ROMA.- Un total de 41 personas, entre ellas tres chicos, están desaparecidas en el “cementerio” del mar Mediterráneo tras naufragar la semana pasada una embarcación que partió de Sfax (Túnez) con 45 migrantes a bordo, según el testimonio de cuatro sobrevivientes citados este miércoles por la ONU en Italia.
En un comunicado conjunto, las agencias de la ONU para los refugiados (Acnur), la infancia (Unicef) y la migración (OIM) lamentaron este “terrible naufragio ocurrido entre el jueves 3 y el viernes 4 de agosto en el Mediterráneo”.
El barco, que partió el jueves pasado de Túnez, zozobró a causa de un fuerte oleaje después de solo seis horas de navegación. Todos los ocupantes de la embarcación cayeron al mar, la mayoría de ellos sin chalecos salvavidas, y solo cuatro fueron rescatados con vida.
Los sobrevivientes, tres hombres y una mujer de Costa de Marfil y Guinea, fueron trasladados a un barco de la guardia costera italiana y llegaron hoy a la isla de Lampedusa, en un estado de shock.
Las cuatro personas rescatadas contaron que pasaron varias horas en el agua hasta que pudieron subirse a un bote de hierro abandonado, probablemente también utilizado para cruces de migrantes, en el que estuvieron a la deriva hasta que fueron rescatados.
El avión de Frontex, el servicio de fronteras de la Unión Europea, fue el primero en avistarlos y activó el protocolo de auxilio. La capitanía del puerto italiana alertó entonces a la guardia costera libia porque la embarcación había terminado frente a las costas del país africano, pero nadie intervino.
Finalmente, las lanchas de la Guardia Costera italiana llegaron a las aguas de la región de Zuwara donde recogieron a los migrantes, que habían sido socorridos por el barco de bandera maltesa “Rimona”.
Hasta ahora, ninguno de los 41 náufragos fueron encontrados.
La Fiscalía de Agrigento, en el sur de Italia, abrió una investigación por inmigración ilegal para obtener más detalles sobre el caso.
Según el Ministerio del Interior italiano, el país ya recibió 93.700 migrantes forzados y refugiados a través del Mediterráneo en 2023, un aumento del 110% respecto al mismo período del año pasado.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señaló que más de 1800 personas murieron o desaparecieron intentando completar la travesía del Mediterráneo Central este año.
La nueva tragedia llega tras el naufragio que dejó al menos 82 muertos y centenares de desaparecidos frente a las costas de Grecia el 14 de junio y un episodio similar en Cutro, en la costa italiana, con 87 víctimas, el pasado mes de febrero.
Días atrás, durante su vuelo de regreso a Roma tras la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa, el papa Francisco advirtió que “el Mediterráneo es un cementerio” pero “el cementerio más grande es el norte de África” y se refirió, en concreto a la situación en el desierto entre Túnez y Libia, donde han sido abandonados migrantes para que murieran.
Agencias ANSA, DPA y AFP