CÓRDOBA.- La suba del dólar informal en los últimos días, las expectativas de devaluación, el impuesto PAIS para las importaciones, la falta de divisas para importar, y la cercanía de las PASO están impactando de manera negativa en las distintas actividades del agro. Hay decisiones frenadas, sean de compra o de venta. Hay retracción de oferta de insumos dolarizados y lo que se consigue es a “cortísimo” plazo. Incluso hasta los productores que tienen maíz para vender con el dólar a $340 prefieren esperar al lunes.
Desde el Ieral de la Fundación Mediterránea, el economista Juan Manuel Garzón señala que las expectativas de devaluación para este mes y setiembre influyen más en la toma de decisiones que la dinámica del dólar blue de las últimas semanas: “Están en 25%, muy por encima de la inflación y eso es lo que frena decisiones de venta de todo lo dolarizado, granos, agroquímicos, maquinaria importada. Los que venden, esperan. Entienden que hay una probabilidad alta de conseguir mejor precio en las próximas semanas”.
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A su criterio, en la comercialización de granos hay una distinción; el maíz se vende a un dólar a $340 y, para este mes, en el mercado a futuro, está a $316. “La operación debería seguir fluyendo -dice-. Sí se frenaría la soja; si el productor tiene que desprenderse de un grano, lo haría de maíz”.
Iván Ordoñez, economista especializado en agronegocios, aporta que la brecha cambiaria es un gran “motivador” para posicionarse en “argendólares” como él denomina al que “ajusta muy bien con algún tipo de cambio”. Por ejemplo, el que tiene hacienda y pasó de una Niña a un Niño, “hace recría porque tiene ‘argendólares’; lo mismo le pasa a un tenedor de granos, o a un dealer de maquinaria agrícola”.
“Cuando la brecha pasa el 30% empieza a incomodar -detalla-; cuando está arriba del 80% se adoptan posiciones defensivas y cuando cruza el 120%, quién se quiere desprender de ‘argendólares’ que se parece a un dólar pero no lo es”.
En ese contexto, añade que Javier Milei “introdujo ruido” al escenario porque alteró la “certeza clara” de que la coalición opositora ganaba. “Fuera de cualquier pasión, él generó un imponderable matemático que puede que siga después de las PASO y hasta fin de año”.
Dólar maíz
“Vendo maíz este jueves y viernes y lo cobro la semana que viene con el resultado de las PASO -razona un productor ante LA NACION-. No es una decisión lógica pese al dólar diferencial; es mejor esperar”. Advierte que, en lo que hace a insumos, “se consigue lo de corto plazo; te venden 15 toneladas de urea pero no para todo la campaña”.
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Desde Fada, Nicolle Pisani admite que las miradas están puestas en los resultados del nuevo dólar agro y que ya generó unos U$S1700 millones de los US$2000 millones esperados por lo que podría esperarse que “no haya mayor crecimiento en las liquidaciones; también a la espera de futuro ‘dólar soja’”.
Plantea que el campo insiste en la necesidad de una unificación cambiaria, para “lograr estabilidad cambiaria, correcciones en el tipo de cambio, que hoy desalienta exportaciones”. Las medidas instrumentadas, dice, “no generan nuevas exportaciones, sólo las adelantan y no corrigen los problemas de fondo”.
Incertidumbre
El vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Gabriel de Raedemaeker, indica que hay “un freno a cualquier posibilidad de inversión, de compra de insumos” a la vez que ratifica hay retracción de oferta. Agrega que, en algunos insumos, “no hay precios; está complicado para compras de emergencia”.
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En lo que va del año se patentaron 130 máquinas agrícolas por semana, 8,5% menos en la comparación interanual; las turbulencias macro llegan cuando había mejores expectativas climáticas. Luciana Mengo, titular de la Asociación de Fabricantes de Maquinarias Agrícolas (Afamac), enfatiza que al sector lo afecta la restricción de importaciones, el impuesto PAIS, el dólar “inestable” y un Estado, “representado en el Gobierno que está fuera del timing que necesitamos”.
“Hay un fuerte freno a las operaciones; las fábricas están trabajando a su capacidad normal, no estamos con reducción de jornada, pero sí con pocas expectativas de un buen panorama a mediano plazo”, describe y añade que el parate en las ventas no se traslada al “desarrollo” porque las empresas “seguimos invirtiendo y reclamando líneas de crédito no solo para la venta sino para las inversiones, no hay programas ágiles que nos contemplen”.
Desde la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba), Diego Napolitano va directo sobre el impuesto PAIS a las importaciones ya que alcanza también a los que traen insumos para formular a nivel local. “Luego de una semana de incertidumbre y paralización, las listas de precios llegaron con aumentos base de 7,5% y hasta de 10%”.
“No hay desabastecimiento pero no se puede comprar todo lo que quiere –precisa–. El suspenso dado por la inestabilidad hace que siempre esté a punto de suceder algo nuevo, las empresas no proveen toda la cantidad demandada por el mercado, y siempre parece que en cualquier momento la ‘canilla’ se cierra. El impuesto PAIS es retroactivo, es sobre la ‘letra’, la factura de lo comprado y vendido; produjo un descalabro en la construcción de valor del producto”.
Sobre la suba del dólar informal, Napolitano indica que quienes importan insumos y formulan en la Argentina trabajan con el dólar “divisa”, pero sufren la inflación local en pesos y el blue los afecta en otros componentes, como puede ser el packaging.