4% asegura que lo hizo por más de tres horas.
Así lo revela un informe elaborado por la consultora Espacios Políticos, a partir de una encuesta que contó con 1133 casos a nivel nacional y que analizó las experiencias de la población a la hora de realizar trámites públicos. El estudio arroja que, en promedio, más de dos tercios de los encuestados realizan algún trámite al año. Sin embargo, la gran mayoría de ellos se siente insatisfecha con respecto a la atención brindada y dice que tuvo inconvenientes a la hora de realizarlos, entre los que se encuentran el excesivo tiempo de espera en una oficina pública y la complejidad de los pasos.
“La mayoría no solamente entiende que los trámites son lentos, sino que también muchas veces se pide documentación innecesaria”, indicó, en diálogo con este diario, Maximiliano Campos Ríos, director de la consultora y especialista en políticas públicas. “Todo el tiempo estamos siendo una suerte de cadetes externos de la administración pública, y esos son los costos de la falta de modernización y simplificación de las bases de datos de los procesos estatales”, añadió.
En ese sentido, según se desprende de las conclusiones del trabajo, el 74,7% de los argentinos se sintió insatisfecho con la atención brindada en las oficinas públicas durante el año pasado, al tiempo que el 80,2% considera que la velocidad de la resolución de trámites fue lenta.
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Para Campos Ríos, existe un ejemplo paradigmático a la hora de graficar el actual estado de situación. “Es llamativo que, para cualquier trámite, el Estado te pida una fotocopia física de tu DNI, cuando es el propio Estado el que te da la identidad”, precisó a LA NACION.
En tanto, en lo que respecta a las formas de realizar un trámite, el 42,8% de la ciudadanía prefiere hacerlos a través de internet, el 41,8% de manera presencial y solamente el 6,4% por teléfono. “Esa paridad es explicada por el hecho de que, para los mayores de 50 años, y para quienes no han terminado la educación secundaria, los trámites por internet les resultan mas difíciles de realizar”, apuntó el director de Espacios Políticos.
Sucede que, según explicó Campos Ríos, más allá de algunos trámites han sido modernizados y se pueden hacer por internet, muchos continúan siendo excesivamente difíciles de realizar para la ciudadanía en general. “Se termina necesitando la utilización de gestorías o intermediarios, porque la complejidad del trámite implica, muchas veces, que uno tenga que ser verdaderamente un especialista y no un simple ciudadano que intenta o habilitar un comercio, o renovar un documento, o pagar una tasa o imprimir un libre deuda municipal”, señaló.
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Los resultados del actual estudio forman parte de un trabajo más amplio que incluyó un análisis pormenorizado de la percepción social que existe acerca del desempeño de la administración pública en general. De él, por ejemplo, también se desprendió que más del 85% de la población piensa que la burocracia se desempeña de manera ineficiente y que es incapaz de resolver sus problemas.
En ese sentido, Campos Ríos se encargó de dejar en claro de que no se trata de una impugnación a la herramienta estatal toda, sino a su funcionamiento. “Se percibe que gran parte del problema no tiene tanto que ver con la política macro, sino con el instrumental. A diferencia de los 90, cuando la discusión era si el Estado era grande o era chico, ahora el debate es si el Estado funciona”, precisó.
Así y todo, el consultor se mostró optimista respecto de la posibilidad de un cambio. “Uno nota que, cuando se abre el juego a procesos consursales o a cuestiones más vinculadas con la capacidad, hay una revalorización de lo público y eso va generando algún tipo de expectativa en la gente que te permite llevar adelante reformas”, apuntó, en línea con el dato de que el 66,9% de los consultados señaló que se necesita “más capacitación” para aquellos que desean trabajar en la administración pública.