Desde el lunes de la semana pasada, el dólar blue no hizo otra cosa que subir. Acumula un avance de $62 en las últimas seis ruedas (+15,5%), una escalada solo comparable a la crisis de julio del año pasado, cuando Martín Guzmán pegó el portazo del Ministerio de Economía y fue reemplazado por Silvina Batakis, que luego fue sustituida por Massa.
En esta ocasión, no hubo un único factor que explique el despertar de los dólares libres. Más bien, desde la semana pasada no pararon de llegar malas noticias que dispararon la demanda por cobertura. Solo este lunes, la plaza cambiaria se vio afectada por los rumores de devaluación que corren desde el viernes y la delicada situación que atraviesa el Banco Central (BCRA), en un contexto donde las liquidaciones del agro no aparecen en la cantidad esperada y las importaciones están virtualmente cerradas por un nuevo endurecimiento del cepo.
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“Venimos de tres semanas muy complicadas, pero las medidas siguen sin llegar. ¿Por qué se debería frenar la suba del dólar si no toman cartas en el asunto? Tienen herramientas para bajarlo, pero por ahora están decididos a no hacer nada. No hay novedades con el Fondo Monetario Internacional (FMI), hoy se liquidaron tan solo US$105 millones del dólar agro, las tasas de interés pasaron a quedar viejas, no hay noticias en la política. Sin medidas, es difícil que se controle la situación”, consideró Fernando Marull, economista de FMyA.
El dólar blue refleja a través de su precio los desequilibrios que presenta la macroeconomía argentina. Y, para los economistas, actualmente hay al menos media docena de factores que presionaron a las cotizaciones libres hacia el alza.
1. Inflación
Todo empezó con el dato de inflación de marzo. Hace dos viernes, el Indec dio a conocer que el costo de vida se encareció un 7,7% durante el mes pasado, cuando los economistas preveían que el dato se encontraría en torno al 7%. El número dejó tres conclusiones: que la nominalidad era peor a la esperada, que pocos instrumentos en pesos lograron ganarle al avance de precios y que los dólares libres no podrían permanecer quietos durante mucho más tiempo.
Para los economistas, si suben la nafta, la carne y los alquileres, el dólar también tiene que acompañar el movimiento alcista. De acuerdo con números de Nery Persichini, de GMA Capital, la misma aceleración de la inflación requiere que las cotizaciones libres trepen $30 por mes para no quedar atrasadas.
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“En el año, los dólares libres subieron en promedio un 30% [el blue cerró en 33%], frente a una inflación proyectada en torno a estos niveles para el primer cuatrimestre. Si bien vale destacar el aumento de ritmo que adquirieron, estas cotizaciones vienen acomodándose a la mayor nominalidad de la economía, tras un 2022 en el que los dólares paralelos se abarataron. En este sentido, por el momento el nivel de los dólares libre no es de ‘crisis’: por caso, a precios de hoy el dólar contado con liquidación (CCL) de finales de julio 2022 (renuncia de Martín Guzmán) llegó a valer $570″, agregaron desde la consultora económica Ecolatina.
2. Tasas de interés negativas
La falta de reacción del Banco Central fue generando nerviosismo en los mercados. Tras el dato de inflación de marzo, la autoridad monetaria demoró seis días en anunciar una nueva suba de las tasas de interés. Finalmente, aumentaron en 300 puntos básicos, movimiento que así y todo quedó en términos reales en terreno negativo. Por caso, el plazo fijo paga 81% de tasa nominal anual (TNA). Es un 6,67% mensual. Muchos economista consideraron que ese avance fue “insuficiente”.
“La medida no es suficientemente paliativa para una inflación general que corre cómodamente arriba del 7% (roza los dos dígitos mensuales en alimentos) y sin una expectativa de desaceleración en el corto plazo”, advirtió un informe de Invecq, elaborado por Juan Pablo Albornoz y Manuel Cerdán. Para los economistas, sin una ancla fiscal y con una dinámica cuasifiscla “muy peligrosa”, la suba de tasas solo contiene transitoriamente la huida al peso y agrava la dinámica de intereses que paga el BCRA.
3. Dólar agro: entre la emisión y la falta de dólares
En abril, entró en vigencia el nuevo dólar agro. Para incentivar las liquidaciones, el Banco Central dispuso un tipo de cambio diferencial a $300 para el complejo sojero y las economías regionales. Sin embargo, la entidad monetaria luego le vende esos dólares a los importadores a $220, que genera una brecha de $80 que financia con una nueva inyección de pesos en la economía: al momento se emitieron $268.209 millones.
“La suba del dólar era esperable teniendo en cuenta los malos datos que se dieron a conocer la semana pasada. Además de la inflación, el Banco Central no acumula reservas, las estimaciones de ingresos por el nuevo plan de estímulo exportador vienen cayendo y, sobre todo, hay una importante emisión de pesos. Como siempre, pega en los mercados de bienes, incluyendo las divisas”, señaló Gustavo Quintana, analista y operador de PR Corredores de Cambios.
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Si bien el dólar agro produce mayor emisión monetaria, sin este programa el Banco Central entra en un ciclo de pérdida constante de reservas. Y, a tres semanas de su lanzamiento, ha dejado mucho que desear. Ante rumores de devaluación, este lunes ingresaron por la CAM 9 apenas US$105 millones. Mientras tanto, para seguir frenando la salida de divisas, el jueves pasado el BCRA endureció el cepo a las importaciones. Ninguno de todos esos mensajes trajo calma a los dólares libres.
4. Se recalentó la escena política
Para Persichini, la suba del dólar blue no responde solo a la evolución de las variables macro, sino también de las tensiones de la Casa Rosada. La semana pasada se recalentó la escena política, entre rumores de renuncias, la salida de Antonio Aracre como jefe de asesores de Alberto Fernández y el anuncio del Presidente de que no se presentaría a una reelección.
“El mercado ahora busca desesperadamente señales de estabilidad desde la política. El price action de los bonos y del peso argentino respondió a una fractura desde Casa Rosada en un contexto de máxima vulnerabilidad económica y falta de confianza. El ‘incidente Aracre’ fue una muestra de las tensiones entre el Presidente de la Nación y el Ministro de Economía. Precisamente, la figura política y económica de Massa y el acuerdo con el FMI son los últimos bastiones que ofician de anclas de expectativas en el corto plazo hasta las elecciones. Por eso, un dólar más calmo y un riesgo país a la baja serán alcanzables sí y solo sí alguien toma el timón del Gobierno. De lo contrario, el mercado continuará navegando en un mar de turbulencias”, advirtió.
A todo eso se sumó una fuerte versión de devaluación que inundó el mercado el viernes y generó más incertidumbre. El fin de semana el equipo económico intentó desterrar los rumores, pero hoy los dólares libres no tomaron nota.
5. Dolarización preelectoral
Los roces del oficialismo dejaron en claro que llegaron para quedarse este año de elecciones presidenciales. Se trata de una de las épocas donde los argentinos más buscan refugiarse en los billetes verdes para evitar llevarse sorpresas a la hora de conocerse el resultado de los comicios. Eso disparó la demanda.
“En la Argentina, en cada oportunidad que hubo elecciones, la tendencia a dolarizar es muy fuerte. Ha pasado siempre y este año no será la excepción. Las condiciones de incertidumbre y las pocas expectativas de cambios positivos en la economía son una invitación para tomar posición en moneda fuerte”, consideró Quintana.