DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP).- Irán ejecutó el viernes a tres hombres acusados de violencia letal durante las protestas antigubernamentales del año pasado, a pesar de las objeciones de los grupos de derechos humanos, y despertó una nueva ola de repudio contra el régimen en momentos en que esta práctica va en ascenso.
Mizan, la web del poder judicial iraní, reportó las ejecuciones de Majid Kazemi, Saleh Mirhashemi y Saeed Yaghoubi pero no indicó cuándo se llevaron a cabo.
Según el sitio, los tres hombres fueron hallados culpables de “moharebeh” (“guerra contra Dios”) y de posesión de un arma en una manifestación en la ciudad de Isfahán (centro). Detenidos en noviembre pasado, los tres fueron condenados a muerte en enero.
También fueron hallados culpables de ser miembros de “grupos ilegales con la intención de afectar la seguridad del país y de colusión para crímenes contra la seguridad”, agregó Mizan.
Según las autoridades, los tres acusados mataron a un agente de policía y a dos miembros del grupo paramilitar Basij en Isfahan en noviembre, durante las movilizaciones que sacudieron todo el país.
Los grupos en defensa de los derechos humanos denunciaron que fueron sometidos a torturas, obligados a confesar en televisión y privados de garantías procesales.
The only “evidence” used in the sham trial that sent three young men to death in Iran today was videotaped forced “confessions.” “They should present evidence that shows my brother was present at the time of the murder,” said Majid Kazemi’s sister.”The only evidence in this… pic.twitter.com/OCEvFJ4G8F
— IranHumanRights.org (@ICHRI) May 19, 2023
“La acusación se basó en ‘confesiones’ forzadas y el proceso estuvo plagado de irregularidades que revelan que se trata de un caso con motivaciones políticas”, apuntó Hadi Ghaemi, director ejecutivo del Centro de Derechos Humanos de Irán, en Nueva York, acerca de los tres ejecutados.
Según el grupo, Kazemi llamó a un familiar y acusó a las autoridades de torturarlo azotándole los pies, de usar una pistola eléctrica y de amenazarlo con una agresión sexual.
“Me llevaron a un lugar donde no había cámaras y me dijeron que me bajara los pantalones”, dice el acusado en un audio difundido por la familia. “Les rogué que no lo hicieran, dije que aceptaría todos los cargos”.
“Me estaban matando. Dios sabe que no hice nada”, se escucha en la conversación grabada.
Executed today after a sham trial in IranSaeed Yaghoubi, 37, Saleh Mirhashemi, 36, and Majid Kazemi, 30″They flogged the soles of my feet.””They took me to a place where there were no cameras and told me to drop my pants.””I begged them not to, said I would accept all the… pic.twitter.com/CsCOvqHZVq
— IranHumanRights.org (@ICHRI) May 19, 2023Protestas y castigo
Las protestas estallaron en septiembre tras la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años que había sido detenida por la policía de la moral tras una supuesta violación del estricto código islámico de vestimenta. Las movilizaciones pronto se convirtieron en llamados a derrocar a la teocracia que gobierna el país desde la Revolución Islámica de 1979.
Las manifestaciones se han disminuido en gran medida en los últimos meses, aunque sigue habiendo actos esporádicos de desafío como la negativa de algunas mujeres a utilizar el velo islámico obligatorio.
En total, las autoridades iraníes ejecutaron a siete personas en relación con las protestas. Los grupos de derechos sostienen que tanto estos como otros condenados a muerte fueron sentenciados por opacos tribunales de seguridad y no tuvieron derecho a defenderse.
Amnistía Internacional, un grupo de defensa de los derechos humanos con sede en Londres, también criticó los casos.
“La forma escandalosa en la que el juicio y la condena de estos manifestantes se aceleraron en el sistema judicial iraní, ante el uso de ‘confesiones’ obtenidas mediante tortura, graves irregularidades procesales y falta de pruebas, es otro ejemplo del descarado desprecio de las autoridades iraníes por el derecho a la vida y a un juicio justo”, afirmó Diana Eltahawy, subdirectora de Amnistía para Oriente Medio y Norte de África.
In Iran people are protesting outside prisons to stop further executions. Protesters Majid Kazemi, Saleh Mirhashemi and Saeed Yaghoubi are at risk of imminent execution. pic.twitter.com/rybdlTS5eE
— Amnesty International (@amnesty) May 17, 2023
Irán lanzó una dura represión contra unas protestas que calificó, sin aportar pruebas, de conspiración respaldada desde el extranjero.
Los manifestantes rechazban décadas de represión y mala gobernanza. La economía iraní ha caído en picada desde que Estados Unidos se retiró unilateralmente del pacto con las potencias nucleares y restableció sus asfixiantes sanciones.
Robert Malley, el enviado de Estados Unidos para Irán, había hablado abiertamente de la inminente ejecución de los tres hombres, calificándola como “una afrenta a los derechos humanos y a la dignidad básica de todos los iraníes” que mostraba que su gobierno “no ha aprendido nada de las protestas”.
Más de 500 personas fallecieron durante los meses que duraron las protestas, incluyendo decenas de efectivos de las fuerzas de seguridad. Unas 19.000 personas fueron detenidas, aunque muchas han sido liberadas.
Irán es uno de los países del mundo que más ejecuciones realiza. Al menos 582 personas fueron ejecutadas en 2022, frente a las 333 del año previo. El aumento de esta práctica, incluso para casos de drogas y por cargos difusos como “enemistad con Dios” y “propagación de corrupción en la tierra”, ha provocado las críticas de funcionarios de Naciones Unidas y de activistas por los derechos humanos.
Agencias AFP y AP